21- Perdido

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-T-Taehyung... -lo miré con ojos muy abiertos.

El muchacho, arrodillado entre mis piernas, negó con la cabeza y la bajó lentamente hacia mi, con el rostro ladeado. Cerré los ojos con fuerza.

-¿Confías en mi? -su aliento a alcohol me embadurnó por completo, provocándome un escalofrío por la espalda.

Asentí antes de sentir los labios del muchacho apretarse contra los míos. Eché hacia atrás la cabeza para profundizar el beso, ya ajena a la situación principal en la que estaba. Taehyung abrió un poco más los labios y saboreó los míos con la punta de la lengua, para luego dejar otros besos por mi barbilla, mi cuello y luego mi clavícula. Me mordí el labio inferior con fuerza cuando le sentí descender, dejando una línea de besos sobre el medio de mi pecho. Cuando llegó al borde del escote del vestido, tomó el encaje entre los dientes y lo bajó un poco. Solté un jadeo y me mordí los labios nuevamente, deseando no volver a hacerlo pues Taehyung había soltado una risita. El muchacho volvió a besarme con pasión, juntando mis muñecas sobre mi cabeza y apretándolas con una sola mano. Cuando sentí su mano libre deslizarse por la curva de mis caderas, tiré con fuerza para soltarme. No lo logré, porque... Taehyung tenía manos grandes y fuertes. Sus dedos largos se movieron por mi muslo, hasta la rodilla. Cuando tocó el final del vestido, metió la mano debajo.

Oh Dios mío, qué estoy haciendo Santa María purísima...

Sentí las cálidas caricias de aquellos dedos delgados por la parte externa de mi muslo, subiendo lentamente para mi desesperación. La piel se me puso de gallina y el vello se erizó cuando sus dedos llegaron al borde de mis bragas. El muchacho subió un poco más la mano, y tocó el encaje. Metió un dedo apenas debajo de éste, rozando la piel del vientre, y trazó una línea lentamente de lado a lado.

Me estaba provocando, lo sabía perfectamente. Y, mierda, se sentía increíble.

Taehyung levantó la parte baja de mi vestido hasta la altura del estómago, soltó mi mano y posó dulcemente sus labios sobre mi ombligo. Arqueé la espalda, soltando otro jadeo y cuando bajé la mirada hice contacto visual con aquellos enormes ojos oscuros de pupilas dilatadas. Sus besos descendieron de mi ombligo hasta el borde de mis bragas, y supe que si seguía bajando...

Taehyung se levantó de golpe, y agachó la cabeza de modo que su flequillo ocultó su rostro.

-Lo siento -dijo.

-¿Qué? -jadeé.

¿Qué?

¿¡Qué!?

¿QUÉ?

El muchacho se recostó a mi lado, tapándose hasta la barbilla con el edredón, y me dio la espalda.

-No puedo hacer esto -ronroneó.

No puede.

¿No puede?

No quiere.

Balbuceé algo inentendible, asentí, negué, abrí nuevamente la boca, la cerré. No sabía qué hacer. ¿Qué hace la gente cuando está atontada porque casi sucede algo mágico, pero de repente el otro dice que no quiere hacerlo? Sentirme humillada era poco. Me sentía... tonta.

-También lo lamento -me levanté de la cama y bajé la pollera de mi vestido casi con desesperación-. Lamento haber venido.

Taehyung seguía de espaldas, sin mirarme. ¿Cómo podía ser tan... imbécil? De seguro se estaba riendo de mi internamente, como siempre hacía. ¿Por qué de repente se había convertido en esa clase de chicos?

Una oleada de furia me recorrió de arriba a abajo, y solté lo primero que vino a mi cabeza antes de marcharme:

-Nos vemos en la boda.

Why So Serious? [Kim Taehyung]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora