Why So Serious? [Kim Taehyung]©

25- Pervertido

-¿Sexting? -repetí, confundida, pegando el celular a mi oído y mirando en todas direcciónes como si no me encontrara sola en mi habitación.

-¡Sí! -Taehyung parecía realmente emocionado.

-¿Y qué es eso?

-Pues, ya sabes: tu me dices que traes puesto y yo...

-¡Ni hablar! ¡Iugh! -me di una palmada en la frente, sonriendo aunque desconcertada ante lo que el muchacho acababa de proponerme.

-Lo siento...

-Lo sientas, sólo... ¡Iugh! ¡Taehyung! ¿De verdad creíste que iba a hacer eso?

-Namjoon dijo que tenía que intentarlo.

Rodé los ojos. ¿Por qué Namjoon le daba tantos tips que ni siquiera le funcionaban a él? Porque, en serio, una semana luego de decir "ey, quiero estar contigo" y que las cosas siguieran un poco raras y tensas no ayudaban en nada a que la cosa se pusiera... candente.

-Eres un pervertido, ¿lo sabías?

-¿Y te gusta?

Me mordí con fuerza el labio inferior para no reírme en el teléfono, pero le oí sonreír a él del otro lado.

-Debo colgar, necesito aprobar mi examen...

-¿El de Estudios Sociales?

-Ese mismo.

-¿Has estudiado algo?

-Si...

Taehyung se rió del otro lado y yo ahogué un suspiro.

-Tus padres creerán que soy una mala influencia.

-No influyes para nada en mis tareas, pabo.

-¡Ahora mismo estoy influyendo!

-¡Entonces cuelga!

-¡No, cuelga tu!

Colgué, y le oí gritarme un "¡Hey!" desde la ventana. Me reí y sacudí la cabeza, abriendo por fin el libro lleno de letras que no entendía nada.

Tenía... un... jodido... seis.

¡¡¡Estaba aprobada!!! ¡¡¡Wooooohoooo!!!

Mientras corría, agitando el papel, por la acera y me acercaba a toda marcha a mi casa no podía parar de sonreír como una tonta. Había estudiado como para un veinte, pero un seis me conformaba y también corroboraba mis sospechas de que la profesora me odiaba personalmente.

Frené de prepo frente a mi buzón, y miré más allá. Sin pensármelo mucho, seguí corriendo hasta la casa de Taehyung, crucé el jardín y salté rápidamente los escalones del porche. Abrí la puerta, la cerré con fuerza detrás de mi para que el muchacho oyera mi presencia, y me adentré en la casa mal iluminada.

-¡Taehyung! -exclamé, abriendo la puerta de golpe del sótano.

Su sala de juegos yacía totalmente vacía. Raro.

Volví sobre mis pasos entre trotes y subí las escaleras. La puerta del baño estaba abierta y la luz apagada, y las dos habitaciónes de más seguían cerradas con llave (Taehyung me había jurado, ante mi curiosidad, que estaban totalmente vacías pues no tenía qué meter allí). Entonces seguí hasta su cuarto, y pude oír claramente el agua correr en la ducha del pequeño baño.

Me acerqué a la puerta lentamente, con la hoja de mi examen en una mano, y levanté un puño para golpear la puerta.

Me detuve.

Le oí suspirar largamente, sonido apenas ahogado por el agua salpicando el suelo.

Fruncí el ceño y volví a levantar el puño.