Why So Serious? [Kim Taehyung]©

13- Fake date

-Vaya-dijo, con los ojos muy abiertos.

Cuando abrí la puerta de mi casa, Jungkook tecleaba con ganas en la pantalla de su sofisticado celular. Sin embargo, levantó la cabeza al notar mi presencia y me miró con una sonrisa de conejito que me revolvió las ideas y me hizo olvidar, por un segundo, que aquello era una cita falsa y que en aquel momento no me encontraba real, realmente confundida por mi vecino alienígena.

Había decidido ignorar a Taehyung e irme a duchar para luego prepararme para el cine. No estaba segura de qué usar, así que había decidido ponerme un jardinero corto y debajo una remera rallada manga corta (pues pese al día gris, el calor era bastante incómodo esos días). Había decidido dejar mi corto cabello liso suelto y aplicar sólo un poco de base en mi piel. No quería que pensara que trataba de hacerme la linda con él cuando me había dejado claro que sólo era por vengarse de sus hyungs, pero aún así el muchacho pareció impresionado. Y me había agradado, tenía que ser sincera: me miraba como si realmente me hubiese lucido.

-Te ves bien, Cassie-agregó, guardando su teléfono en el bolsillo trasero de los pantalones.

-También te ves bien.

Y no mentía. El muchacho llevaba pantalones ajustados negros, con algunas rajaduras en las rodillas; y una camisa blanca que se me hacía un tanto traslúcida.

No le mires el pecho, mierda. No lo mires como una psicópata hormonal o lo asustarás.

Cuando comenzamos a caminar por la vereda Jungkook se rió, nervioso, y comenzó a tantearse los pantalones como si quisiera secarse el sudor de las palmas.

-No tengo auto, así que... te escoltaré en el metro-dijo, burlón.

-No te preocupes.

¿Auto, metro? ¿Cuál era la diferencia cuando quien iba a tu lado tenía la cara de un ángel y el cuerpo de un Dios griego?

Caminamos cruzando apenas algunas palabras, un tanto incómodas, hasta llegar al hueco del metro. Bajamos las escaleras, el muchacho pagó ambos boletos y subimos al tren casi vacío. Tomamos asiento y comenzamos a bromear sobre un tipo frente a nosotros que dormía con la boca muy abierta. Cuando la voz por megáfono anuncio el lugar en el que nos encontrábamos, Jungkook tomó mi mano y me arrastró fuera del metro antes de que las puertas cerraran (pues nos habíamos quedado bromeando y apenas habíamos notado que ya habíamos llegado).

Salimos a la calle y hasta no entrar en la sala de cines el muchacho no soltó mi mano. Sentía que la palma me vibraba y que los nervios iban a carcomerme la cabeza; pero sin embargo no sentí ningún otro tipo de emoción hacia este gesto. Como si no la hubiera tomado para infundirme ningún tipo de valor, como cuando T...

¿En qué estás pensando? ¡No desvaríes!

-¿Y qué película vamos a ver?-inquirí, cruzándome de brazos y levantando la mirada para ver la cartelera.

-Estaba pensando... ¿¡Qué tal Iron Man tres!?

Lo miré, con ojos como platos. El muchacho estaba muy eufórico, con los puños apretados y una sonrisa de oreja a oreja. Contuve las ganas de reírme, muerta de ternura, y asentí con la cabeza.

-A que adivino: ¿es tu super héroe favorito?-inquirí, mientras el muchacho me arrastraba del brazo a sacar los tickets.

-¡Claro que sí! ¡Es Iron Man!-se rió-. ¿Y el tuyo?

-Pues yo soy más de la que siguen a los super villanos...

Al Joker, ¿no?

-¿Estás bien?-inquirió, obligándome a mirarlo-. Te has puesto toda roja.