Capitulo 12 - "El Consejo del Mar Oriental"

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-Ya está puesto- dijo Peter una vez que se cercioraron de que los calormenos se retiraban - las intenciones del Tisroc ahora las conocemos todos, personalmente no me sorprende pero si me indigna que osara venir aquí y fingir ser amigo nuestro, además de decir que somos pueblos insignificantes.

Los demás mandatarios le apoyaron firmemente.

-Es reprobable su actitud- afirmo el Rey Rupert de Muil

-Debemos evitar el expansionismo Calormeno- exclamo Sicilia, regente de las Islas Solitarias que pertenecían al reino de Narnia.

-Disculpe Sumo Monarca pero nosotros nos retiramos- exclamo el rey Gigante- Esto no es asunto nuestro, nos da lo mismo si gobierna o no un Tisroc, pues ni el Tisroc ni ningún minúsculo humano son amenaza para nosotros los gigantes.

-Adelante- les permitió Peter un poco molesto pero lo cierto es que no esperaba realmente que el reino de Harfanng les ayudase, pero temía que si no los invitaba tomaran como pretexto su descortesía y se iniciara una guerra en el norte por ser excluidos de la asamblea más importante del Mar Oriental, lo que Peter menos necesitaba en ese momento.

Seguido de esto los gigantes también se retiraron a sus habitaciones, excusándose y disculpándose, no sincera pero si educadamente. Y Peter ordeno que Emily y la corte que la acompañaba tomaran su lugar.

-Bien- continuo el Sumo Monarca tras la salida de los gigantes- si alguien más no quiere formar parte de este consejo, puede retirarse.

Pero nadie más se movió, los que quedaban eran todos los gobernantes de las Islas, y a todos les competía arremeter contra Calormen, quien siempre los había intimidado, como hacha sobre sus cabezas.

-Me alegro- respondió Peter viendo que contaba con el apoyo de todos ellos-entonces comencemos este consejo de guerra, Hermano por favor...

Edmund se levanto de su asiento y fue hacia el centro de la gran Sala. Todos los miembros de la asamblea pusieron mucha atención, ya que habían oído rumores de que el segundo Rey de Narnia estaba siendo adiestrado como estratega militar por un antiguo y muy respetado centauro.

-Veamos- comenzó Edmund frotándose las manos mientras unos faunos ponían al centro de la sala un mapa gigante de las fronteras sureñas de Narnia y del Mar Oriental - el Tisroc atacara primeramente a Narnia por tierra como lo ha dicho, tendrá a sus soldados al otro lado de las montañas de la frontera con Archenland, y ocupara esta como bastión, sugiero que tomemos primero Archenland e instauremos a la Princesa Emily...-Edmund pasó a su lado señalándola pero no la miro- ...para ganar ventaja y hacer que los calormenos vuelvan al desierto donde morirán de sed o hambre muy probablemente, hacerlos retroceder.

-Pero puede que los calormenos ataquen por mar- sugirió Susan, a quien no le gustaba que se hablara de guerra, pero que era muy hábil para detectar fallas, errores y puntos débiles.

-Podrían atacar al mismo tiempo las Islas- intervino la Reina Leslie.

-Señoras mías tranquilícense- siguió Edmund- también he pensado en eso, es claro que el Tisroc atacara también por Mar, lo cierto es que dudo que goce de ventaja, todos los gobernantes del mar estamos presentes.

-Pero Majestad- intervino el Rey Sulin de Brenn- nosotros tenemos muy pocos barcos, nuestros países no se dedican a la milicia, somos comerciantes.

(-Y piratas- susurro Tumnus a Lucy para que solo ella escuchara.)

-Es cierto- apoyaron los otros al Rey Sulin.

-Narnia tiene los barcos, pero necesitamos marineros hábiles- indico Peter.

La Doncella y El ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora