Capítulo 19

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Liam

Yo necesitaba hablar con Melanie, hace poco más de una semana que no sabía algo sobre ella.
Fui a su casa.

Toqué la puerta y uno de sus mayordomos me abrió.

-La señorita no está -dijo e inmediatamente quiso cerrar la puerta en mi cara.

-Claro que está -dije y empujé la puerta.

Caminé de prisa y subí hasta su habitación, la verdad no me importaba que la gente que trabajaba para ella intentara detenerme.

Abrí la puerta de golpe y ella se sobre salto al verme por el espejo.

-¡Liam! -gritó y volteó a verme.

-¡Señor acompáñeme por favor! -gritó el mayordomo fuerte y me agarró de los brazos.

-¡Melanie necesito hablar contigo! -le grité y ella me miro y después le ordenó al mayordomo que me soltara.

Me arreglé la ropa y me acerqué a ella.

Intenté acariciarla pero ella me detuvo.

-No me toques -dijo seria y dio unos pasos hacia atrás.

-Melanie, no me hagas esto -le rogué -Ese bebé me va a necesitar.

-Liam... -intentó interrumpir pero yo no la dejé.

-Sólo déjame verlo, si quieres no volvemos pero quiero estar junto a él...

-¡Liam no estoy embarazada! -me gritó de la nada.

-Espera ¿qué? ¿Te sientes bien? -toqué su frente para ver si no tenía fiebre.

-Si Liam, estoy bien, no hay bebé -me dijo un poco más tranquila.

-¿Me mentiste? -la miré desafiante.

-Liam, yo solo...

-¿por qué? Quiero una explicación - reclamé.

-creí que eras de los chicos que saldrían huyendo en cuanto la chica quedase embarazada -dijo hablando en tono rápido.

-¿Por qué? ¿qué sucede? -la tomé de las manos.

-Necesito que te alejes de mi Liam, entiende por favor -sus ojos se hicieron agua al decir esas palabras, acune sus mejillas en mis manos y la obligué a que me mirara.

-No entiendo Melanie -suspiré.

-Es difícil -dijo y empezó a llorar.

La pegué a mi pecho y la abrasé muy fuerte.

-¿Acaso no me amas? -pregunté tímido.

-Liam, claro que si -declaró dudando pero después de eso volvió a llorar con más fuerza.

-¿Entonces? -la miré a los ojos nuevamente.

-Estoy casada -dijo bajo.

Mi mente no podía asimilar lo que Melanie acababa de decir, creía que en cualquier momento ella se echaría a reír, pero no fue así, al contrario, su rostro era duro y sus labios estaban dibujado en una línea recta.

-¿qué? -fue lo que pudo salir de mi.

-Estoy casada, bueno, no por la ley ni nada pero, se supone que con esa persona debo de casarme cuando mi padre venga por mi -dijo ahora más tranquila.

-Eso es imposible, ¿cielo que sucede? - le rogué que me dijera.

-Tenemos que hablar en otro lugar -dijo y se secó las lágrimas y después tomó su bolso.

Sólo un juego (h.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora