capítulo 24

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Emily.

Mis ojos se abrieron ya que el sonido de mi alarma comenzaba a molestar mis oídos.
Me senté sobre mi cama y tomé mi celular, vi algunos mensajes, entre ellos los buenos días de Alex.

Tomé mi bata y me puse sandalias para tomar un baño.
Conecté mi reproductor y puse mi playlist mañanera, la realidad es que no tengo una playlist mañanera así que sólo coloqué canciones al azar mientras tomaba el baño.

Salí después de unos minutos y me dediqué a buscar mi ropa para ese día; aún no comprendo a las chicas que ya tienen todo preparado desde un día antes, jamás lograré ser como ellas.

Al encontrar mi vestuario ideal, me dirigí a mi tocador para maquillarme, terminé mi maquillaje de rutina y sólo sequé mi cabello y lo dejé suelto, no me sentía con mucha energía de peinarlo.

Abrí la puerta de mi habitación y un delicioso aroma me hizo bajar casi en automático.

-Buenos días mi princesa -me saludó mi padre de la manera más alegre. Se veía realmente bien.

-Buenos días ¿dormiste bien? -le pregunté mientras yo me sentaba en la barra para desayunar.

-No tanto, ya que mi hija salió por la ventana -me sirvió unos huevos estrellados acompañados de unas tiras de tocino.

-Oh, creo que te diste cuenta -logré decir.

-Si Emily, claro que me di cuenta, así que podrías hacerme el favor de decírmelo la próxima vez, o si no, ya no voy a querer que salgas con ese dichoso Alex -me apuntó con la espátula.

-Será la última vez, es sólo que estabas dormido y no quise molestar -le comencé a decir mientras probaba mi platillo.

El desayuno fue agradable, hace mucho tiempo que no lo hacía junto a él y eso me pareció muy lindo.

Después de un rato, recibí un mensaje de Alex diciéndome que pasaría por mi nuevamente.

Salí de casa y vi a Harry que estaba a punto de irse.

-Harry -le hablé.

-Hola señorita -corrió a mi lado y me dio un beso en mi mejilla derecha a lo cual a mi me pareció un gesto muy lindo.

-¿Por qué tanta felicidad?

-No lo sé, simplemente amanecí de buenas -se encogió de hombros y se puso su casco, después subió a su motocicleta y se fue.

Alex no tardó mucho en llegar.
Me subí al auto y ahí en el asiento del copiloto había una rosa blanca.

-Gracias -susurré y lo besé.

-Espero que ya estés mucho mejor, la verdad ayer no quería dejarte sola pero sabes que debí trabajar -trató de explicarme y claramente yo lo entendí.

-No te preocupes, es tu deber, a demás Harry me hizo sentir muy bien -dije inconscientemente mis últimas palabras.

-¿de qué forma? -me miró y después comenzó a manejar.

-Ya sabes, helado -traté de sonar lo más natural posible.

-Espero que sólo haya sido eso -me dirigió una mirada rápida y poco amigable.

Solté el aire que tenía en mis pulmones y me dedique mirar por la ventana.

No tardamos mucho en llegar a la escuela.

Al estar en el estacionamiento había mucha bulla y gente hablando. Alex y yo rápidamente nos acercamos a ver lo que pasaba, los carteles sobre el baile de graduación estaban siendo pegados, las personas hablaban sobre lo que pedían para ser el rey y la reina del baile.

Sólo un juego (h.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora