—No dejes que nadie más que yo te toque de esa forma— dijo casi en un susurro y aquellas palabras me sorprendieron aún más—. Solo yo puedo besarte, solo yo puedo tenerte. Nadie más— afirmo y se levantó, quedando sentado a horcajadas en mí y con sus manos sobre mi abdomen.
____________________—Heech...— no pude terminar lo que le iba a decir debido a que, de la nada, se acercó a mí y me beso.
Heechul sostenía su peso con los antebrazos colocados alrededor de mi cabeza pero eso no impedía que nuestros cuerpos se rozaran de vez en cuando.
La sensación de sus labios contra los míos me volvía loco. Lo tomé de la cintura e hice que él quedara debajo de mí, sin romper el contacto de nuestros labios. Me abrazo por el cuello y me jalo más hacia sí.
Conforme pasaban el segundo el beso se iba tornando más apasionado y como consecuencia la falta de oxígeno era más evidente. No quería romper el momento así que se me ocurrió una forma de respirar sin tener que separarme de él.
En el momento justo mordí levemente su labio inferior, por lo que Heechul se quejó un poco y en ese instante respire lo más que pude para segundos después volver a unir nuestros labios.
Quería más, más de él, lo necesitaba y ansiaba tocarlo con todas mis fuerzas pero tenía que controlarme. Esta vez no lo arruinaría.
______________________(Leeteuk)
Ya habían pasado varios minutos— demasiados diría yo—, desde que Heechul me había llamado por teléfono y él seguía sin llegar. Y tras esperar otros tantos minutos, que ya se me hacían eternos, decidí irme a mi habitación.
Estaba seguro de que Heechul nunca llegaría y aunque no quería engañarme a mí mismo, tampoco quería creer que me hubiese dejado plantado.
Caminaba por los pasillos de los dormitorios y tras entrar al mío, me recosté en mi respectiva cama mirando el techo y di un gran suspiro. Siendo sincero, no sabía porque mi interés en Heechul.
Tal vez solo sea para joder a Siwon— pensé.
Y si, tal vez sea de esa forma porque siendo sincero— de nueva cuenta—, enamorado ya estaba y no precisamente de Heechul.
Escuche la puerta del baño cerrarse y vi a Kangin parado justo al lado de la misma secándose el cabello con una toalla mientras que otra le cubría de la cintura para abajo.
Cierto color carmesí se asomó por mi cara y desvié la vista al techo nuevamente, tratando que Kangin no lo notase.
—¿Cómo te fue? ¿Creí que tardarías más?— dijo acercándose a su closet.
—Yo también pensé lo mismo— conteste sin verlo a los ojos.
—¿Y entonces? No me digas que te han dejado plantado— dijo y comenzó a reír hasta que vio mi rostro con cierto gesto de molestia—. ¡Oh por dios! ¿Es enserio? ¿Al gran Leeteuk lo han dejado plantado?— volvió a reír tras darse cuenta que tenía razón.
—¡Cállate!— grité y le avente una de mis almohadas que, sorpresivamente, le dio en la cara.
—Ya, ya. Perdón— dijo aun entre risas y lo fulmine con la mirada.
No dije nada más y me volví a recostar en mi cama, escuche ruido de cuando se cambiaba y por alguna razón no pude evitar ponerme nervioso.
¿Por qué me tenía que tocar compartir habitación con el precisamente? Tengo una suerte de mierda— dije para mis adentros.
ESTÁS LEYENDO
Algo más que una simple amistad
Hayran KurguSINOPSIS Algo más que una simple amistad nos relatara la vida del joven Heechul, quien durante toda su infancia y gran parte de su adolescencia ha vivido encerrado en su propia casa. A sus 17 años de edad es ingresado al instituto "Heaven School"...