—Entonces, ¿se presentó formal? —chilló Emily más emocionada que la propia Krista.
Ésta asintió.
—¡Lo sabía! Estoy casi segura de que tú le interesas también. ¿porqué no lo invitas a salir?
—No lo sé, el sólo se portó amable —contestó insegura—. además no debo acelerar las cosas, apenas somos algo así como amigos.
—¿Porqué la juventud se malgasta en esto, Dios mío? —Emily miró el cielo con gesto dramático.
—¿De qué hablan? —preguntó Jimin acercándose a ellas.
—Nada —las dos amigas contestaron al unisono provocando que el pelinegro frunciera el ceño.
—Como digan. ¿Han visto a Aileen? —el chico cambió de tema.
—Supongo que esta en clase —contestó Krista.
Jimin y Aileen llevaban saliendo cerca de 6 meses, los dos eran igual de cínicos, lo que hacía que congeniaran bien. Ellos se conocieron hace dos años en una fiesta y desde entonces habían sido amigos. Con el paso del tiempo empezaron a sentir atracción el uno por el otro y llegaron al acuerdo de ser novios y si alguna vez se dejaban de querer se lo dirían para evitar así discusiones. Pero al parecer su llama seguía más encendida que nunca.
—Está bien, ¿porqué no entraron ustedes? Siempre las veo afuera —Jimin se burló.
—Eso no es cierto. La pregunta aquí sería: ¿qué hacías tú en clase? Casi nunca vienes, no sé como apruebas todas las asignaturas —indicó Emily indignada.
—Ya sabes, uno tiene sus medios —respondió cínico y alzó las cejas provocando que las chicas ahí presentes rieran.
—Estás loco —dijo esta vez Krista.
—Y muy bueno —Jimin acarició su barbilla.
Ellas rieron. Su amigo era un chico muy simpático por no decir más. El sabía que era guapo y se aprovechaba de eso faltando a clases y encargándose de que chicas coladas por él, hicieran sus deberes. Incluso justificaba sus faltas con la secretaria dándole solamente unos guiños. ¿Quién tuviera su suerte?
Cuando Krista se dirigía a su casa decidió llamar a su mamá ya que tenía días sin hablar con ella, pues desde que entró a la facultad decidió independizarse, lo que sus padres aceptaron bien, pero había veces en que el tiempo simplemente le sobrellevaba y ella no podía hacer más que contactarse con ellos una vez por semana.
—Hola mamá, soy Kris —saludó.
—Hola hija, qué bueno escucharte, ¿Cuándo vienes a visitarme?
—Tal vez el fin de semana. La facultad me tiene exprimida.
—De acuerdo, no te estreses tanto. Todo ese esfuerzo vale la pena, cariño —dijo en un tono que aveces Krista extrañaba.
—Si mamá, ¿como está Jessica? ¿Y Tom?
—Trabajando, llega hasta más tarde. Y en cuanto a Jessica —bufó—. esa niña me tiene cansada, a ver cuando hablas con ella. No me hace caso, es muy obstinada.
—No te desesperes, hablaré con ella, tu trata de entenderla. Todos pasamos por esa etapa.
Alicia suspiró.
—Tienes razón, bueno te dejo, debo cocinar —sonrió aún sabiendo que su hija no podía verla.
—Claro, cuídate. Los quiero —y sin más colgó.
Sus padres habían tenido diferencias durante un tiempo y para evitar más discusiones decidieron divorciarse. Después de un año Alicia conoció a Tom por su trabajo y ambos se enamoraron y se casaron. El era un buen hombre que sabía como tratarlas, por lo que Krista y Jessica le tomaron cariño y no se opusieron. Después de todo Alicia merecía rehacer su vida.
Cuando Krista se independizó, Jessica no lo tomó muy bien, por lo que empezó a revelarse.La castaña sabía muy bien que debía apoyar a su hermana menor, ella estaba atravesando la adolecencia y quería tener más libertades, las cuales no le daba su mamá. Cuando llegó a casa se puso ropa cómoda y empezó a hacer los deberes. Tendría exámenes que aprobar y para eso debía estudiar.
•°•°•
Por otra parte, Taehyung no entendía el significado de privacidad y después de obligar a Jimin para que le sacara información a Aileen sobre el chico en el que estaba interesada su amiga, se dirigió al restaurante donde éste trabajaba.Tomó asiento en una mesa cerca de la ventana y repasó mentalmente las características que le había dado Jimin acerca de Hoseok.
Miró alrededor y vió que un chico se acercaba a él con la cartilla del menú en sus manos.
—Buenas noches, bienvenido... —antes de que pudiera decir más el pelirrojo le interrumpió.
—¿Tú eres Jung Hoseok?
Un tanto confundido el chico negó con la cabeza.
—Soy Hae Joon Soo, para servirle —hizo una reverencia.
Debía suponerlo, el tipo tenía el cabello negro.
—Quiero que venga Jung Hoseok, me han dicho que es muy eficiente.
El chico frunció el ceño pero aún así asintió.
—Enseguida —dijo antes de retirarse.
Taehyung sonrió cínico. «Qué fácil iba a ser esto», pensó.
Cuando vió que un chico se detuvo frente a él con una sonrisa, supuso que era él al que estaba buscando.
—Buenas noches —hizo una pequeña reverencia y luego sacó una libreta con un lapicero—. ¿ha decidido lo que va a ordenar? —preguntó amablemente.
—¿Eres Jung Hoseok? —el pelirrojo ignoró la pregunta del castaño.
Éste asintió. Taehyung no perdió tiempo y lo inspeccionó de pies a cabeza. Ciertamente el tipo no era feo, y a pesar de ver su actitud no pudo entender por qué su amiga estaba tan interesada en él. Parecía como cualquier otro chico ordinario.
Suspiró.
—Se me ha ido el hambre, pero gracias —se levantó y dejó propina sobre la mesa.
Hoseok se quedó un tanto confundido al ver la extraña actitud del chico. Parecía que él sólo había venido a ver el lugar en vez de comer. Taehyung se dirigió a paso apresurado hacia su casa debido al frío que ahora sentía en las manos y a pesar de la buena actitud que Hoseok tuvo con él, seguía pensando que no era lo suficientemente bueno para su querida amiga.