—¡Papá! —gritó el pequeño corriendo a los brazos del hombre que cuando lo tuvo cerca, lo levantó dándole vueltas.
—¿Cómo estás pequeño? ¿Te portaste bien? —le preguntó con una sonrisa.
El pequeño asintió contento y le besó la mejilla causando ternura en él.
—Obedece a mamá, ¿sale? —le indicó con voz suave y el pequeño volvió a asentir.
Hoseok, que miraba la escena desde una banca donde se encontraba sentado, sonrió. Aquel momento le causó tanta ternura que deseó ser él quien estuviera en esa situación pronto.
—¡Amor! —canturreó su esposa acercándose a él y abrazándolo por detrás.
—¿Qué dice Jessi?
—Estaba probándose su vestido que le llegó hace unas horas, está muy contenta —sonrió.
—Me alegro mucho, se ve que Yoongi la quiere mucho.
Krista asintió dándole la razón.
—Falta poco para la boda, no puedo creer lo rápido que pasa el tiempo.
—Y nuestro amor sigue —dijo con una sonrisa radiante levantándose y dándole un pequeño beso en los labios.
Tenían tres años de casados y ambos eran muy exitosos, Hoseok es un reconocido cirujano mientras que Krista trabajaba en una editorial haciendo lo que le gustaba.
Después de graduarse decidieron casarse y vivir en la casa que Hoseok compró para ambos, y en donde eran muy felices juntos. Como todas las personas normales solían discutir de vez en cuando, pero nada que no pudieran solucionar. Definitivamente eran el uno para el otro. El año pasado Krista quedó embarazada, pero desgraciadamente a los dos meses tuvo un aborto natural en donde perdió al bebé. Ambos que estaban tan ilusionados por la llegada del niño, se sintieron devastados ante la noticia, ¿y cómo no?
Sin embargo, gracias al apoyo de sus amigos y familiares pudieron salir adelante hasta superar esa difícil situación.
Por otro lado, Jessica estudiaba gestión empresarial en donde conoció a Min Yoon Gi, un hombre con el que al principio peleaban por todo, se odiaban ya que ambos eran igual de testarudos, pero como dicen “del odio al amor solo hay un paso” y ahora están organizando su boda después de aceptar lo mucho que se amaban.
Aileen y Jimin tenían un año de casados, les costó mucho tomar ese paso. Ambos no querían reconocer que se amaban de verdad, ya que habían pasado por algunas peleas anteriormente, pero al darse cuenta que ésas solo reforzaron más su relación, decidieron formar una familia como tanto habían deseado interiormente.
Emily por otra parte estaba resignada a nunca encontrar el amor de su vida, y tras comenzar a trabajar como psicóloga en un negocio que con mucho esfuerzo abrió, conoció a Jin. Un hombre que desde el principio le volvió loca y que con el tiempo ambos terminaron enamorádose. Tenían una historia similar y congeniaron perfectamente. Hoy en día están comprometidos y felizmente juntos.
Taehyung, al principio parecía que iba a seguir soltero por mucho tiempo más, no por algo tenía la finta de ser un soltero empedernido. Pero luego de conocer por parte de su hermano a una chica dos años mayor que él, terminó enamorado al punto de dejar a un lado su torpeza y aprender a cocinar decentemente ya que la chica había estudiado gastronomía y tenía un pequeño local que acababa de abrir. A ella al principio no le hacía mucha gracia tratar con un cínico como él, aunque después, como todas “tarde que temprano” terminó enamorada de su dulce sonrisa y su tan gastado humor negro. Ahora son novios y juntos están expandiendo su exitoso negocio.
Todos habían encontrado su camino en la vida y eso era algo que motivaba y daba razones para seguir luchando y no rendirse tan fácilmente.
—Amor —le llamó Hoseok dulcemente y tomó sus mejillas con suavidad.
—¿Sí? —ella lo abrazó por la cintura y sonrió esperando su respuesta.
—En unos días me daré un pequeño descanso y, quisiera que fuéramos de vacaciones a Japón.
—¿Hay algo en específico que quieras celebrar? —preguntó curiosa.
—No, la verdad sólo quiero estar contigo y darnos un pequeño gusto —sonrió.
—Pues yo sí que tengo algo que celebrar.
—¿Ah, sí? —la miró confundido—. ¿Y qué es?
La castaña se separó de él un poco con una sonrisa, para tomar sus manos y colocarlas sobre su vientre. Hoseok la miró sorprendido imaginándose lo que pasaría a continuación. ¿A caso era su mente tan voladora e ilusa que estaba jugando con él? o, ¿ella quería decir lo que él se estaba imaginando?
—Kris, ¿a caso... —empezó inseguro y la mujer al no poder contener más su felicidad chilló y rió asintiendo frenéticamente.
—¡Sí, sí, sí! ¡Vamos a ser papás!
El hombre dió un salto emocionado y con una sonrisa en sus labios cargó a su amada esposa con cuidado y la abrazó aún riendo de alegría.
—¡Amor no sabes lo feliz que me hace esa noticia! —exclamó y la besó intensamente.
Ella le correspondió y juntos siguieron demostrándose el amor que se tenían y que ahora compartirían con el ser que durante unos meses llegaría a sus vidas como una bendición.
Una verdadera bendición...
¿Quién lo diría? Llamar servicio a domicilio para que te lleven tu comida favorita y encontrar al amor de tu vida ahí... en la puerta de tu casa.
