—¿Estás listo? —preguntó Krista mientras agarraba la mano del castaño.
El suspiró dos veces más y asintió. Había estado un tanto nervioso ese día, debido a que quería dar una buena impresión a los papás de la chica. Pero más que nada esperaba que lo aceptaran como el futuro novio de su hija.
Había estado dándole vueltas al asunto y creía que era hora de dar un paso más con ella. Sin más preámbulos, la castaña tocó el timbre y esperaron a que alguien atendiera.Después de unos segundos más, frente a ellos apareció una hermosa señora de cabello castaño, blanca y delgada.
Hoseok supuso que era la mamá de Krista y estuvo seguro cuando ésta habló.—Hola mamá —la abrazó.
—Hola Kris, que bella estás.
La nombrada no pudo evitar rodar los ojos ante el dramatismo de su madre. Lo decía como si llevaran años sin verse. Cuando se separaron ambas volvieron su vista a el chico.
—Mamá, él es Hoseok —lo presentó orgullosa.
Alicia sonrió y lo abrazó para sorpresa del chico.
—Qué gusto al fin conocerte —dijo cuando se separó.
—El gusto es mío, señora.
—Oh no, llámame Alicia, tampoco estoy tan vieja —lo reprendió divertida.
—De acuerdo Alicia —le sonrió cortés.
Ésta los hizo pasar y esperaron en la sala mientras preparaban la mesa. Entonces un señor alto y de cabello oscuro apareció frente a ellos.
—¡Tom! —exclamó Krista levantándose para saludarlo.
—Hola Kris, que alegría verte —la abrazó cálidamente.
—Lo mismo digo —respondió y se volvió hacia el chico que permanecía callado—. mira, él es...
—Tú debes ser Hoseok —dijo Tom antes que Krista pudiera terminar la oración. Amable, le extendió una mano y le dió una palmada en el hombro—. Ustedes están saliendo, ¿no es así? —les dedicó una mirada pícara para vergüenza de ambos.
Tom rió internamente. Todavía recordaba cuando era un jovencito y solía sonrojarse por cualquier cosa. Ahora, sin embargo, podía burlarse de ellos al ponerlos en este tipo de situaciones. Ventajas de ser un adulto.
—Eh, iré a ayudar con la mesa —se excusó Krista yendo a la cocina.
Pronto Hoseok y Tom comenzaron una interesante plática sobre deportes. Finalmente, hombres.
Luego Jessica llegó y se presentó. Tuvo que reconocer lo agradable que era el castaño. Sabía que su hermana le quería mucho, lo que entendía perfectamente, y estaba muy feliz por ella, así como también sabía que Hoseok no se le declaraba aún por lo que decidió darle algunas indirectas ganándose la fulminante mirada de su hermana.
La cena estuvo tranquila llena de pláticas, comentarios y risas por parte de todos. Krista se sentía feliz de que sus padres no hubieran dicho nada imprudente hasta el momento que pudiera ofender a Hoseok, pues su mamá podría llegar a ser de lo más indiscreta la mayor parte del tiempo.—Fue muy original la forma en que se conocieron —comentó Jessica.
—Si, así es —se apresuró a hablar Krista. No sabía lo que su hermana pretendía al decir esas cosas, pero la conocía y casi podía jurar que ella tenía un propósito.
—Y... llevan dos meses saliendo, ¿no? —volvió a preguntar la menor.
—Eh, sí —contestó Hoseok.
A diferencia de Krista él no se sentía nada incómodo. Sabía lo que pasaría al final de la noche, por lo que no se quería apresurar. Él tenía sus propios planes y estaba casi seguro de que Krista no tenía ni la menor idea.
—Nos estamos conociendo —aclaró Krista rogándole al cielo porque su hermana se detuviera de una vez.
—No creen que es tiempo de que ustedes...
—¿Puedes ir por más agua cariño? —le pidió Alicia a la menor, interrumpiéndola.
—Bien —masculló y a regaña dientes se levantó de la mesa.
Krista suspiró internamente, aliviada de que Jessica dejara sus comentarios. Al final, su
madre había hecho una buena acción.•°•°•
—¿Qué te pareció mi familia? —preguntó Krista al llegar a la puerta de su casa.—Es muy agradable, me gustó —contestó sincero.
—Lamento los comentarios de mi hermana, ella aveces es muy...
—No para nada —le interrumpió—. de hecho quería hablar contigo.
Estas palabras hicieron que los nervios crecieran dentro de ella. En realidad, aquella oración le causaba nervios a todo el que la oía. ¿De qué rayos quería hablar? ¿Debía preocuparse? Él había dicho que le gustó su familia, ¿no? ¿Entonces a qué le debía temer?
—¿Sobre qué? —se animó a preguntar, tratando de sonar tranquila.
—Estos meses que hemos estado saliendo, han sido los mejores para mí, y puede que sea algo apresurado pero debo decírtelo ahora.
Tragó saliva.
—Yo te quiero —continuó hablando suavemente—. Y me gustaría que nuestra relación diera un paso más —se aclaró la garganta—. quiero decir que... Hum...
Tomó sus manos y Krista se dió cuenta que sudaban, estaba nervioso, éste gesto de alguna manera le llenó de ternura. Claro que quería a Hoseok y esperaba que este momento llegara.
—¿Quieres ser mi novia? —preguntó esperanzado.
Krista por un momento sintió que todo se detenía, no podría estar más feliz ahora, sin embargo, los comentarios de su hermana llegaron a su mente como dardos, lo que hizo que malinterpretara las cosas. ¿A caso Hoseok le pedía aquello sólo porque su familia lo presionó? No, ella no podía con esos pensamientos.
Regresando a la realidad, soltó sus manos abruptamente.
—Hoseok yo... No puedo hacerte esto —habló con la voz temblorosa y negó dejando al chico desconcertado—. No puedo.
•••
Esta bien mensaaaa:'c no la odien esto es necesario u.u
Espero les guste el capitulo! Gracias por leer 💜🌸