Capitulo 16

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El timbre sonó y de inmediato una sonrisa se formó en los labios de la chica.

Sabía quién era.

Había pasado un mes desde la cena que había preparado para él, y ambos se miraban en los ratos libres que el chico tenía. Había veces en las que se escapaba cuando debía hacer entregas, sólo para verla.

—No recuerdo haber pedido una pizza —Krista se llevó un dedo al mentón, pensativa.

—Cortesía de la casa —bromeó el chico y se acercó a ella para besarla.

—¿Te escapaste otra vez? —preguntó cuando se separaron y llevó sus manos detrás del cuello de Hoseok.

—No, hoy me dolía un poco la cabeza y me dejaron salir antes —sonrió.

Krista de inmediato se preocupó y llevó una mano a la frente del chico.

—¿Te duele mucho? —preocupada, no dejó que contestara porque enseguida lo hizo pasar y lo llevó a la sala—. siéntate, te traeré una pastilla.

—No es nada, estoy bien —intentó detenerla.

—Por favor, déjame cuidar de ti —le pidió mirándolo a los ojos y Hoseok asintió resignado.

—De acuerdo.

En verdad Hoseok no se sentía tan mal, sólo era cansancio ya que no dormía las horas que debería por su trabajo y la facultad. Aún así, no se desanimaba y trataba de siempre hacer las cosas con gusto.

Krista volvió con un vaso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza. Se las ofreció al chico y el agradeció el gesto.

—Te hice algo —dijo ella y se dirigió nuevamente a la cocina.

Regresó con una rebanada de pastel de chocolate sobre un plato.
Hoseok se puso a pensar que él no tenía detalles así con ella.

—Delicioso —sonrió después de probarlo—. ¿quién te enseño a cocinar tan bien?

La chica se ruborizó.

—No es broma, todo te sale bien, la comida, los postres, ¿que más sabes hacer? —preguntó el castaño mientras continuaba devorando su pastel.

—A mi abuela le gustaba mucho la repostería, tenía su propia pastelería —se encogió de hombros—. Este pastel lo hice con mi hermana en la tarde.

—Me encantó, dale las gracias a tu hermana de mi parte.

Krista sonrió pero una idea pasó por su cabeza: Hoseok aún no conocía a su familia.
En un tiempo atrás hubiera pensado que era demasiado pronto pero ahora llevaban saliendo dos meses. Ya era hora que lo presentara, aunque no sabía muy bien como decírselo al chico.

Le había mencionado a su mamá sobre él y al parecer no le molestó la idea de que trabajara en una pizzería y de camarero.
Eso no era malo, pero muchas personas arrogantes no pensaban lo mismo.
Como Taehyung por ejemplo. No lo había visto hacía una semana ya que tenía muchas tareas que hacer por la universidad. Al parecer los maestros no se cansaban de encargar cosas.

El pelirrojo había estado observando a Hoseok de cerca, miró que era trabajador y cuidaba de Krista. Hasta ahora no había intentado nada en contra de su "relación" o como se llamara lo que tenían. Sólo no le seguía agradando y hacía de vez en cuando comentarios sarcásticos que Hoseok prefería ignorar.

—Claro —asintió.


•°•°•


A la mañana siguiente, Krista tuvo unas horas libres y decidió sorprender a Hoseok en su hora de comida. Le preparó una ensalada de pollo y se quedaron de ver en una plaza cerca del trabajo de él.

—¿Sabes? hablé con mi mamá esta mañana y... —Hoseok apartó la vista de la ensalada y la posó en Krista que comenzaba a hablar—.
Dijo que quiere conocerte.

Ella aguardó en silencio esperando la reacción del chico, y ciertamente, no era la que esperaba. Krista había pensado que él se pondría nervioso e incluso se negaría, lo que entendía, pero no era así, él la miraba con una sonrisa y dentro de sí pensaba que había esperado tanto el momento en que Krista le dijera eso.

—¿De verdad? —preguntó intentando ocultar su emoción, porque era emoción la que destilaba por sus ojos.

—Si, si no quieres está bien, yo...

—No no no. Es perfecto, si quiero conocer a tus padres —dijo aún gustoso y ensanchó más su perfecta sonrisa.

Ella no podría sentirse más feliz. Pensó en qué se había sacado la lotería con ese chico... ¿A quién quería engañar? Era inlcuso mejor que ganarse la lotería.

—Bien entonces, le diré a mi madre.

—Si quieres puedo pedir permiso mañana mismo. No necesariamente tiene que ser en domingo —le sugirió el castaño, provocando aún más felicidad en ella, ya que él estaba más que dispuesto en ir y no le importaba que le descontaran un día de trabajo. Jamás se había sentido tan segura respecto a un chico en toda su vida.

—¿Estás seguro?

—Claro que si, por cierto te traje algo.

Sacó una caja de chocolates de su mochila y se la ofreció a la chica, la cual lo miraba curiosa.

—Gracias y... —le miró con curiosidad—. ¿Cuál es la ocasión?

—Quería que disfrutaras algo de mí —le miró expectante.

La chica se quedó embelesada por un momento, antes de abalanzarse a los brazos del chico. Su chico.

Por Dios! Como amo a Hoseok:3
Aquí otro capítulo, gracias por leer! 💕☺

El Chico De La Pizza → HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora