Parte 6: ¿un beso es un problema?

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Después de lo que dijo Alejandro, no he podido concentrarme mucho y eso es peligroso porque estamos en el lago y hay estudiantes dentro del agua.

–¿Estás bien?

–Si, Mike, es solo que...

–¿Algo está comiéndote los sesos? –Sonrío.

–Exacto.

–Pues no sé qué sea, pero si quieres hablar, estoy para ti.

–Gracias Mike.

–Señorita Blake, ¿No quiere nadar?

–No Alejandro, gracias.

–Vamos Mía, diviértete, yo te acompaño si quieres. – Mierda Mike, no ayudes.

Sonrío excusándome, pero para Mike no es suficiente y sigue insistiendo hasta que acepto entrar al agua.

Cuando me dijeron que vendría al campamento busqué como loca entre mis trajes de baño alguno que fuera apropiado, pero no encontré nada, todos eran bikinis, unos más cortos que otros. Así que opté por un bikini no tan pequeño y unos pantalones cortos con una blusa corta de tirantes encima que solo dejaba ver una parte de mi abdomen y mis piernas. Seguía siendo un poco inapropiado, pero era más aceptable que solo llevar el bikini.

Caminé junto a Mike hasta el lago y me sumergí poco a poco. El agua estaba tibia y la sensación que producía era muy placentera.

Estuve nadando un rato con Mike hasta que comenzó a oscurecer.

El lago estaba en una parte despejada de árboles, lo que hacía que la luz del sol tardara más en desaparecer, pero finalmente lo hizo y era hora de irnos.

Salí del agua y caminé hasta donde Mike y yo habíamos dejado las toallas.

Una vez me hube colocado la toalla comencé a llamar a todos para que salieran del agua. Me cercioré de que todos hubieran salido y nos dirigimos a la cabaña.

Voy a agradecer que cada habitación tenga dos baños y que no tenga que lidiar con adolescentes para poder tomar una ducha.

Mike se había ido a su cabaña, se alojaba junto con Erick Rossmonth con los de primero debido a que son lo que pueden generar más problemas.

Tomé una ducha de al menos media hora y salí del baño en ropa interior para poder vestirme.

Hacía algo de calor por el momento y me puse unos pantalones cortos de mezclilla y una blusa de manga larga fresca color rojo.

–Oye Mike. –Dije por el radio-comunicador.

–Dime.

–¿A qué hora vendrás a encender la fogata?

–Creo que en una hora y media, a las nueve y media aproximadamente.

–Genial. Te veo entonces.

Opté por dejar a los chicos en paz un rato. Les pediría luego que juntaran los troncos para hacer la fogata.

Me tiré en la cama y comencé a leer para matar el tiempo. Cuando faltaba media hora aproximadamente para que Mike apareciera para encender la fogata, fui a buscar a algunos chicos para que me ayudaran a mover algunos troncos.

Me acerqué a una habitación y encontré a Ethan y Adam en las camas charlando.

–Chicos. –Dije un poco apenada por interrumpirlos.

–Señorita Blake, ¿Necesita algo? – Preguntó Ethan.

–De hecho, quiero saber si ustedes podrían ayudarme con algunos troncos para la fogata. Están todos amontonados atrás de la cabaña, pero debemos moverlos aquí enfrente para poder juntarlos.

–Seguro. Iré a llamar a Ale y a Ned para que ayuden. –Dijo Adam mientras se ponía de pie y salía de la habitación.

–Estaré afuera de la cabaña. – Le digo a Ethan y me dirijo a la puerta de la cabaña.

Al cabo de unos minutos aparece Adam, Ethan, Ned... y un Alejandro muy guapo sin camisa con el cabello mojado.

Podía ver los obviamente trabajados músculos de su abdomen, no eran demasiado grandes como para verse repulsivos, simplemente se ven marcados y muy atractivos.

–Los troncos están atrás, hay que moverlos todos hacia aquí adelante para poder ir tomándolos de a poco para hacer la fogata. –Les indico un poco nerviosa. Comienzo a caminar hacia una parte techada atrás de la cabaña donde se encontraban los troncos para evitar que se mojaran.

Comenzamos a mover los troncos hacia la parte de enfrente de la cabaña.

Mientras que yo movía dos troncos en cada viaje, los chicos movían entre cuatro y cinco. Vaya que tienen fuerza. Al parecer, entrenar para el equipo de baloncesto les había dado eso.

Cuando estábamos llevando los últimos troncos apareció Mike que inmediatamente se ofreció a cargar los troncos que yo llevaba.

Él y los chicos juntaron algunos troncos al centro de un espacio libre frente la cabaña y Mike encendió rápidamente el fuego.

–Iré a llamar a todos para que salgan a la fogata. –Informo antes de desaparecer dentro de la cabaña.

–Yo iré a ponerme algo encima. –Alcancé a escuchar a Alejandro.

–Chicos. –Grité desde el salón comunal –. Es hora de la fogata.

La mayoría salió rápido. Algunos rezagados necesitaron que fuera a sus habitaciones directamente para sacarlos. Pero Alejandro no salía, era el último y me parecía extraño considerando que había dicho que solo iría a ponerse algo, aunque tal vez ya había salido y yo no lo había visto.

Caminé hasta la habitación es la que estaba alojado y cuando me hube parado en la puerta no lo veía.

–¿Alejandro? – Dije entrando a la habitación. Lo encontré sentado en el suelo con algo entre las manos –. Alejandro, ya todos salieron a la fogata.

–Lo siento señorita Blake, encontré un pequeño camaleón en la ventana y no pude evitar tomarlo.

–Bueno déjalo, debes salir.

–Oh si, perdón. –Lo dejó al lado de la ventana y se giró hacia donde me encontraba y parecía dispuesto a salir, así que me hice a un lado para dejarle espacio. Pero tomó mi cintura y me atrajo hacia sí plantándome un beso en los labios, fue un beso corto, rozó su lengua sobre mi labio inferior, todo fue tan pronto que no tuve tiempo ni de resistirme, ni de corresponderle –. Lo lamento señorita Blake, pero quise hacer eso desde que la vi por primera vez, y necesitaba hacerlo.

Luego de eso, salió de la habitación dejándome totalmente anonadada.

***

Hola!

solo quiero decir que en realidad no iba a subir cap hoy pero una personita me convenció. Guadalupitos, si lees esto quiero que sepas que lo hago solo porque de verdad te quiero.

También quiero avisar que los días que subiré cap serán los viernes. También en mi otra historia, lo digo para que nadie comience a entrar en desesperación cuando no vean cap los primeros días de la semana.

Espero estén disfrutando la historia.


Un estudiante peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora