Parte 12: Es peligroso Mía, recuerda eso

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Maratón 3/3

Último día del campamento.

La verdad es que el día ha sido muy tranquilo, hoy fue día de pesca deportiva en el lago y todos los se divirtieron, sobre todo los chicos. Ellos se la pasaron lanzándoles a las chicas las carnadas vivas.

Fue extraño por un momento. Alejandro se comportaba de una manera extraña, pero luego volvió a ser el mismo de siempre, el de los primeros días del campamento y eso me agradó mucho.

Pero lo importante hoy no es la actividad del día, sino la fogata final. Esa donde todas las cabañas se reunirán y vamos a pasar tiempo juntos. Es lo mejor del campamento.

Falta exactamente una hora para la fogata y todos los profesores estamos preparando la comida y las cosas para esta noche.

Es la primera vez que veo a Mike desde que lo corrí de mi habitación. No me ha dirigido la palabra, y la verdad es que tampoco me hace falta que lo haga. Me importa una tremenda mierda lo que haga, fue una mala idea acostarme con él.

Cuando terminamos, voy a mi habitación para tomar una ducha antes de la fogata, me quedan veinte minutos para relajarme un poco en mi baño.

Tras ponerme un pantalón de yoga negro y una sudadera bastante grande color azul un poco desteñido por el uso, salgo de mi habitación y desde el salón comunal anuncio que es hora de salir a la fogata de despedida.

Los chicos salen más corriendo que andando hacia la fogata, es obvio que a todos les emociona la fogata. Hasta a mí me emociona y eso que no soy estudiante.

La fogata comienza normal, cada quien hablando con quien quiere de lo que quiere hasta que los mismos chicos deciden que es hora de comenzar con las historias de miedo. Comienza un chico de segundo contando una bastante entretenida de un niño que al cambiarse de habitación resulta durmiendo con un espectro que habitaba en su pared.

Tras un par de horas entre risas por las historias y pequeños gritos de terror por las chicas, deciden cambiar a las canciones.

Comienza Adam cantando Let her go de Passenger, siguieron algunas chicas y algunos chicos de otros cursos cantando canciones que no conocía, o algunas que sí, solo algunas.

De pronto, Alejandro se puso en pie y pidió la guitarra que Kyle había estado tocando hasta entonces. Se sentó en un tronco aparte y comenzó a rasgar las cuerdas lentamente en una introducción que me parecía conocer.

–Cantaré una canción un poco lenta, espero les guste:

"I don't have much to give, but I don't care for gold

What use is money, when you need someone to hold?

Don't have direction, I'm just rolling down this road

Waiting for you to bring me in from out the cold"

Oh santa mierda.

–"You'll never know the endless nights, the rhyming of the rain,

Or how it feels to fall behind and watch you call his name

Pack up and leave everything,

Don't you see what I can bring

Can't keep this beating heart at bay

Set my midnight sorrow free,

I will give you all of me

Just leave your lover, leave him for me.

Leave your lover, leave him for me."

Mierda. Alguien que me mate, por un demonio. Me está viendo. No es una mirada casual, es una maldita mirada directa que solo desaparece cuando parpadea.

–"We sit in bars and raise our drinks to growing old

Oh, I'm in love with you and you will never know,

But if I can't have you I'll walk this life alone,

Spare you the rising storms and let the rivers flow

You'll never know the endless nights, the rhyming of the rain

Or how it feels to fall behind and watch you call his name"

Un rayo, una serpiente, un árbol... ¡Lo que sea! Solo quiero morir en este instante.

–"Pack up and leave everything,

Don't you see what I can bring

Can't keep this beating heart at bay

Set my midnight sorrow free,

I will give you all of me

Just leave your lover, leave him for me

Leave your lover, leave him for me.

Leave your lover, leave him for me."

Es tan jodidamente intenso. Su mirada me penetra como si me estuviera grabando las palabras con fuego en el alma.

Lo más intenso de todo es que en cuanto terminó la canción, no separó su mirada de la mía, ni siquiera cuando algunas chicas se le acercaron para alabarlo.

Sigue viéndome a mí, y yo lo veo a él.

Siento que estoy viendo algo más que sus ojos, algo más que su persona. Siento que estoy viendo su alma, y al hacerlo, él ve la mía.

Es peligroso Mía, recuerda eso.

*****

Hola! pues bueno, ¿qué les pareció el maratón? es para que me disculpen por tardar tanto en subir, esta semana haré una maratón de mi otra novela, Mientras te encuentro, aún no sé de cuántos capítulos porque tengo más tiempo de no escribir en ella, espero se pasen a leerla y me dejen su opinión en un comentario. 

¡Haré todo lo posible por escribir a tiempo esta semana y subir la actualización! lo prometo.

Gracias por leer.

Un estudiante peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora