Maratón 2/3
Estoy en mi apartamento luego de las clases, han pasado tres días y Alejandro sigue sin aparecer. Los maestros aún no podemos llamar a sus padres, la escuela tiene una regla de privacidad, no podemos llamar para averiguar por un estudiante a menos que lleve ausente una semana, pero cuando veo a sus amigos, pregunto por él.
Nadie sabe nada de él.
Comienzo a preocuparme por si le ha pasado algo.
He dormido poco pensando en lo de Alejandro, lo de la editorial, y hace unos días, Mike volvió a insistir en que salga con él.
Me quedo dormida en el sofá de la sala. Luego de una taza de té que relaja mis nervios.
Tocan la puerta y medio dormida me acerco a abrirla.
Mientras intento despejarme, una sombra entra a toda prisa a mi apartamento.
Es Alejandro.
Lleva mala pinta, parece que no ha dormido hace días y está pálido.
Sigo intentando entender lo que hace aquí, pero no por mucho.
–Necesito su ayuda.
Mi asombro queda más que claro por el simple hecho de no responder.
Le indico que se siente en el sofá que hace pocos minutos ocupaba yo.
Se sienta y toma una fuerte bocanada antes de hablar.
–Antes de venir aquí, conocí a un chico, no era muy buena influencia, tuve algunos problemas y cuando quise salir de ellos, el jefe me tenía acorralado, de no ser por el traslado de papá no habría podido huir, pero me encontraron. Mis padres están de viaje y vuelven dentro de tres semanas. No fui a clases porque intentaba resolver los problemas. No fue posible, y cuando volví a casa, habían unas personas esperándome, no me vieron, así que huí, no puedo ir con mi mejor amigo, sería demasiado obvio. Necesito que me ayude.
ESTÁS LEYENDO
Un estudiante peligroso
De TodoSi enamorarse es peligroso, lo es más cuando tu carrera y tu futuro están en juego. No está bien todo lo que hacemos ¿está bien todo lo que sentimos? No sé qué pensar al respecto. No puedo verlo como algo más, es mi alumno. Es peligroso. Es ilegal...