"Los Nuevos Vecinos Llegaron"

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Acababa de regresar de la escuela, José, el chofer había ido por mi y por los menores.

Como teníamos tarea grupal, mis compañeros llegaron después.

Cuando les abrí la puerta, vi que los de la nueva casa, estaban instalando sus cosas, muebles y electronica, más que nada, cosas pesadas.

Tal vez para mañana ellos ya estarían allí viviendo.

Volví a saludar a la señora y ella me devolvió el saludo con una sonrisa, esta vez solo estaba ella.

Entraron algunos de mis compañeros y Sheyla, mi mejor amiga.

Teniamos que hacer una maqueta, cuando la terminamos, celebramos con helado.

Ya era un poco tarde y a mi mejor amiga la dejaron quedarse a dormir, mi mamá y su mamá se llevaban bien, se conocieron en una exposicion de no se que cosa de las empresas. Asi que le tenian confianza.

Nos dormimos bastante tarde, afuera de mi ventana habia un corredor con un barandal, estaba parada ahi, viendo las pocas estrellas que quedaban en el cielo.

-estupida contaminación.-murmuré.

Sheyla salió a donde yo estaba, hablabamos sobre los osos polares y sus hogares, cuando sentí que alguien me miraba, crei que era Sheyla, pero ella seguia viendo las estrellas junto con la luna.

Bajé mi mirada, y ahí, en la nueva casa había unos ojos azules, era un chico o chica quien me miraba, sus ojos resaltaban en la oscuridad donde se encontraba.

Al ver lo estúpida que me veia al estar viendo sus ojos, frunci el seño, tomé a Sheyla del brazo y nos metimos en la cama para dormir.

Mañana era el último día de clases, salíamos de vacaciones de Verano, ese periodo donde pasamos de un grado a otro.

Pensar que iba pasar a tercero me emocionó.

Siempre me hizo ilusion eso, el crecer, sabia que estaba lleno de cosas feas, decepciones, crueldades, ver la realidad, responsabilidades. En fin, todo un mundo nuevo, pero si maduras rápido, haces cosas muy buenas con tu vida.

Solo hay que saber aprovechar la adolescencia, despues de todo, solo se vive una vez.

Pensando en eso, me quede dormida.

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Salimos de la escuela, me encantaba la idea de que salí con una gran victoria.

Sacamos 10 en la maqueta.
10 en ingles
10 en matematicas, español, fisica. Todo, excepto en Formacion Civica y Etica, esa señora profesora nos habia puesto 7 a todos.

Nos prometimos con Sheyla salir una que otra vez, casi siempre eramos nosotras 2. No tenía muchos amigos.

Llegó José por mí, y me fui a mi casa.

Cuando bajé del auto, me di cuenta que la casa de enfrente ya estaba habitada.
Había movimiento allí.

Entré a mi casa, para mi sorpresa, encontre a mi madre en la cocina, junto a Conchita, llevaban un mandil y estaban batidas por toda la cara.

Conchita era ya un poco mayor, tenia canas, era gordita, blanca, no muy chaparrita, y siempre andaba muy cariñosa con nosotros.

Mi madre se dio cuenta que Mabel, Dipper y yo entramos a la cocina.

Nos saludó y empezó a decirme:
-Dan, mas tarde, cuando la tarta este lista, y ya esten aquí tus hermanos, quiero que vayas junto con ellos y les des la bienvenida a Los Nuevos Vecinos. ¿Entendiste?

Mi madre parecía que quería quedar bien siempre con todos.

Bueno, toda mi familia era asi, menos Dipper y yo, nosotros eramos los Antisociales que les interesaba mas la naturaleza que la gente.
No digo que la gente no sea importante, porque lo es, pero sin embargo, nos importaban más los animales y la naturaleza.

Dimitrio siempre fue muy inteligente con este tipo de cosas, nos enseñabamos entre los 2.

Me gusta estar con el, siempre tenemos de que hablar.

-pero mamá, tengo mucha tarea para mañana.-menti.

-Dan, no te hagas la tonta, saliste hoy de Vacaciones al igual que todos, puede que no este mucho tiempo en casa pero estoy pendiente de ustedes siempre.

De pronto se escuchó que abrieron la puerta.

Era Valeria y Alejandro que entraron peleando.

-ustedes son los que son unos estupidos!.-chillo Valeria.

-callate, siempre me dejas mal con todos. Por eso no sobresalgo, me mantienes como Daniela!.-grito Alejandro.

Ok, en primera eso dolió. Pero estaba acostumbrada a que me dijeran cosas aún peores y en mi cara.

Cuando Alejandro me vio, abrió mucho los ojos.

Valeria soltó una pequeña risita y quedo viendo a Alejandro, al igual que todos.
Sabían que la había cagado.

-Dan, no quise deci- le corte la palabra.

-dejalo asi. -dije en tono serio, traté de mostrarme fuerte, aunque sabía que mi voz estaba quebrada, me dolía que me dijeran todo lo malo de mi, todo lo que yo misma odiaba.

Odiaba que me lo dijeran. Odiaba recordarlo, odiaba en estos momentos a mi hermano.

-Con permiso.- dije mirando a mis hermanitos, mi madre y Conchita.

Camine lo mas firme que pude, pero las lagrimas ya estaban cayendo, asi que decidí correr.

Lo último que escuché fue un... "Daniela espera!" De parte de mi hermano mayor quien me seguía detrás mio.

Corrí hasta llegar a mi habitación y me encerré, escuché tocar la puerta, y a mi hermano decir que lo lamentaba.

Pero exactamente eso es lo que odiaba en esta maldita vida!.

Que cometes un error, y quieres que con un maldito perdón se solucione todo y que hagamos como que aquí no paso nada, no funciona asi!, no debe ser asi, no al menos cuando sabes que a la otra persona le dolió mucho.

Mis enojos no duraban ni una ni dos horas, la ultima vez que me enoje, duró una semana y 3 días.

Y fue porque Valeria le encantaba ponerse mi ropa, aun sabiendo que no eramos de la misma talla.

Muchas blusas se me estiraron por su culpa.

Pero mi favorita, la que acababa de comprar, la que ni yo misma habia estrenado, ella se la puso y la rompió!.

Era de un estampado de una Jirafa! hermosa, realmente Hermosa, ademas era de Coleccion limitada, se tenia que mandar a pedir, y me costo muchisimo, por que, practicamente era como tipo sorteo.

Y ella sin mas la rompio! Aun cuando siempre le decia que no me gustaba que se pusiera mi ropa.

Justo a la semana y 3 días, ella me consiguió una igual, me la dejo en mi cuarto, junto con una carta, donde me pedía perdón y me prometía que no se volvería a poner mi ropa, no almenos sin pedirmela prestada.

Esa vez, fui a su cuarto, la abrace, conversamos, lloramos, reimos, y nuestra relacion mejoró todavía más.

Pero esta vez, estaba realmente enojada.
No salí de mi cuarto por un buen rato.

Solo recordaba sus malditas palabras.
Mucha gente me lo habia dicho antes, pero que mi propio hermano me lo dijera, me dolió, y mucho.

Ni siquiera supe si ellos fueron a dejar la tarta, en realidad, me daba igual.

Gracias a mi refrigeradorcito, cuando me dio hambre, comí una rebanada de pizza y agua pura.

Los Nuevos Vecinos♡ [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora