"La Construccion"

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Casi nunca prestabamos atencion a la calle, así que cuando fuimos a la cochera por el carro y salimos, ninguno de nosotros vio algo extraño.

Yo estaba concentrada en la explicacion de Alejandro.

Valeria iba tomandose selfies, publicandolas, básicamente se la paso en el celular hasta que llegamos a la plaza.

Cuando nos bajamos, Mabel y Dimitrio comenzaron a correr por los pasillos.
Nadie hizo algo por detenerlos, eramos reconocidos en este lugar.
En algun punto sentí unos brazitos al rededor de mi cintura, era Mabel.
Me miro tan tiernamente, que sabia que queria algo.

Valeria llevaba el dinero, pero las cosas me las pedian a mi.

Yo la seguí hasta una tienda de juguetes, en un pasillo estaban cosas de ponys, ella ama a los ponys, su parte del cuarto era rosa con unicornios y ponys pegados.

-se parece mucho a ti. -dijo un muchacho que se me acerco de pronto.

-ah, jaja. Si pues. -dije sin más.

-que cortante, por eso no tienes amigos.

-¿que puedes saber tu de mi? Ni siquiera te conozco.

-tal vez, pero se que eres muy antisocial.

No dije nada, no queria pelear. Yo no peleo, o al menos lo evito.

-con permiso. -dije mientras tomaba la mano de Mabel.

Sentí que alguien me jalo del brazo.
Me volteé ya con el ceño fruncido.

-¿se te ofrece algo?-le pregunté con seriedad.

-sí, tú número. -dijo mientras me hacia una mueca pervertida.
Muchas veces habia tenido que pasar por este tipo de cosas, al igual que mis hermanos.

Por suerte eramos reconocidos en casi todos los lugares, asi que si nos molestaban, se largaban de la tienda. Lo cual era algo muy chulo, a mi punto de vista.

El gerente de la tienda se nos acerrco.

-¿la está molestando, señorita Larios?.-me preguntó.

-si, este muchacho, me esta molestando.-dije mientras señalaba a el tipo ese.

-señor, le pido se retire, y deje de molestar a la señorita.

-vale... -dijo sin más el tipo y se fue.

-¿cómo está señorita Larios? ¿cómo están sus padres y hermanos?.-dijo el gerente.

-bien, todos estamos bien. ¿y usted?

El señor gerente, se asoció con mi madre hace mucho tiempo, cuando Valeria acababa de nacer. Ella sabía que necesitaría juguetes para nosotros, y sería bueno asociarse con esta juguetería.

La cual estaba grandísima, tenía demasiados juguetes, lo más nuevo, y en cada pasillo había de diferentes cosas.

Mis hermanos tenian varias pistolas Nerf, yo por otro lado, tenia la coleccion de Nerf Rebelle, o sea, la de chicas.

Ahí fue cuando vi que tenia una buena arma al usar el arco, lo sabía utilizar bien, por lo que me metieron a clases, a mi padre le encantaba que nos superaramos, no faltó ni una vez más que me viera utilizandolo, porque ese mismo día me llevo a mis primeras clases.

Teniamos básicamente toda la colección de la marca Nerf.

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Teníamos nuestros helados, Mabel tenia su Pony, y Dimitrio un Carrito a control remoto.

No tardamos mucho, pues solo fuimos por un helado.

Pero al llegar, la comida ya estaba servida, mis papás llegaron como a los 20 minutos, asi que comimos todos juntos.

Unos martillazos volvieron a sonar, una sierra, unos carros y otros sonidos que no alcanze a distinguir bien entraron por mis oídos, y por el de todos.

-odio que esten trabajando, hacen demasiado ruido!.-dije un poco molesta.

-ya le faltan pocos detalles. -dijo mi padre.

- pues ya era tiempo, ya ni siquiera activo mi despertador, los trabajadores me despiertan siempre. -dije.

-exagerada.-dijo riendo Alejandro.

-callate!.-le grite riendo.

Unos murmuros se empezaron a escuchar.

Valeria y Mabel se ponían a hablar sobre que si vendrían chicos de nuestras edades y cosas asi.

Mi madre alcanzo a oírlos asi que comenzó a hablar ella.

-tal vez no tarden en venir a empezar a instalarse. Pero cuando eso suceda, haremos una tarta y se la llevaremos como muestra de bienvenida, e iremos todos. -dijo viéndome.

Ella sabia que odio a todo el mundo, era un poco antisocial, y mayormente nunca salía de la casa.

Mis hermanos siempre salían cuando estaban pequeños, pero yo siempre fui de quedarme jugando dentro.

Dimitrio por ese lado era igual que yo, al contrario de Mabel, ella amaba salir a la calle.

Cuando acabamos de cenar, mire por la ventana para ver la construccion, era una casa muy grande, casi tan grande como la de nosotros.

Le falta detalles, pero estaba lista para que llegaran a vivir alli.

De pronto, en un coche, salieron unos señores a hablar con los trabajadores.

La señora se metió a la casa e inspeccionó todo.

El señor daba ordenes a los empleados.
Cuando me di cuenta, Valeria, Alejandro y Mabel estaban a lado mio viendo.

Los señores nos vieron y nos saludaron con la mano.

Nosotros sonreímos e igual saludamos con la mano.

Dentro del coche se veían 2 personas más los cuales no se podian distinguir.
Pense que tal vez serían sus hijos o algo asi.
Pero no le preste mucha atención.

Cuando subí a nuestras habitaciones, vi que mi puerta estaba abierta, asi que entre cautelosamente, y vi a Dimitrio acostadito en mi cama.

-hey, ¿que haces aqui?-le dije haciendo voz de mounstro y haciendole cosquillas a la vez.

-me continuas leyendo? Mamá dijo que hoy estaba cansada y que no queria leerme.-su voz se torno triste.

-claro, vamos a leer. -le dije mientras lo llevaba a su cuarto.

Ahi estaba Mabel, con un fuerte ya preparado para jugar con Dipper.

-hey! ¿que hiciste?.-le dije a Mabel.

-Es noche de juegos!.-chillo Mabel.

-no, mañana es día de escuela y no se pueden desvelar.-dije mientras levantaba cada sábana y almohada.

-ahhhh.-sus voces eran tristes.

Pero tenian que ir a la escuela bien, no como sonámbulos.

Les leí la história, se durmieron y yo tambien me fui a dormir.

No sin antes pensar en Los Nuevos Vecinos.

Los Nuevos Vecinos♡ [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora