-esperen, ¿y yo porqué?.-me hice la desentendida.
-por el caso de la señorita Charlotte Ruiz.-el oficial fué muy claro y serio.
-hey, yo voy contigo.-me tranquilizó Bruno.
A pesar de lo que me había dicho, me sentía segura y calmada con la idea de que el me acompañaría.
-Vamos.-dije casi sin interés. Tenía ganas de irme y no volver a ver a esa tipa jamás en mi vida, pero creo que hacerla pagar por sus errores no está mal.Cuándo llegamos me hicieron dar mis declaraciones, hablar de cómo me sentía y cosas de ese tipo. Afortunadamente no me preguntaron más de lo debido.
En algún cierto punto, vi que se llevaban a esa chica a una celda, me acerqué un poco a ella justo cuándo ya la habían encerrado.
-¿¡que quieres!?.-me gritó.
-woow, en realidad me desprecias.-le sonreí.
-¿¡y como no habria de hacerlo!? Me robaste a mi novio.-empezó a llorar.
-no te quité a nadie, solamente somos amigos.-aclaré.
-eso no es cierto!-se le empezó a quebrar su voz.-Vi como se veian ambos, es obvio que gustan de ustedes mismos.-bajó la mirada.-contra ti, realmente yo no tengo oportunidad.
-No digas eso! Yo no le gusto... solo somos amigos.-traté de consolarla.
-tonterías, se nota que le gustas.-iba a decirle que eso no era cierto cuándo me interrumpió.-y que te gusta a tí también. No te hagas la estúpida, es obvio su amor mutuo. Cuando me conoció NUNCA PARÓ DE HABLAR DE TI!. TE ODIO.-me miró con tanto desprecio que supe que tendría que irme de una vez ya de ahí.
-lo lamento.-dije y me fuí.
Antes de salir para que ella me dejara de ver, entró Bruno.
-¿dónde estabas? Te alejaste de mí, eso no se hace.-pusó un brazo sobre mi hombro y salimos.
Subimos al auto, e ibamos jugando y platicando de cualquier tonteria, me encantaba hablar con él, no importaba de qué.
---☆----YA CORRELE!.-me gritaron.-no queremos presionarte pero, vamos a perder!.
-no sean pesimistas.-dije. Ya eran las competencias, y tenía que terminar de alistarme para ir a bailar, ya nos tocaba. Ibamos ganando casi todo, lo decisivo era el baile.
Con Bruno, nos obligaron a bailar bachata. Los gemelos y ángeles bailaron Hip-hop y los señores, tango.Después de todo el trabajo duro y los ensayos... perdimos. Pero nos la pasamos muy bien. Fernando no dejaba de presumirme que su equipo habia ganado.
-debí haberle apuntado a tu cabeza con el arco.-reí.
-me amas.-me sonrió Fernando.
-no más que a mi.-nos guiñó un ojo Bruno a Fernando y a mí.
-eso no es cierto.-apareció mi hermana menor.-me ama más a mi. ¿No es asi, hermana querida?.-trató de sonar lo más adorable posible.
-claro que no, es a mi.-dijo un chico que apareció de pronto.
-¿y tu eres?.-preguntamos todos.
-oh, creí que era una especie de competencia.-el chico se largó despues de eso.
Todos nos miramos extrañados, por un lado apreciaba que él hablara sin conocernos, eso hizo que nos distrajeramos de la babosada de "a quien ama más Daniela".
-si me amas más a mi, ¿verdad?.-me susurró Bruno. Yo le empujé levemente mientras reiamos.
-quizás.-le susurré segundos después. El puso una mano alrededor de mi hombro, y yo puse una en su espalda.
-no puedo creer que ya falta un solo día para que todo esto acabe.-dijo haciendo que yo recordara que me tendría que venir a México de nuevo, y que ya no lo iba a ver.
-espera, eso es cierto.-bajé mi mirada.-no me quiero ir...
-si no te vas, ya no te podría ver.-me acarició mi mejilla.
-¿cómo?.
-yo... me ire a estudiar la prepa allá.-me aclaró. No pude evitar sonreir como nunca, me emocioné tanto.-nada más que yo llegaré uno o 3 días después.
-¿por los papeles?
-no, eso ya está listo. Por eso vine tarde el primer día que ustedes estuvieron aquí. Pero por mis maletas y todo eso, me iré en mi carro.
-oh! Ya entiendo!. ¡Entonces allá nos veremos!.-grité alegremente.
-Sí, así será.
-hey! ¿porqué no se van juntos?.-dijo Alejandro quien venía escuchando todo.
-¿me estás corriendo?.-pregunté indignada.
-no! O sea, quiero decir.-Alejandro empezó a tartamudear.
-olvidate de que te tome más fotos.-me volteé tratando de no reirme.
-no, espera!. Me refería para que pasaran más tiempo juntos.-aclaró mi hermano.
-si quieres, podemos irnos juntos. Talvez Fernando también se quede.-me ofreció Bruno.
-gracias, pero no quiero dar problemas.-dije un poco apenada.
-Que propia. Sabes que no es molestia, pero tendrías que decirle a tus padres.-Bruno movió sus cejas repetidas veces.
-ve, Yo sé que tu quieres.-dijeron Todos mis hermanos.
-se nota que no quieren que me vaya con ustedes.-reí mirando a mis hermanos.
-no es así. Queremos que seas felíz, es todo.-dijo Valeria.
-y ahora... resulta!.-canté. No era del tipo de chica que le gustaba oír eso, pero en la calle escuchaba repetidamentes ese tipo de canciones. Justamente en ese momento me quedaron viendo unos señores, tenian camaras, lamparas, microfonos, etc. Intenté solo no prestarles atención.
-Marcale a Mamá mejor.-dijo Alejandro.
-oye, si me siento bien excluida.-hice un puchero triste. Empezé a marcarle a mi madre.-¿mamá?
-hola cariño, ¿te la estás pasando bien?.-dijo mi madre con voz poco atareada.
-no tienes ni idea.-Sonreí.-y... ¿que crees?.-hice el suspenso.
-nosé, Daniela, dime que pasó.-creo que tenía muchas cosas que hacer.
-me encontré a Bruno.-dije emocionada.
-¿asi?.-dijo con una milésima de interés.
-si, emm.-ya mi voz estaba por quebrarse.-¿puedo irme con el a México? Sería en su carro.
-ajá, está bien. Con cuidado. Daniela, tengo cosas que hacer, hablamos cuándo estén aqui.-me colgó.
Me tranquilize para no dar lástima o algo parecido, al menos no tendría que estar tanto tiempo en ese infierno, digo, hogar.
-dijo que sí.-Sonreí. Bruno me miró con pena pero con mi mirada entendió que no quería tocar el tema y qué prefería irme con él.
-¡excelente!.-exclamó.
-¿ves porqué dejé de defender a mis padres? Nunca están.-Mabel me vió muy seria.
-no, Mabel, ellos en verdad me dieron la atención que.-me cortó la palabra.
-cállate. Todos pudimos escuchar la conversación.-en sus ojos se miraban tanto dolor.
-mabel...-traté de calmarla.
-solo déjalo así. ¿ok?.-se fué corriendo.
-MABEL!.-Grité mientras corría atras de ella. No pude ver ni lo que hacía, Terminé dejándole mi celular a Bruno. Tenía toda la razón mi pequeña hermana, pero no podiamos hacer nada, y ella ya deberia entenderlo.
---
Después de una plática con mis hermanas, porque Valeria también llegó, llegamos a un acuerdo. No nos separariamos nunca, las hermanas son para siempre. Aun si estuviéramos en la tormenta más grande o en medio de un huracán, permaneceriamos juntas. Y no sólo nosotras, porqué estoy segura que Alejandro y Dipper estarían siempre a nuestro lado para protegernos, y darnos apoyo incondicional, tal y como deben hacer todos los hermanos. Porque no sirve de nada tener tanto dinero, mansiones o comodidades, si no tenemos a esa persona que nos dé su apoyo incondicional, porque no importa si es tu hermano, padre, amigo, vecino o novio. Lo único que importa es que esté ahí siempre que lo necesites, porque él terminará, en un futuro, siendo tu héroe.
Mientras pensabamos eso abrazadas, volteé a ver a mi alrededor, y pude observar toda la gente, cómo van y vienen, gente abrazándose, peleandose o riendo. Gente sola, gente con un millón de personas a su alrededor pero aún así se vé sola. También me percaté de mis hermanos, los Gamboa, y Bruno, pude observar preocupación por no saber dónde o como estabamos.
-nos están buscando, señoritas.-dije a mis hermanas haciendo que voltearan a ver a los chicos.
-ya es hora.-dijimos parandonos. Al segundo ya estabamos riendo juntas.
-Mabel!.-gritó Dipper al verla. Ambos se abrazaron, Valeria y Alejandro compartieron miradas nostálgicas, ambos se llevaban muy bien desde pequeños.
-¿está todo bien?.-se me acercó Bruno y Fernando.
-si, ya está todo bien. Por el momento.-reí.
Y justo cuándo empezaba a sentirme excluida del abrazo que se estaban dando mis hermanos, Bruno y Fernando posaron un brazo encima de mis hombros como para que sintiera que ellos estaban conmigo, no solo físicamente.
-★-
Tuvimos nuestras competencias, nos divertimos y al parecer habíamos perdido, pero resulta que faltaba aún una actividad, La Guerra De Pintura, esta era en parejas.
-¿piedra, papel o tijera?.-propuso Alejandro.
-quedense en parejas ustedes, ya buscaré con quién hacer equipo.-dije.
-ya no busques, muñeca.-dijo Bruno abrazandome.
-oh! miren, ya tengo pareja.-dije viendo a mis hermanos.
-wuuuuu!.-empezaron a molestarme todos. Negué con la cabeza.
-¿quieres hablar sobre ello?.-dijo Bruno justo cuándo nos estabamos medio separando de mis hermanos.
-¿sobre qué?.-creí que era por lo de "ya tengo pareja".-ah! Me refería a pareja de juego, no es qué no te tome en serio me refiero a que es por el juego.-me interrumpió.
-me refería a lo de tu madre.-bajó la mirada para verme más de cerca a los ojos.
-oh... Ya me acostumbré, no te preocupes.-Sonreí.
El silbato sonó y cada pareja fue a refugiarse detras de árboles o lugares específicos. La pareja ganadora sería si alguno de los integrantes es quien tocara el timbre en la copa de un árbol mientras que el otro defiende y va por el balón de fútbol americano. Si la pareja consigue las 2 pruebas, gana.
Empezamos a visualizar los objetos mientras disparabamos con las pistolas de pintura, ya que si te "disparaban" estaban descalificados a menos que tu pareja quisiera participar por los 2.
-¿dónde aprendiste a disparar?.-me preguntó Bruno después de ver que les había dado a 2 chicos.
-es fácil, por el arco.-aclare.
-y yo creí que tendría que protegerte.-rió, luego le apuntó a una pareja quienes trataban de atinarme.-tal vez si lo haga.-reí.
-ve por el balón, yo te cuido la espalda.-me propuso.-luego buscamos el árbol correcto.
-ok.-empezé a correr mientras ambos disparabamos a todos. Eramos cómo una pareja sobrenatural, o al menos eso gritaban todos.
-DANI! TOMA EL BALÓN.-gritó Bruno al ver a un muchacho, el mismo que se había metido en nuestras platicas horas antes, con el balón en manos y escabullendose tratando de que no lo viera. En segundos ya estaba a su lado.
-hey! ¿te molesta si tomo esto?.-le arrebate el balón.-gracias!.-empezé a correr lo más rapido que pude.
Varios chicos empezaron a perseguirme, eran rapidos, altos y de piernas largas. Supe que no llegaría entera con Bruno, estaba nerviosa y no pensaba bien, así que se me hizo muy fácil trepar en un árbol. Mi plan era que me siguieran hasta allá, para que ya cuándo estuviéramos en la copa del árbol, yo le aventara el balón a Bruno. Era un plan maestro si lo pensabas bien.
Tal y como pensé, todos me siguieron, o al menos la mayoria, el otro poco los tenía Bruno. Solo que hubo un pequeño detalle que no había contemplado, el árbol al que me subí, ERA EL QUE TENIA EL TIMBRE. En ese mismo momento supe que tendria que ingeniarmelas para poder ganar.
-BRUNO!.-grité mientras le aventaba el balón. El lo atrapó perfectamente bien.
Subí hasta la rama más gruesa, lamentablemente el botón estaba muy en alto, y si quería tocarlo, tendría que hacer otro plan.
Bruno empezó a disparar desde abajo, y yo lo ayudé desde arriba, necesitaba tiempo.
Me sobraba una balita de pintura, tendría que aprovecharla sabiamente. Apunté al botón, me relajé, puse mi mente en blanco y disparé.
Se empezaron a escuchar ruidos como el de la sirena de un auto mezclado con trompetas, tocando una canción de victoria.
Bruno me hizo una señal como para decirme que habíamos ganado. Empezé a bajar cuidadosamente, y desde la quinta rama, me avente. Caí en cuclillas, y me paré lentamente mientras el viento soplaba en mi cara. Por un momento me sentí en una película.
Nos dieron el premio, era una pistolita de pintura pero de material distinto, más... elegante. -sí que hacen muy buena pareja.-dijo Fernando bañado en pintura.
-AYY!. PERO QUE TE PASÓ!?.-grité.
-pregúntale a tu noviecito, digo, a tu pareja de guerra, juego, travesuras, lo que sea.-fulminó con la mirada a Bruno. El comenzó a reir.
-¿noviecito?.-me susurre a mi misma.
-REGAÑALE PUES! POR ALGO TE ESTOY DANDO QUEJA.-me hizo un puchero Fernando.
-ah si.-dije volteando a ver a Bruno, desafortunadamente no tenía la habilidad de enojarme con él o sentir el derecho como para regañarle y el lo sabía por lo que hizo una mueca esperando a que yo empezara a sermonear.-ehhh... eso no se hace(?.-al menos lo intenté.
Bruno no paró de reir, estoy segura que casi podria mearse en ese momento. Por desgracia ví que Fernando también comenzó a reir. Hice un puchero dizque molesto por la burla hacia mi.
-ayy!.-chillaron los 2.-que tiernaaa!.-empezaron a apretar mis mejillas con una ligera presión.
-oye tú, yo tenía esa pelota.-el chico de hace unos ratos se me empezó a acercar amenazantemente. En milésimas de segundo, Bruno y Fernando se habían puesto frente a mí en forma de protección. Con una mirada seria y fría, hicieron que el tipo se fuera. En ese momento no sabía que hacer o decir, así que solo agradecí.
--★--
*UN DÍA DESPUÉS.*
-vámonos, perderemos el vuelo.-Alejandro advirtió a mis demás hermanos.
Yo los acompañé junto con Bruno al aeropuerto. El estaba ayudando con las maletas a mis hermanas, en cuanto ya debia ser la hora se las dió.
-eres un buen cuñado.-dijeron las 2 mientras reían.
-ya les dije que no somos novios.-repetí.
-si ustedes lo dicen.-Dipper se despidió de mi.-nos vemos en unos días.
-si! Adiós!.-despedí con la mano. Bruno me tomó de la mano y nos fuímos, para ello, ya era de noche.
-¿quieres pasar a cenar algo?.-me ofreció.
-no, estoy bien. Pero si tú tienes hambre, vamos.
-no, yo no. Lo decía por ti.-luego de eso se hizo un silencio un poco incómodo.-¿quieres ir a mi casa o a la cabaña?
-dónde sea. ¿tus padres están en tu casa?.-creí que sería un imprudencia ir a esa hora de la noche, pero creo que mi pregunta se tomó para malos entendidos. El rió con fuerza.-no me refería a eso...
-lo sé, pero aún así me da gracia. Sí, pero se irán a una cita de trabajo más noche. Como a las 11pm, y a penas son las 6:55.
-pues si quieres vamos para allá, y así empacamos más rapido.
-bueno.-dijo aún riendo.Nada más vengo a dar los créditos a la persona que me hizo la nueva portada. Ella también escribe historias muy buenas, siganla y denle mucho amor.
DianaraCY61 Gracias!
*la portada fue una bella sorpresa*.
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Los Nuevos Vecinos♡ [Sin Editar]
Teen FictionDaniela, la tercera mayor de la familia Larios, y sus demas hermanos se meten en unas aventuras con sus nuevos vecinos los "Gamboa". Quedando comprometida a los 14 años con el hijo de uno de los mejores empresarios para unir así aliar empresas y as...