Capítulo XII (Parte IV)

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-¡Cabeza!

-Anna, con cuidado -le recordó su madre.

Anna, de once años, se detuvo y se inclinó con el cuerpo para pedir disculpas. Su bisabuelo Chikara miraba interesado desde la cama de hospital cómo la niña practicaba las diferentes tácticas que su bisabuelo y su padre le habían enseñado durante años. A su lado, su abuela leía concentrada algunas recetas en un viejo libro de cocina mientras su madre la observaba desde la ventana, respirando el aire fresco. Anna continuó practicando kendo hasta que un hombre entró en la habitación.

-Abuelo, ¿cómo estás? -Le preguntó a Chikara.

-Muy bien -sonrió-. ¿Me has traído gelatina?

Cody le dio la gelatina a su abuelo para que se entretuviera lo que quisiera, y su hija no pudo evitar pedirle también un poco. Nariko se acercó a Cody y lo recibió con un beso.

-¿Qué tal lo llevas?

Cody pensó lo que debía responder.

-No estoy seguro de deber irme.

-Tonterías -intervino su abuelo desde la cama-. Claro que estás seguro.

-Abuelo, tú también me necesitas. Debería estar a tu lado y no en otro sitio porque si no, ¿cómo podría seguir mirándome al espejo después de eso? No sería digno de considerarme tu nieto -bajó la mirada.

Anna paró de beber gelatina y miró a su padre y a su bisabuelo, interesada. Su abuela había dejado de leer para prestarle atención a su hijo.

-A veces hay que saber priorizar. Aquello en lo que andas metido es mucho más importante ahora mismo, yo estoy fuerte como un roble. Todavía me quedan muchos años de vida y mucho que aprender de ella. El lunes volverás y me verás en casa como nuevo.

Cody lo miró.

-Pero, abuelo, a lo peor...

-Cody -dijo mirándolo a los ojos-. Escúchate y piensa bien la decisión que vas a tomar. Sé que no es fácil y no te voy a decir lo que tienes que hacer, solo quiero que entiendas bien lo que tu interior intenta decirte y que solo entonces, cuando lo tengas claro, decidas.

Anna le dio la mano a su padre, haciendo que se percatase por primera vez de que se había acercado, y dos pares de ojos verdes se miraron durante un momento. Cody posó su mano en la cabeza de la niña con cariño, tocándole el largo pelo castaño, y se agachó para besarle la frente. Durante un momento imaginó a su hija criándose sin su padre y el corazón le dio un vuelco. No podía abandonar el Mundo Digital para que quedase a su suerte, pero tampoco podía dejar que Anna creciera con el mismo sentimiento con el que él creció al faltarle su padre. No sabía cómo tenía que hacerlo, pero sí sabía qué tenía que hacer. Con decisión, se prometió internamente que no le fallaría al Mundo Digital y que no le faltaría a su hija, deseando, con todas sus fuerzas, volver a ver a su abuelo el lunes.

Tami abrió los ojos lentamente. El dolor que sentía le recordó a los tantos golpes que le dieron los integrantes de El Gran Bando hacía apenas unos días, de los que se había recuperado en cuestión de segundos y sin saber cómo.

Para su sorpresa no se encontraba en aquel pueblo rodeada de cientos de digimons heridos, sino que estaba tumbada en un impoluto suelo de madera, tapada con una manta y con la luz y el calor del fuego que emanaba de una chimenea. Se sentó de golpe y miró a su alrededor en busca de Flaremon y los demás. Chika dormía a su lado abrazada a Kokomon, que también descansaba plácidamente. En esa sala no había nadie más. Un sofá, una alfombra y varias plantas de interior eran lo único que las acompañaba. Tras comprobar que Chika y Kokomon estaban bien, se levantó y se asomó por la puerta que daba a un diminuto pasillo que, al igual que la sala donde se encontraban, tenía el piso y las paredes de madera. Dos cuadros colgaban de esas paredes: uno de ellos con la imagen de un ángel y el otro con la de un demonio. Al otro lado del pasillo había luz. Tami se acercó y comenzó a escuchar voces. Cuando se asomó a lo que venía siendo un marco sin puerta, vio que se encontraban en un segundo piso, pues lo que había justo después del marco eran unas escaleras que combinaban con lo que había visto de la casa.

Digimon Adventure: Futuro ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora