"Esto es para ti,
últimamente todo lo que escribo es para ti.
No entiendo como no puedo dejar de pensarte o peor, por qué no puedo dejar de escribirte.
Quisiera decirte tantas cosas cuando te veo, pero según el protocolo que hay entre chicos y chicas no debo hacerlo.
En fin... si alguna vez lees esto, es para ti."
¿Qué pasaría si les digo que es una historia real? Pues sí, puede que sea real, tan real como el corazón que late rápido en mi pecho mientras escribo palabra tras palabra. Esta historia es sobre un chico con los más increíbles ojos que jamás conocí y que moriría cada día por verlos. Te juro, que si pudiera volver en el tiempo para arreglar todo lo haría, pero no puedo. Me arrepiento.
*Un año y medio atrás*
- ¿Dónde mierda estás Kyle? – casi grité en el momento en que respondió del otro lado – te he dicho mil veces que si vas a faltar a clases debes decirme, así no tengo que venir y sentirme como una estúpida.
-Lo siento, acabo de despertar.
-Diablos, ¿no vienes?
-Claro, hoy hay examen de historia. No creo que tarde, tengo el cabello limpio.
-Por favor no tardes, sabes que odio estar sola – reí.
-No lo haré, te amo.
-También te amo.
Puse mi teléfono en el bolsillo y caminé hacia la cafetería para sentarme en una de las mesas, eran las 8:00 am y el frio me filtraba por dentro de mi ropa – Mierda – susurré para mí. Abrí mi bolso, saque los audífonos y los conecte a mi teléfono, di un profundo suspiró mientras la lista de canciones comenzaba a reproducirse, saque mis apuntes y abrí los de la clase de historia, tenía que estudiar mucho, necesitaba una nota alta. Recuerdo esta época, eran esos tiempos donde uno mira atrás y dice "era feliz y no lo sabía" hasta ese momento, yo Olivia Holt de 19 años no conocía el amor, ni el dolor, nunca había llorado a excepción de películas románticas y todo era simplemente perfecto. Incluso si no lo sabía.
Una hora después, estaba cansada de leer las mismas hojas esperando que lo que había memorizado no se me olvidara, guardé todo en mi bolso y fui por un café rápidamente.
-"Voy a matarte, idiota" – escribí para mi amigo.
-"No, no vas a hacerlo" – respondió un minuto después.
-"Eso es lo que crees" - justo cuando iba a enviar el mensaje mis ojos fueron cubiertos por manos frías que parecían se estaban descongelando en mi cara – Tus manos están sudando y mi pestañina no es aprueba de agua – quite sus manos de mi cara y vi a Kyle sonriendo de oreja a oreja mientras se sentaba a mi lado.
-Yo también me alegro de verte – rápidamente puso sus manos en mis mejillas y con fuerza beso mi frente.
-Asco es lo que me das – dije entre risas y lo pasamos así, como siempre, nuestros días venían acompañados de risas. Kyle era mi mejor amigo y sin duda no podíamos vivir el uno sin el otro, cuando no estábamos juntos en la universidad, nos la pasábamos mensajeándonos sin parar.
-Estudiar arte es muy aburrido, sobre todo si no hay chicos nuevos – sonrió.
-Lo sé, los viejos son bastante feos ya.
-Aaaah pero a ti te gustaba Isaac.
-CALLATE – reí con fuerza – si tenía un crush con él, pero no es mi culpa que todos nos shippearan menos él.
