No podía dormir.
No podía dejar de pensar en todo lo que había pasado. Mi corazón latía rápido cada vez que los recuerdos se cruzaban por mis pensamientos. Me volteo por quinta vez en mi cama esta vez cansada y algo desesperada por no poder conciliar el sueño, me acuesto en mi espalda esta vez mirando el techo, doy un largo suspiro, de esos que te hacen sentir un hueco en el pecho, de esos que te hace preguntar ¿qué pasa? Y luego pude sentir mi corazón, palpitaba fuertemente.
-¿Qué fue lo que pasó? – susurré para mí misma y no pude evitar reírme con algo de amargura, restregué mi cara con mis manos varias veces y luego tome mi cabello aun mirando hacia el techo – soy una estúpida.
Nuestros cuerpos parecían encajar perfectamente, sus manos aún estaban alrededor mío, uniéndonos con fuerza, nuestros labios simplemente no querían separarse, ni siquiera por aire, parecía que no lo necesitábamos – Tú... – dijo sobre mis labios. Se alejó de mi un poco, puso sus manos en mis hombros y me pegó suavemente contra la pared en ningún momento dejando de mirar mis ojos. Estábamos tan cerca que podía sentir su aliento a Jagermeister chocando con mi piel - ... Eres perfecta – no pude decir nada, estaba completamente atónita por sus palabras y sin aliento por la forma en la que me mirara, bueno, también por la forma en la que nos estábamos besando unos momentos atrás.
Le sonreí, subí mi mano hasta si mejilla izquierda, me acerqué a él y le di un corto besos en sus gruesos y ahora muy rosados labios, era la primera vez que yo besaba a alguien, siempre me besaban a mí. Podía sentir mi corazón acelerado por todo esto que estaba pasando, había salido antes con varios chicos, pero nunca me había sentido de esta manera - ¿Por qué... - me miro sin entender – esto solo sucede cuando estamos aquí? -miré sus labios y luego volví a sus ojos.
El negó con la cabeza y sus manos bajaron a mi cintura, él sonrió ampliamente mientras las acariciaba para luego tomarlas con algo de fuerza – no lo sé – sus labios cayeron sobre los míos nuevamente, esta vez de una manera agresiva, mordió suavemente mi labio inferior y luego volvió a besarme, de repente me levanto del suelo haciendo que gritara un poco por su acción, pero de inmediato sus labios volvieron a los míos -shhhh, nos van a ver – dijo intento no reírse mientras yo no podía parar.
Él me besó, una y otra y otra y otra vez, sin importarle que estábamos lejos de nuestros amigos, sin importarle que nuestros labios ya estaban hinchados, sin importarle las pocas personas que llegaban a pasar, sin importarle nada y eso me encantaba.
Me abrazo con fuerza con sus brazos alrededor de mi cintura poniendo su cabeza en el hueco de mi cuello – hueles tan bien – dio un corto beso y sentí toda mi piel erizarse – Creo que debemos volver a Latenight - su aliento choco contra mi piel y sentí una sonrisa formarse antes de que volviera a besar mi parte sensible del cuello. Sus labios se hicieron un camino de besos hasta mis labios, luego se separó de mí y tomo mi mano.
Caminando de vuelta hacia Latenight, estaba algo cansada de mis enormes plataformas – déjame – se puso en cunclillas y me pidió que subiera, hice lo que me pidió y él puso sus manos en mi trasero para cubrirme ya que tenía falda. Esto era algo extraño, pero me encantaba. Lo abracé por el cuello y besé su mejilla antes de que comenzara a caminar conmigo de esta manera.
Miré a mi mejor amiga, quien dormía plácidamente a mi lado mientras yo seguir a su lado intentado conciliar el sueño. Mañana se acababa la semana la semana de receso por las fiestas y el lunes debía entrar a clase, por mucho que me emocionara ver a Harry, algo dentro de mí me decía que debía salir corriendo y no volver.
