Capítulo 21 - tu verdadera casa

69 8 0
                                    

-Bella – dije con frustración – no puedo usar esto, se ve muy bien en ti, pero en mi se ve muy extra.

-Claro que no – respondió ofendida – ya quisiera verme como te ves con ese vestido.

-Necesito algo casual, él dijo que no era algo del otro mundo.

-¿Viste la invitación que te entregó el anciano? – me encogí de hombros y ella suspiró – mira, primero mandó una IN-VI-TA-CI-ÓN ¿no te dice eso algo? – negué – bueno, si alguien rico va a hacer una cena y te manda una invitación, significa que para nosotros la gente común si es algo del otro mundo. No puedes ir usando jeans, necesitas un vestido.

Rodé los ojos – no tengo otra opción que confiar en ti – dije rindiéndome – pero no quiero esto – señalé el vestido amarillo que me había puesto – es demasiado para mí.

-Ugggh, no te gusta nada Olivia Holt – rodo los ojos – pero sé que este te va a encantar, sino dejare de ser tu mejor amiga.

Bella me llevó en su auto hasta la casa del señor Charles como si fuera mi madre, incluso sentí algo de vergüenza cuando antes de bajarme miró si no tenía nada en la nariz y en los dientes. Los tipos de la entrada me miraron extraño, seguramente porque era la única que entró caminando, les mostré la invitación con una sonrisa incómoda y me dejaron pasar.

Y por supuesto, mi mejor amiga tenía la razón, había por lo menos 30 personas, a todos se les notaba que tenían enormes cuentas bancarias a su nombre a pesar de su sencillez, solo hubo una pareja que para mí había exagerado. Me sentí intimidada, no solo porque no conocía a nadie más que a la asistente del señor Charles, y nunca habíamos hablado más que de cosas del trabajo.

-Te ves bien Holt – dijo seriamente cuando se acercó a mí - ¿Sabes? Eres una de las pocas personas que ha trabajado en la editorial a la que el señor Robinson ha invitado a una cena en su casa, con toda esta gente.

-¿Sí? – dije algo intimidada por ella.

Asintió - ¿Por qué estás tan tensa?

-Bueno... no lo sé, seguramente porque eres a la única que conozco y bueno, no sé en qué tengo que ver con estas personas.

-Mira... sé que mi cara de maldita no me ayuda mucho, pero soy amigable y si quieres podemos estar juntas toda la noche – se encogió de hombros – déjame presentarte a todos, así sabrás con quien puedes hablar y con quien no – rio.

-Y dónde está...

-¿El señor King? – asentí emocionada – tarde, como siempre.

-Oh...

Nicki me habló de todas las personas que estaban en la habitación, la gran mayoría eran accionistas de la editorial, los demás eran amantes empedernidos de la literatura y amigos muy cercanos del señor Robinson. Ahora con una copa de vino en nuestra mano y con un poco más de confianza estábamos bromeando y riendo, mis nervios se habían ido por completo.

-Hola chicas – el señor Robinson se veía muy bien esta noche. Le di gracias al cielo por haber escuchado a Bella – Se ven hermosas.

-Igualmente – Respondió Nicki y yo solo asentí.

Río – la cena está por comenzar, espero tener buenas críticas de ustedes – sonreí un poco – mi hija es unos cuantos años más joven que ustedes, nunca viene a estos eventos, pero dice que tiene algo muy importante que decirle – rodó los ojos – quien sabe que Louis Vuitton quiere, entonces... me gustaría que la conocieran y pasarán algún tiempo con ella, es una buena niña.

OblivionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora