Capítulo 28 - Cuando te besé

58 6 4
                                    

Estuvimos un momento en la fiesta, pero lo que más quería era llevarlo a casa y estar abrazada a él hasta que me obliguen a soltarlo – ¿Están tus padres en casa? – susurró en mi oído, dando la vuelta sutilmente para que nadie pudiera ver como bajaba sus manos a mi trasero.

-No, mi padre va a llevar a mi mamá a Hawái toda la semana – dije con una enorme sonrisa.

-Entonces... ¿Puedo quedarme contigo? – empezó a agarrarme con más fuerza – o ¿quieres que me quede en un hotel?

-Me ofende que consideres quedarte en un hotel – ambos reíamos.

-Amor, sé que es tu fiesta de graduación y si lo que quieres es que nos quedemos, no voy a insistir y esperaré pacientemente hasta el momento que quieras ir a casa – se mordió los labios recorriendo mi cuerpo con sus ojos – pero... no sabes cuánto te extrañé – puso sus manos en mi cintura y me pegó con fuerza a su cuerpo – te ves preciosa y cada que veo como bailas – se quejó por lo bajo – empiezo a ponerme mal.

-No sé qué estamos esperando – pasé mi dedo pulgar por sus labios – me pasa exactamente lo mismo.

- ¿Vamos a casa?

-Me da algo de vergüenza con Bella y Damian.

-Ellos van a entender.

-No lo sé.

- ¡CHICOOOOS! ¿Qué están haciendo? – la ebria voz de mi amiga apareció – dejen de hacer cochinadas – nos abrazó a ambos por los hombros – Chicos Damian y yo nos vamos, sé que ustedes también quieren coger, entonces no vamos a molestar más.

Ella corrió a los brazos de su novio, quien se despidió con una enorme sonrisa y nosotros nos miramos sin entender, pero después no podíamos parar de reír. Sin pensarlo dos veces, salimos lo más rápido que nos fue posible del lugar y tomamos el primer taxi que vimos. Esperé a besarlo hasta llegar a casa, sabía que no podría parar una vez empezara. Bajamos del taxi. Él le pagaba al hombre mientras yo corrí a abrir la puerta. Una vez a dentro prácticamente empezamos a desnudarnos desde la entrada, tomó de su saco un paquete de condones y luego me cargó y subió rápidamente conmigo a la habitación para lanzarme sobre la cama.

-Cariño... - dijo sin aliento mientras se ponía el condón – voy a acabar rápido la primera vez, ha pasado mucho tiempo – no pude evitar reír - ¿Qué?

Negué – no importa, lo entiendo – besó mis labios son fuerza y luego mi cuello, se alejó para acomodarse antes de entrar en mí, y tuve tiempo para ver sus mejillas sonrojadas, sus labios hinchados y toda su blanca y tersa piel sobre la mía, lo bien que se sentía – Oh Dios – me quejé cuando lo sentí adentro.

- ¿Te duele? – Asentí – lo siento, voy a intentar más despacio.

-Mierda – Respire profundo – se siente como si perdiera la virginidad otra vez - Él continuó despacio y una vez dejó de doler y estaba disfrutando, terminó. Se tumbó sobre mí pidiéndome disculpas al oído y besando la parte baja de este – está bien – susurré.

-Dame unos minutos – Cerró los ojos respirando profundo – Lo siento.

-Cállate.

Una vez se compuso lo hicimos otra vez y otra vez y unas seis veces más, hasta que ya estuvimos demasiado cansados para continuar, necesitábamos comer y dormir algo para intentarlo de nuevo. Mientras esperábamos nuestra pizza, estábamos abrazados desnudos, hablando estupideces o él mostrándome cosas es su teléfono, en un momento me senté sobre el boca abajo y le hice un masaje. Cuando llegó la comida, él bajó solo usando su ropa interior y usé ese tiempo para colocarme de nuevo la mía. Nos sentamos sobre la cama y estuvimos hablando un rato más, hasta que curioso vio el diario que Harry me regaló más temprano.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 24, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OblivionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora