-No puedo creerlo – dijo un poco molesta, pero estaba mucho más sorprendida – ¿Por qué no me hablaste sobre esto antes?
-No lo sé – me encogí de hombros – Talvez porque ni siquiera yo sabía que era lo que estaba pasando. Creo que tenía algo de miedo.
-¿De mí?
-No, de decirlo, de que saliera de mi boca y todo se arruinara o que no me creyeran, porque a veces incluso pienso que todo está en mi mente, pero cuando él me mira a lo lejos sé que todo es cierto.
-¿Por qué no te creería?
-Tu sabes que él es muy extraño Bella – la miré – cuando estábamos solos, era dulce, divertido, me llevaba el almuerzo y podíamos hablar de lo que fuera, pero... en cuanto cruza esa puerta, es una persona completamente diferente, es como si fuera una completa desconocida.
-Ese tipo es muy raro, un completo bastard...
-SIENTO LLEGAR TARDE – miramos hacia la puerta un muy agitado Kyle – intenté llegar lo más rápido qué pude, pero el trafico está terrible – estábamos en la casa de Bella, en el centro de la cuidad. Les había contado todo lo que pasó entre Styles y yo por Skype, sin embargo, ambos insistieron que debíamos vernos inmediatamente, así que aquí estamos ahora – Espero que no hayas empezado sin mí.
-De hecho, no – negué con la cabeza.
-Está bien - se sentó frente a mi junto a Bella – Quiero saber todo, y cuando digo todo, que sea TODO – asentí y Bella rio - ¿Qué pasó después de que te dijo que no quería lastimarte?
Se quedó en silencio un momento y negó con la cabeza mirando al suelo – Que a ti no quiero hacerte daño.
No pude evitar reír con amargura - ¿No quieres hacerme daño? – Negó con la cabeza mirándome seriamente - ¿ENTONCES COMO LE LLAMAS A ESTO QUE ME ESTÁS HACIENDO? Me haces daño, desde el momento en el que me hiciste creer que te gustaba me estás haciendo daño.
-Tu si me gustas – se acercó a mí. Mi ceño estaba tan fruncido que podía sentirlo, pero estaba orgullosa de mi, no estaba llorando.
-No digas eso, simplemente no lo digas. ¿Esto es lo que haces con todas las demás chicas?
Sus ojos se abrieron como platos -¿De qué estás hablando?
-No sé a cuantas más le has hecho lo mismo – me crucé de brazos – pero ¿recuerdas a Angela? – miró hacia otro lado -No quise creer que todo eso que me dijeron era cierto, quise creer en tus palabras, en ti, pero ya veo que todo lo que me dijeron es verdad.
-¿Y qué te dijeron exactamente? – me miro furioso - ¿Qué le dije que la amaba para que se acostara conmigo? Si quieres saberlo, no le dije que la amaba, Angela es demasiado tonta y se viste horrible, jamás amaría a alguien como ella – me miró a los ojos – Odio que no crean en lo que digo. CADA. MALDITA. PALABRA, todo lo que te he dicho es cierto, y también lo que te voy a decir – me tomo de la muñeca para que no me alejara.
-Suéltame.
-Escucha primero todo lo que tengo que decir – lamio sus labios – Estaba aburrido cuando empecé ese juego con Angela, estaba un poco triste porque... - suspiró – esa noche cuando nos besamos en el parque... nunca me había sentido así con alguien, y me sentía como un idiota por irme y por lo que hizo Mandy, y luego te miraba ahí sentada y... no lo sé, no tenía a nadie con quien distraerme, y vi a Angela, sería bastante fácil, se viste como estúpida y no solo eso, es una estúpida, la besé, le dije que me gustaba y que me parecía agradable y en menos de 2 semanas ya estaba entre sus piernas.