- ¿Y a qué se debe todo esto? – mira mi madre sorprendida al ver el comedor hermosamente (o eso intenté) decorado, con comida recién hecha por mí y por Shawn quien salió por la puerta trasera unos minutos atrás cuando mi madre llegó a casa.
-Es qué... quiero hablarte sobre algo importante – dije jugando con mis pulgares – déjame ayudarte – corrí de nuevo hacia ella y tomé su bolso, lo coloqué en uno de los sillones de la sala y la tomé de las manos guiándola a la mesa para que se sentara. Siempre me han dicho que me parezco mucho a mi madre, que aun con 43 años y un empleo agotador y estresante, ella sigue viéndose joven y hermosa. Me miraba sin entender lo que estaba pasando, luego miraba las flores en la mesa y de nuevo a mí.
-¿Tu padre viene esta noche?
-Por más que quiera, no – hice una mueca – me dijo que estaría aquí en una semana.
-Entonces... ¿por qué hay tres platos? – me miró alzando una de sus cejas - ¿Bella viene a cenar con nosotras? Hace mucho no la veo.
-Nope. Espera un momento y veras de que se trata todo.
-Está bien – sonrió – debe ser un permiso enorme porque esto huele delicioso.
-HEEEEY – reclamé – no es un permiso – el timbre sonó y corrí a abrir la puerta para encontrarme con una sonrisa nerviosa del chico que me encanta.
-¿Me veo bien?
-Te ves perfecto – le di un beso rápido y ambos caminamos hacía el comedor, él caminando tras de mí, empezaba a sentirme nerviosa, era la primera vez que traía a un chico a casa para que conociera a mis padres, o bueno, en este caso a mi madre. Ella nos vio entrar y abrió los ojos con sorpresa.
-Buenas noches – dijo tímidamente.
-Buenas noches – respondió mi madre con una sonrisa.
-Mamá, él es Shawn - lo señalé, ella se puso de pie y caminó hacia nosotros – Shawn ella es mi mamá.
-Es un placer conócela, señora Holt.
-Dime Eleanor cariño – él asintió.
-Bueno, sentémonos a comer – dije rápidamente. Hasta ahora nuestro plan iba perfectamente bien, desde hace dos días que me dijo que llegaría temprano a casa y que descansaría al siguiente estuvimos planeando esta cena para ella, intenté hacer que mi padre estuviera aquí también era imposible con el clima que había en el centro del país.
-Esto está delicioso niños – dijo mi madre mostrándonos su sonrisa más grande – pero quiero saber a qué se debe este placer – miró a Shawn.
-Señora Eleanor, yo...
- ¿Están saliendo?
-Sí – dijimos en unísono. Mis mejillas de inmediato se sintieron calientes.
-¿Solo saliendo o...
-No, Olivia es mi novia – lo miré con los ojos abiertos por completo, ni siquiera yo sabía eso. Me miró guiñándome el ojo.
- ¿Qué haces? ¿Estudias, trabajas?
-Ambas, estoy estudiando negocios y trabajo en el negocio familiar.
-No eres de aquí...
-Soy canadiense.
- ¿Tienes buena relación con tus padres?
-Excelente y con mi hermana menor también.
- ¿Cómo se conocieron?
-En un restaurante japonés, Olivia se desmayó y yo la socorrí.