Estar en esta casa, si es que se puede llamar así, era una locura. Jamás había estado en un lugar tan grande que no fuera un museo. Pase ahí dos semanas, Shawn tenía una familia hermosa, casi que perfecta. Su padre era muy estricto sobre ir a la escuela y la universidad, su madre era muy dulce y solo me contaba historias de cuando él era un niño para avergonzarlo a propósito, su hermana sin duda era la persona más inquieta, después de mi amiga Bella, que había conocido alguna vez. Sin duda, había hecho click con su familia, casi de la misma manera que lo hice con él desde el primero momento en que lo vi.
Para fin de año, mi familia y la de Bella, hicimos una parrillada en una casa en la playa que alquilamos, también invitamos a la familia de Shawn, quienes de inmediato aceptaron. Aaliyah me contó que sus padres estaban emocionados de conocer los míos. Creo que era la primera vez en mucho tiempo que estuve con mis dos padres en un fin de año, casi siempre estaba solo con mi madre y la familia de Bella. Fue la mejor fiesta familiar en la que he estado en toda mi vida y solo podía pensar en los agradecida que estaba por verlos a todos reunidos.
-Esto es hermoso ¿no? – lo miré – todos se la están llevando bien y divirtiéndose.
-Lo sé – sonreí – gracias por venir – lo abracé.
-Gracias por invitarnos – río. En ese momento, la cuenta regresiva para el nuevo año empezó – es la primera vez que tengo a quien besar para año nuevo – no pude evitar reír.
-También yo – lo abracé por la cintura – feliz año nuevo Shawn.
-Feliz año nuevo Olivia - puso sus brazos sobre mis hombros y besó mi frente – no tienes idea de cuan feliz estoy de tenerte en mi vida y cuanto te...
-3... 2... 1... FELIZ AÑO NUEVO – gritaron todos a nuestro alrededor y de inmediato sentí los labios del castaño sobre los míos. Luego deposito un suave beso en mi cuello y me abrazó con fuerza.
-No tienes idea de lo jodidamente enamorado que estoy de ti – susurró en mi oído y nos quedamos de esta manera unos segundos. Me alejé de él y besé la línea de su mandíbula.
-Yo también te amo – pasé mis dedos por su alborotado cabello – gracias por estar en mi vida.
Estaba profundamente enamorada de él, incluso me había hecho olvidar de todo lo malo que pasó antes de conocerlo, no era la relación perfecta como todos creen, él seguía viviendo en Canadá y yo en Estados unidos. Nos veíamos cada que era posible, pero desde año nuevo era más difícil, ambos estábamos a punto de graduarnos de la universidad, yo en marzo y él unos meses después ya que estaba acabando el invierno.
El día de mi graduación desperté con el ruidoso sonido de mi teléfono – buenos días – escuché del otro lado, podía sentir su hermosa sonrisa
-Buenos días – respondí – dime que vas a estar aquí hoy, por favor.
-Te llamaba para hablar sobre eso... - de inmediato sentí mi corazón romperse en mil pedazos, sabía que la respuesta iba a ser no – lo siento preciosa, quiero que sepas que estoy orgulloso de ti y necesito que bajes ahora mismo al living de tu casa, y me digas que ves.
-Está bien – me puse de pie y desde que salí de mi habitación pude sentir una rica fragancia – estoy bajand... - todo el living estaba lleno de flores rosa por todas partes, desde las escaleras, hasta la puerta, los sillones, estaban por todas partes. Deseé que él estuviera abajo esperando por mí y bajé tan rápido como pude esperando verlo, pero esto no es un cuento de hadas, él no estaba aquí.
- ¿Cariño?
-Lo siento, es... tan hermoso – dije feliz, pero era obvio que estaba decepcionada porque hubiera preferido verlo a él con una sola flor, que ver todo esto – gracias.
