Estaba destinado a ser un sábado como todos los demás, bueno eso pensaba yo. Lo único que queríamos era que fuera una noche divertida, buena música, mucha gente, alcohol, nada podría salir mal a esta combinación, no para nosotros. Estaba en casa de Bella arreglando mi cabello mientras ella buscaba incansablemente algo perfecto para esta noche. Yo usaría un vestido negro, de mangas largas y algo corto, botas con plataforma, mi cabello suelto con ondas, algo de maquillaje, perfecto.
Mi mejor amiga por fin terminó de arreglarse y ahora estábamos listas para salir de fiesta. Todo iba de la misma manera que hasta ahora estábamos llevando, íbamos en el auto del padre de mi mejor amiga, esta vez Kyle, Austin y Simon estarían con nosotras, podía sentirme más emocionada a medida que nos acercábamos a Pacific Park. Mientras caminábamos hacia Playland podía ver mucha gente de mi facultad, era extraño verlos fuera de la universidad, principalmente porque odiaba a la mayoría, bueno no lo odiaba solamente me parecían bastante ridículos.
Compramos tres botellas de vodka y nos sentamos en ese lugar que ahora parecía que nos pertenecía después de tantos fines de semana. Y como siempre estábamos teniendo esas conversaciones de amigos que giran alrededor de la risa ¿la vida podía ser más perfecta? No, sin embargo, todo es efímero y pensar que mantener una rutina va hacernos felices es estúpido.
-Está bien, está bien – dijo Austin entre risas – esta es la última copa, déjenme pensar – miró a todos a su alrededor y sonrió con malicia – Yo nunca he... besado... una chica – rio y todos nos miramos.
-¿No soy una chica? – dijo Bella indignada – hace dos semanas me besaste.
-Pero eso no cuenta – Habló obvio.
-¿Cómo no cuenta? Que yo sepa soy una chica.
-Pero somos amigos, es como si tú y Olivia se besaran, eso no cuenta.
-Hablando de eso - la atención de todos cayó sobre Simon – ¿Ustedes dos se han besado? – Ambas nos miramos y estallamos de la risa – eso es un si - dijo Simon riendo.
-Pero es algo como de hermanas – empecé.
-Sí, Olivia y yo nos conocemos desde que tenemos seis en primer grado. Al principio fue un accidente, pero ya después era algo común.
-¿Accidente?
Asentí – Una vez Bella llego a mi casa con una pregunta existencial, teníamos más o menos ocho años, se acostó a mi lado en la cama y me preguntó si esta cosa debajo de la nariz - señale el espacio entre la nariz y la boca – olía a algo – todos miraron confundidos – lo sé, también pensé que estaba loca – mi amiga rio – o que sus padres la había dejado caer cuando era bebé.
-OYE – me empujo con el codo y reí.
-Es broma – sonreí – Entonces le dije que no sabía e intente olerme a mí misma pero no olía a nada, y ella grito "esta cosa huele a durazno ¿Cómo no puedes olerlo?" y le dije que, si no me creía que oliera ella misma, cuando se acercó a hacerlo nos besamos. Ambas nos cubrimos la boca y nos miramos con los ojos abiertos durante 10 minutos y luego Bella dijo "No puedo creer que hayas sido mi primer beso" y salió corriendo.
-Y Olivia se enojó conmigo por eso y porque también había sido su primer beso.
-¿Fueron el primer beso de ambas? – preguntó Kyle sorprendido.
-¿Qué esperabas? Teníamos 8, a esa edad ni siquiera pensaba en chicos, solo pensaba en qué ropa iba a ponerle a mis Barbies después de la escuela.
-Y yo pensaba en qué Barbie iba a tomar prestada para mi – sonrió mi mejor amiga – creo que debemos brindar por otra cosa Austin. Piensa mejor.
