Creo que mi peor error fue pensar que mi completa existencia le pertenecía.
Mientras nos besábamos tan apasionadamente, no me di cuenta cuando sus manos me guiaron y ahora estaba sentada a ahorcadas sobre él, mis manos bajaron a su pecho mientras las suyas entraron debajo de mi camisa, su tacto en esta parte me hizo estremecer, nunca había dejado que alguien me tocara ahí por lo mal que siempre me sentía con mi cuerpo. Tomé sus manos y las alejé poniéndolas en mis muslos.
-¿Está todo bien? – dijo entre besos. Sabía lo tensa que estaba, se alejó de mi quedando a pocos centímetros de mis labios.
Asentí – sí, lo que pasa es... me preocupan los chicos.
-No es tiempo de preocuparte por ellos – acaricio mis muslos – estamos aquí, en un hotel 5 estrellas en París, tu estas sobre mi viéndote extremadamente encantadora y sexy usando solo esa camisa de color negro y tus bragas rosa pastel – lamio sus labios – no sé qué tan perfecto tenga que ser un momento para ti, pero este... es el momento para los dos.
-Lo sé.
Sonrió como niño travieso y me abrazó – Y... - susurró en mi oído – no sé si puedes sentir lo duro que me estoy poniendo por ti encima mío – no pude evitar reír por su comentario - ¿Qué? – dijo riendo.
-Eso fue muy rápido – no podía dejar de reír – pensé que era mejor que eso.
Sin pensarlo dio la vuelta quedando sobre mí, tan rápido que un grito salió de mis labios por la sorpresa – No me estés retando – se acomodó entre mis piernas tomándome de las muñecas con sus enormes manos.
-Yo no... - un gemido fue ahogado por sus labios cuando presionó su entrepierna contra mi dejándome sentirlo. Estaba muy duro.
-Quiero escucharte gemir en mi oído, solo para mí- susurró mirándome a los ojos, los suyos se veían diferente, pupilas enormes y labios ahora más rosados. Podía sentirse la tensión entre los dos, tan densa que costaba respirar.
Estaba dispuesta a tener sexo con Harry Styles, sin ninguna duda, incluso si pensaba que no era el momento, mi cabeza y mi cuerpo me estaban matando. Sin embargo, también sabía que tal vez esta podría ser la única oportunidad que tendríamos de hacer cualquier cosa, entonces ¿por qué no? – vamos a hacer esto ¿sí? – entrelazó nuestros dedos. Asentó – Bien.
Nuevamente sus labios estaban sobre los míos, está vez más salvaje y hambriento. Me abrazó fuerte haciendo que lo sintiera, estaba segura que él podía sentir mi corazón latiendo rápido, queriendo salirse de mi pecho. Mis manos en su cabello y espalda, lo único que quería era que nos fundiéramos justo como estábamos. Se alejó de mí y rápidamente e deshizo de mi camiseta tirándola lejos en algún lugar de la habitación, torpemente hizo lo mismo con mi bra, ambos reímos cuando se dio cuenta que no se abrochaba por detrás, sino por delante.
Su mano derecha masajeo suavemente mi pecho izquierdo mientras sus labios bajaron a mi cuello, clavícula y por ultimo a mi pecho derecho, tratándolo como el más delicado objeto sobre la tierra. Se separó mirándome con una pequeña sonrisa, abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido por los golpes en la puerta.
De inmediato lo empujé hacia atrás para buscar mi bra y colocarlo a la velocidad de la luz, podía sentir todo mi cuerpo caliente sobre todo cuando Harry empezó a reír – Chicos ¿Estás despiertos? – la voz de Léane se escuchó al otro lado de la puerta – despierten, pedimos pizza – canturreó alegremente.
-Un momento – respondió el castaño a mi lado – voy a despertar a Olivia, duerme como roca.
-Está bien, los esperamos.
