Capitulo 15 - La verdadera razón

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Era inevitable.

Era inevitable el beso que Harry no me dio esa noche en el hotel.

Y era completamente inevitable que todo lo que ocurrió es Paris no pasara. El destino había sido escrito millones de años atrás con tinta permanente.

Volamos 9.086 km, es decir 11 horas y 18 minutos exactamente. Durante la mayoría de ese tiempo estuve leyendo e imaginando que sería de nosotros en cuanto tocáramos suelo Parisino. Cuando volvimos a cada después del concurso las cosas estaban bastante bien, nos conmemoraron en la universidad y tuvimos que leer Oblivion para todos los estudiantes y maestros, él lo hizo, yo solo me quedé sentada escuchando su grave voz entrando en mis oídos. Había sido amable, incluso se sentó un par de veces con Kyle y conmigo en el almuerzo, y como estábamos en exámenes finales me deseó suerte cada que me veía en los pasillos a punto de entrar a alguno. Por último, su familia invitó a la mía a una cena en un restaurante bastante lujoso en el sur de la cuidad. Fue agradable y Harry se comportó como todo un caballero conmigo, por alguna razón en ocasiones ponía su mano en mi hombro derecho, nunca iba a acostumbrarme a esa sensación.

Llegamos en la madrugada, no pude ver las luces de la cuidad desde arriba porque me quedé dormida, pero todo a mi alrededor, incluso sin haber salido del aeropuerto aun, era hermoso. Styles llevaba nuestras maletas mientras buscábamos la persona que nos recogería, una joven muy sonriente de cabello castaño claro y ojos verdes nos llevó a nuestro hotel – La academia está a dos calles – dijo con un hermoso acento - esta es su suite chicos.

Era enorme, seguramente más grande que mi casa, bueno, exagero, pero si era muy grande, tenía dos habitaciones dentro, una mini sala, comedor y un baño enorme entre los cuartos – wow – no pude contenerme al ver tanto lujo alrededor – genial.

-Pueden pedir servicio a la habitación en el momento que quieran. Desde la próxima semana tendrán un guía para cuando quieran salir a conocer a la cuidad, hasta ese momento yo les ayudaré con lo que necesiten, mi numero está en el refrigerado.

-Muchas gracias Camélia.

-Es un placer – sonrió – ahora me retiro, nos vemos después.

-Adiós – tomé mi maleta y fui a la habitación de la derecha, me quité la chaqueta y salí - ¿Tienes hambre?

-Un poco, sí – se veía cansado incluso para una persona que durmió 10 de las 11 horas del vuelo - ¿Quieres que pida algo para ti? – asentí.

Es gracioso pensar que estaba desayunando en una suite en Paris con Harry Styles frente a mí, ni en mis más locos sueños lo había imaginado. Suspiró – si no estuviera tan cansado esto sería casi romántico – reí ¿romántico? – Solo falta una ventana con vista a la torre y ahí lo tienes. Hasta lo escribiría.

-Deja de decir estupideces.

-No creo que sea estúpido.

-Yo si – tomé el plato y lo puse en el carrito donde trajeron la comida – pon el carro afuera cuando termines, voy a dormir.

Caminé hasta la puerta de la que era mi habitación, tomó mi mano, me dio la vuelta y me pegó contra la puerta – Tu es jolie.

-¿Huh? – no tenía idea de lo que había dicho - ¿Por qué actúas como borracho?

-Eres linda y no actuó como borracho.

-Eres muy extraño ¿Sabes? – sonrió.

-Y tu es jolie – se acercó a mí, pero volteé mi rostro cuando sus labios estaban cerca de los míos - ¿Te incomodé?

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