Capítulo 11: Solos (Contenido +13)

3.5K 361 178
                                    


Frank:

Willy, Vegetta y Lele se despidieron, sacaron sus camas, se armaron y salieron, Alex y yo nos quedamos en la casa, Alex acostado en su cama y yo puse la mía a un lado de la suya.

-¿Así que no es real? -Pregunté después de un rato, con un tono divertido.

-Probablemente lo es, pero no quiero decirlo, me da vergüenza -Dijo acostándose en su costado, mirándome.

-Qué tierno eres -Reí.

-Calla, ¿Cuánto tiempo vamos a estar sin ellos? -Preguntó cambiando de tema.

-Quizás bastante, dijeron que va a ir a buscar a su amigo.

-Es verdad.

-Iré a buscar algún cultivo para que comas -Informé, poniéndome de pie.

Salí y me dirigí al huerto de Lele, tomé unas cuantas patatas y volví a plantar algunas, me volteé para volver a casa pero a un lado del huerto había un cofre rojo, me acerqué lentamente y lo abrí, lo primero que saqué fue el libro, decía "No eres de aquí, si mueres no volverás". Eso me asustó un poco, anoche Alex casi murió por el creeper. Miré dentro del cofre de nuevo y habían varias patatas asadas, las tomé todas y volví a casa.

-¿De dónde sacaste tantas patatas asadas? –Me preguntó Alex apenas entré.

-Las encontré en un cofre.

-¿Cofre? ¿No serán de Lele?

-No, no son de ella, ten, come –Él comió- ¿Cómo te sientes?

-Mucho mejor, gracias -Dijo con una sonrisa.

-Deberías agradecerle a Vegetta que te sacó de ahí, o a Lele que supo cómo tratarte y me pidió que te cuidara.

-Pues ellos no están aquí y... no creo que me estés cuidando sólo porque ella te lo pidió –Dijo acercándose a mí rostro.

-Tú siempre tan astuto... -Lo besé juntando nuestras lenguas en una batalla, Alex llevó sus manos a mis mejillas y yo me subí a su cama y sobre él, acomodándome entre sus piernas. Deslizaba mis manos sobre su torso desnudo, nos separamos por falta de aire, no me detuve un solo segundo, pues comencé a besar su cuello y su pecho, hasta que casi dejo una pequeña marca en su pecho, pero él me detuvo.

-¡No hagas eso! Los chicos pueden notarlas cuando vuelvan –Dijo empujándome.

-No importa, sabrán que eres mío –Volví a besar su cuello.

-¡Para, gilipollas! –Me empujó de nuevo.

Esta vez me empujó acostándome en la cama y quedando él sobre mí, me quitó mi sudadera y comenzó él a dejar marcas en mi pecho, bajó mis pantalones y mi ropa interior soltando mi erección, la cual atrapó con su mano, comenzó a moverla de arriba abajo, mientras yo gemía como desgraciado.

Alex:

Subía y bajaba mi mano sobre la erección de Frank, su rostro reflejo de placer y su cabello despeinado me ponía bastante, solté su miembro y él me miró algo enfadado.

-¿¡Qué haces!?

-Algo que te gustará.

Acerqué mi rostro a su erección y la metí a mi boca, Frank volvió a gemir, comencé a subir y bajar mi cabeza de una manera bastante rápida, Frank soltaba sonoros gemidos, podía sentir como su miembro palpitaba en mi boca y pequeñas gotas de líquido pre-seminal salían de este.

-Alex me... me voy a... ¡AHH! –Mordí leve y accidentalmente su miembro haciéndolo gemir fuertemente y que se corriera en mi boca.

Tragué todo, él me volvió a besar acostándome en la cama.

-Déjame estar dentro de ti Alex... lo necesito –Dijo entre jadeos.

-Hazlo Frank... soy todo tuyo –Le respondí en un susurro.

Me volteó boca abajo y me susurró.

-¿Seguro?

-Totalmente -Respondí con una sonrisa.

Me quitó el calzón azul y comenzó introduciendo lentamente su miembro en mí, haciéndome soltar un grito de dolor, él se detuvo por un momento hasta que se me pasó el dolor y luego siguió embistiéndome una y otra vez, cada vez más rápido, una vez el dolor desapareció, una extraña pero placentera sensación me invadió, hasta el punto de no poder evitar mis gemidos, estuvimos así por un rato, sudando y gimiendo hasta que nos corrimos los dos, él dentro de mí y yo sobre las sábanas. Nos acostamos en la cama de Frank exhaustos.

-Como te amo –Dijo él en un suspiro.

-Yo también –Reí un poco- joder, ahora me duele aún más el cuerpo –Dije poniendo mis manos sobre mis ojos.

-Lo siento -Rió.

-No importa, valió la pena –Él sonrió.

-Entonces... ¿Puedo decirle a Lele que eres solo mío?

-Aún no, me da vergüenza contarlo, pero pronto, te lo prometo.

-¡Pronto! No vayamos a ser como Willy y Vegetta que se lo guardaron por un año y no sé qué más.

Reí con su comentario- No te preocupes, además, si lo guardásemos, no aguantaría besarte en frente de alguien.

Fue su turno de reír- Te entiendo, yo tampoco me aguantaría... Alex...

-¿Sí?

-¿Cómo les diríamos a todos que estamos juntos?

-¿A los chicos?

-A nuestros subs.

-Mm... yo creo que podemos hacerlo cuando salgamos de aquí, en algún vídeo o no sé, no me da miedo lo que pueda pasar.

-De acuerdo –Me abrazó con una sonrisa y me besó.

¿Desea insertar realidad? | STAXXBYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora