Capítulo 4: Amigos

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Frank:

Desperté solo, ni Alex ni Lele estaban en la casa lo cual me preocupó ya que Alex está muy herido y Lele parece desprotegida, pero me relajé al ver por la ventana que ya era de día. Salí de la casa y vi que Lele estaba vendando a Alex junto al pozo, no suelo ser celoso, así que no me preocupé, de hecho me llamó más la atención cuando aparecieron otras dos personas. No podía ser, ellos también estaban aquí atrapados.

Alex:

-Alex... despierta –Lele Me movió con suavidad en la mañana.

-¿Sucedió algo? -Pregunté aún algo somnoliento.

-No, no pasa nada malo, sólo quiero ver esas heridas, come here –Me levanté y la seguí hasta un pozo, ella se sentó a un lado de éste y me indicó que me sentara junto a ella, sacó un pañuelo y lo sumergió en el agua del pozo luego lo puso sobre mis heridas- ¿Qué te pasó? ¿Por qué estás tan arañado?

-Un lobo, de hecho, es probable que si Frank no hubiese llegado, me hubiese desangrado en el lugar.

-Se nota que son muy buenos amigos -Sonrió ella.

-Sí... amigos –Pensé en voz alta.

-Levanta los brazos –Yo obedecí, poniendo mis manos detrás de mi cabeza, aún pensando en Frank, mientras ella empezaba a curar mi estómago. 

Lo único que me pudo sacar de mis pensamientos en ese momento fue el mismo Frank que salía de la casa, pero noté que miraba a un punto fijo, con cara de impacto. Me volteé extrañado para ver hacia lo que él miraba, justo cuando Lele terminaba de curarme, y me di cuenta de que Willy y Vegetta estaban llegando a donde nosotros estábamos.

-¡Alex! ¿Qué te pasó? -Exclamó al verme- Estás hecho un tigre con todos esos rasguños.

-¿¡Vegetta!? ¿¡Willy!? -Fue lo único que pude pronunciar.

-¿¡Vosotros también le habéis dado a realidad!? –Dijo Frank acercándose.

-Sí, íbamos a empezar la quinta temporada de Apocalipsis Minecraft y nos salió ese mensaje -Explicó Willy.

-Hola Frank ¿Cómo despertaste? -Aproveché de saludar con una sonrisa.

-Solito –Respondió fingiendo pena.

Reí levemente- Lo lamente, Lele quería ayudarme con mis heridas.

-Trajimos vuestros cascos –Informó Willy, él me entregó el mío y Vegetta le dio a Frank el suyo.

-¿Ese es el casco de Star Wars que dijiste? -Preguntó Lele.

-Este es -Sonreí mostrándolo orgulloso.

-¿No les parece raro que todo sea cuadrado excepto nosotros? Hasta los aldeanos son realmente cuadrados -Habló Vegetta, mirando a su alrededor algo incómodo.

-Demasiado -Concordó Lele-, pero supongo que debe ser porque nosotros no somos de aquí.

-Lele tiene razón -Dijo Frank-, y ni siquiera sabemos cómo salir de aquí.

-¿Lele? -Repitió Willy- ¿Eres Lenay? ¿La novia de Germán?

-What? No, no somos novios, sólo somos amigos, pero si soy Lele -Corrigió ella.

-Un gusto, chiquilla -Saludó Vegetta-, ¿Dónde está Germán? ¿Está aquí?

-Sí está aquí, pero no sé dónde está, en realidad.

-Podríamos ayudarte -Ofreció Vegetta.

-Creo que antes deberíamos ir a una mina -Sugirió Frank.

-Concuerdo -Dijo Willy-, en las minas hay hierro que podemos usar para hacer armaduras y espadas.

-Está bien -Dijo Lele.

Tomamos todas nuestras cosas y comenzamos a correr, corríamos porque teníamos que encontrar una mina rápido, pues la noche llegaba mucho más rápido que en la vida real, pero nos olvidamos que cuando corres en Minecraft gastas muslitos y puedes morir de hambre. Willy y Frank cayeron al piso primero y luego Lele, con Vegetta fuimos corriendo a buscar comida, no había tiempo para ponerlas en el horno así que se las dimos así, Vegetta fue a alimentar a Willy que fue el primero en caer, yo fui a darle la comida a Frank.

-Ten, sé que no te gustará pero la necesitan –Le dejé la carne sobre la mano de Frank y luego fui rápidamente con Lele- Lele, abre la boca –Ella obedeció y masticó un pedazo.

-¡Qué asco! –Gritó Willy, Frank y Lele concordaron con su expresión.

-Está asquerosa pero les servirá así que comed –Ordenó Vegetta.

Mientras ellos comían yo puse el horno con el carbón que me quedaba y puse dentro el resto de la carne que juntamos con Vegetta, cuando ya estaba lista todos comimos.

-Thanks Alex –Me sonrió Lele.

-No hay de qué.

-Ya está anocheciendo, será mejor que volvamos al pueblo.

-No, no podemos estar siempre en ese pueblo -Dijo Frank-, tenemos que avanzar, hagamos una choza y durmamos aquí.

-Alex, tú y yo nos quedamos protegiéndolos mientras vosotros hacéis la choza -Dijo Vegetta poniéndose de pie, yo lo iba a seguir pero Frank puso su mano en mi rodilla.

-¿Vas a estar bien? –Me preguntó algo preocupado.

-Sí, no te preocupes –Le sonreí.

Ellos comenzaron a juntar tierra mientras nosotros los protegíamos, afortunadamente sólo aparecieron algunos pocos arqueros, zombis y arañas y, como en el juego de Minecraft, los zombis y las arañas no nos hacían más que golpearnos, el problema eran los arqueros. Vegetta terminó con dos flechas en la espalda y una en la rodilla izquierda mientras que yo terminé con una en el hombro izquierdo y una en la cadera, cuando ya tenían lista la choza entramos, Lele había hecho un cofre y nos dijo que metiéramos ahí todo lo que los monstruos nos habían soltado, entre los dos juntamos tres hilos, seis flechas, siete de carne podrida, cuatro ojos de arañas y dos arcos gastados. Cada uno se acomodó en su rincón y nos dormimos.

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