Alex:
Lo reconocí de inmediato, era justo a quien buscábamos, estaba desmayado. De repente sentí como un espadazo se incrustaba en mi espalda, con mi espada en mano me giré y golpeé lo que estaba detrás de mí, era un chico pálido que tampoco pertenecía a Minecraft, vestía una playera roja y un abrigo negro sin mangas, su mirada era totalmente blanca, no tenía pupilas, su sonrisa era extensa y sus dientes pequeños y puntiagudos.
-¿Quién...? –Intenté preguntar, pero me interrumpió.
-Zitre -Dijo sin más.
-¿Por qué...? –Me volvió a interrumpir.
-Porque han abusado de mi hogar.
-¿Minecraft?
-Exactamente.
-¿Qué pretendes hacer con nosotros? -Pregunté temeroso, pero con ansias de respuestas.
-Matarlos... ¡Uno a uno! -Gritó levantando su espada.
Pude reaccionar a tiempo, comencé a golpearlo una y otra vez haciendo que retrocediera unos pasos, aunque él también devolvía los golpes. Salió de la habitación y siguió lanzando espadazos hacia mí, chocaba mi espada con la suya, me había dejado un corte en mi espalda que comenzaba a sangrar rápidamente y me reducía la movilidad. Levanté mi espada y lo golpeé muy fuerte, lo hice retroceder hasta la puerta, en ese momento entró Frank y detrás de él todos los demás, Zitre tomó la posición que tenía Frank y se desvaneció en él, como si hubiese entrado en Frank y al parecer él no lo notó.
-¡Alex! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué es este lugar? –Detrás de él entraron los demás chicos- Estás pálido.
-Yo... -No sabía qué decir, ni cómo explicar lo que acababa de suceder.
-¿Cómo llegaste aquí? ¿Encontraste algo? -Preguntó Vegetta.
-He encontrado a Germán... -Decir aquello parecía mucho más sencillo que decir lo de el sujeto.
-¡¿A Germán?! -Exclamó Lele- ¡¿Dónde?!
-Por acá, venid.
Los dirigí a la habitación en la que estaba Germán desmayado, Lele corrió hasta él y lo abrazó, lo tomamos entre todos y lo llevamos a casa, lo acostamos sobre una de las camas, luego de un tiempo tratando de despertarlo reaccionó.
-¿Qué pasó...? -Fue lo primero que dijo.
-¡Germán! –Lele lo abrazó emocionada.
-¡Lenay! -Se sorprendió. Mientras la abrazaba se dio cuanta de nosotros- Y ustedes... ustedes son los españoles ¿Qué hacen aquí?
-Le hemos dado también a realidad.
-No es cierto...
-¿Cómo acabaste así? -Preguntó Lele.
-Un tipo extraño me agarró y... no lo sé -Intentó explicar.
-Tienes que descansar.
-¿Cómo llegué aquí?
-Alex te encontró -Dijo Willy, apuntándome con el dedo.
-¿Enserio? –Asentí con la cabeza- Pues muchas gracias... y gracias por cuidar de Lele, me hubiese vuelto loco si algo le pasaba a ella.
-Sí, se volvió una gran amiga de todos, nos hemos encariñado mucho de ella -Dijo Frank.
-Lele en muy buena persona, ella también ha cuidado muy bien de todos nosotros en varias ocasiones -Añadió Vegetta.
-Así es ella –Sonrió.
-Bueno chicos, hay que dejarlo descansar -Dijo Lele, nosotros nos apartamos para dejarlo en paz.
Fue cuando Frank se me acercó y me susurró- Ven, vamos afuera, quiero hablarte.
Salí de la casa y detrás de mí salió Frank, me tomó de la mano y me llevó al bosque, se detuvo y me abrazó por la cintura cariñosamente, aunque con una mirada un poco preocupada.
-Has estado muy callado ¿Qué sucede?
-¿Yo? No, estoy bien, no pasa nada -Intenté decir.
-¿Estás seguro? Cuando te encontramos en ese lugar de verdad que estabas muy pálido.
-Estoy seguro, sólo que me asustaste cuando llegaron –Creo que no sería buena idea contarle.
-Vale, haré como que te creo... ¿Cómo encontraste esa escalera?
-Estaba vagando por el bosque y de repente la encontré, al final del pasillo había una puerta y adentro un cofre rojo que no tenía nada pero me abrió paso a la habitación donde estaba Germán.
-¿U-Un cofre rojo?
-Sí, era extraño, recuerdo que tú lo mencionaste una vez.
-Sí, pero ¿Dices que no había nada adentro? ¿Ni un libro o algún objeto?
-No, estaba vacío.
-¿Y no sentiste nada extraño cuando lo abriste? -Preguntó de nuevo.
-No, lo recordaría ¿Por qué? ¿Sucedió algo?
-No... nada -Dijo pensativo.
-¿Seguro?
-Sí, seguro.
-Pero ¿De verdad estás segu...? –Me interrumpió con un beso.
Le seguí el beso, no era algo a lo que me resistirían, son lo mejor de lo mejor. Nos separamos luego de un rato y nos sonreímos, lo quedé mirando a los ojos y pude notar como sus pupilas desparecían en lo blanco de sus ojos para después volver a la normalidad.
-¿Que...? -Dije sintiendo un poco de pánico.
-Alex... ¿Estás bien? Estás pálido de nuevo ¿Qué pasa? -Dijo preocupado Frank.
-Tus ojos... se desvanecían -Sentí que se oía más absurdo de lo que sonaba en mi mente.
-¿Qué dices?
-Te lo juro.
-Creo que estás viendo cosas, ven volvamos a casa.
Puso su mano en mi cintura y me dirigió a casa.
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¿Desea insertar realidad? | STAXXBY
FanfictionUn grupo de amigos que usan un juego en común, un ser que quiere acabar con ellos. Sólo querían jugar pero ocurrieron muchas cosas más; conocieron gente, aprendieron más sobre sus amigos y pudieron darse el cariño que no habían podido darse en su mu...