Capítulo 14: No estoy viendo cosas

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Alex:

Entramos a casa, estaba muy confundido ¿Me habré vuelto loco? No, no lo creo, estoy muy seguro de lo que vi, y es obvio que era algo que tenía que ver con Zitre.

-¿Haremos algo ahora? –Pregunté al llegar.

-Creo que no, Lele quiere cuidar a Germán, probablemente nos quedaremos en casa por hoy.

-Vale, saldré un rato -Informé.

-¿Otra vez? Tío, parece que tú no vives aquí.

-Mejor concéntrate en tu Vegettita -Dije sonriendo, luego de haber visto a Vegetta.

-¿Pero qué dic...? ¡Ostras chaval! –Vegetta lo había asustado por detrás.

Sólo reí. Salí de la casa, me dirigí al río y me lancé a él, sólo con tal de nadar un rato tranquilamente, necesitaba eso, tranquilidad. Ya habíamos encontrado a Germán, ahora sólo había que concentrarnos en salir de aquí.

De repente sentí como algo me agarraba la pierna y rápidamente me sumergió, me tomó de los brazos y me golpeó fuerte contra el fondo del río, en medio de eso abrí mis ojos y traté de ver quién era, me sorprendí mucho cuando me di cuenta de que era Frank, pero sus ojos eran totalmente blancos y su sonrisa era igual a la de Zitre, supe que no era Frank. El aire comenzaba a hacerme falta, mis ojos comenzaban cerrarse lentamente y ya no era capaz de forcejear, miré justo como el rostro de Frank había vuelto a la normalidad, y sentí rápidamente como me tomaba en sus brazos y me llevó a la superficie, me acostó en el césped a la orilla del río y comencé a toser agua.

-¡Alex! ¡Alex, pequeño, respira! -Gritaba preocupado.

No podía parar de toser, mi respiración era totalmente irregular y sólo podía enviar aire amis pulmones si tomaba ruidosas bocanadas de aire. Una vez dejé de toser, me quedé quieto, mis ojos estaban levemente abiertos con la mirada perdida.

-Alex, mírame bebé –Puso sus manos en mis mejillas e hizo que le mirara, se acercó un poco más y me besó en los labios.

Se separó al rato después, me miró a los ojos, su sonrisa y tus ojos de pronto se volvieron los de Zitre, se fue acercando a mí, su extensa sonrisa se fue abriendo sobre mi boca, sus pequeños pero puntiagudos dientes se clavaron en mis mejillas haciendo que sangrara un poco, comenzó a alejarse arrastrando sus dientes sobre mis mejillas dejándome marcas, al separarse totalmente su rostro ya era normal.

-Alex... ¿Qué pasó? ¿Por qué estabas en el fondo del río? ¿Y por qué tienes la cara arañada? –No respondí, sólo entendí que Frank era totalmente inconsciente de lo que Zitre hacía con él- Alex, por favor, háblame, me asustas.

Iba a hablar pero su rostro volvió a transformarse en el de Zitre, puso su mano sobre mis ojos, cuando quitó su mano no podía volver a abrir mis ojos, no podía mover ni un solo músculo, ya no era dueño de mi cuerpo.

-Alex, bebé, no cierres los ojos... ¡Mierda! –Sentí como me tomaba en sus brazos y corría- ¡Lele!

-¡¿Qué le pasó a Alex?! -Escuché que exclamaba preocupada.

-No estoy seguro, estaba nadando en el río y de repente lo veo frente a mí ahogándose en el fondo, lo saqué y tenía la mirada perdida, de la nada le aparecieron esos arañazos en la cara, cerró los ojos y no los volvió a abrir.

-What...? Eso no tiene sentido ¿De dónde salieron esos arañazos?

-No tengo idea.

Me dejó sobre una de las camas, mi cabeza la apoyó en sus piernas y comenzó a acariciarme el cabello. Sentí como Lele me tocaba la cara y el cuello.

-Ok, sólo está desmayado, pero estará bien -Dijo, y oí sus paso alejarse.

-No entiendo qué te sucede, pero te voy a proteger –Susurró Frank cerca de mí, luego me dio un rápido beso en los labios.

-Frank -Se oyó.

-¡Qué! –Exclamó rápidamente.

-Noté que nos hace falta hierro, así que saldremos a una mina -Dijo Vegetta.

-Yo iré con ellos -Informó Lele-, cuídalo ¿Sí?

-Claro.

-Willy salió a buscar algo de comida, volverá luego y Germán se ha dormido.

Escuché como se iban, y sentí como Frank se acostaba a mi lado y me abrazaba por la cintura.

-¿Qué sucede contigo, bebé? –Murmuró en mi oído.

Luego de un corto rato se escuchó la puerta abrirse de golpe y una respiración agitada a mi lado.

-Lo siento ¿Te desperté?

-Sí pero no importa -Dijo Germán.

-Lele me contó lo que pasó con Alex.

-¿Qué sucedió con Alex? ¿Qué le pasó en la cara?

-No tengo idea, lo encontré ahogándose en el fondo del río, lo saqué y de repente le aparecieron esas marcas, luego se desmayó.

-Deberías poner sus piernas en alto.

-¿Por qué?

-Cuando alguien se desmaya levantar un poco sus piernas ayuda a que la sangre fluya a la cabeza, me lo enseñó Lele

-No tenía idea, bueno, voy a acomodarlo, sólo espero que se despierte pronto.

 

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