Estuvimos conversando un rato entre los dos, llegaron los chicos con menas de distintos tipos de minerales, nos pusimos de acuerdo y quedamos en que a la mañana siguiente iríamos todos a buscar la manera de salir de aquí, así que preparamos todo para salir temprano y nos dormimos.
Desperté tranquilo, no tan adolorido como el día anterior. No había sido el primero en despertar, Lenay ya estaba despierta tomando alimentos y armas de los cofres.
-Buenos días Lenay –Saludé.
-Oh, good morning Alex –Sonrió- ¿Cómo te sientes?
-Mejor, gracias, la cara ya no me duele tanto como ayer.
-Esos arañazos son muy extraños, dice Frank que aparecieron de la nada.
-¿De la nada?
-Sí.
-Mm... -Me toqué la cara pensativo. Era como si a Frank se le borrara la memoria cada vez que Zitre lo poseía. Mientras pensaba, Lele se sentó frente a mí.
-¿Puedo? –Levantó su mano y apuntó las marcas de los dientes de Zitre, que para ellos eran arañazos misteriosos.
-Sí, sí.
Acercó un poco más su mano y comenzó a acariciar las heridas con la yema de sus dedos.
-¿Te duele?
-Sólo un poco.
Siguió moviendo su mano, rozando mi mejilla con sus dedos, la miré a los ojos y ella se sonrojó, lo cual me hizo sonreírle, nos quedamos un momento mirándonos, yo disfrutando de su tacto, hasta que escuchamos que alguien aclaraba su garganta a nuestro lado, miramos ambos para averiguar quién era, nos dimos cuenta de que los cuatro chicos ya estaban despiertos, Frank y Germán nos observaban atentos, Frank había sido el que había hecho sonar su garganta, Lele apartó rápidamente su mano, yo me apresuré a tomar la mano de Frank y sacarlo de la casa para llevarlo al bosque, al lugar de siempre. Él me miró algo intranquilo.
-¿Qué hacíais? –Preguntó.
-Lele estaba viendo mis heridas.
-¿Seguro?
-Seguro Frank.
-Vale, confío en ti, no me gustaría sorprenderlos de nuevo.
-Eso no sucederá, yo te amo mucho, ven, acércate.
Se acercó a mí, llevé mis manos a sus hombros y el posó sus manos en mi cintura, nuestros labios chocaron, encajando a la perfección. Frank comenzó a acariciar mi espalda apegándome más a su cuerpo, su lengua se adentró en mi boca de manera atrevida, me puso contra uno de los muchos árboles de aquel bosque e hizo que rodeara su cintura con mis piernas.
-Frank... no es el momento -Murmuré nervioso.
-Vamos pequeño, será rápido –Susurró contra mi cuello.
-Espera... ahora no podemos.
-¿Acaso no quieres, bebé...?
-Yo... -Intenté decir, pero una voz nos interrumpió.
-Frank, el violador del bosque –Dijo Germán burlón.
-¡Germán! –Exclamó asustado soltándome y volteándose hacia Germán- No... no estábamos... no es... nosotros...
-Frank tranquilo, Germán ya lo sabía -Le dije, intentando calmarlo.
-¿Qué?
-Descuida, no le diré a nadie, se lo prometí a Alex -Aseguró.
-¿Se puede confiar en ti? -Preguntó Frank, aún desconfiado.
-Por supuesto -Afirmó Germán.
-Vale... ¿A qué viniste?
-¡Oh cierto! Antes quiero disculparme por interrumpir su momento –Me sonrojé-. Vine a buscarlos para decirles que ya nos vamos, partimos en un par de minutos.
-Está bien, gracias –Germán se fue, Frank se volteó a mirarme.
-Tenemos que ir –Comencé a caminar pero él me volvió a poner contra el árbol.
-Creí no aún no lo diríamos.
-Lo siento, me había puesto nervioso -Expliqué.
-Dame un beso y te perdono –Me acerqué a sus labios y los junté con los míos, en un beso mucho menos fogoso que los de antes- Mm... no me convence.
Lo volví a besar de una manera más feroz, la cual pareció gustarle, nos abrazábamos en beso, él deslizaba sus manos por mi cuerpo desnudo y yo jugaba con su cabello, me separé de él sólo cuando me hizo falta el aire.
-¿Con eso tienes? -Pregunté cuando nos separamos.
-Sí -Sonrió-, ya vamos con los chicos.
Le sonreí de regreso y nos reunimos con los demás. Caminamos por mucho tiempo, tratando de encontrar alguna pista que nos ayude a salir de este mundo, no sabíamos qué hacer o por dónde empezar, simplemente caminábamos por los distintos tipos de biomas que nos ofrecía el juego.
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¿Desea insertar realidad? | STAXXBY
FanfictionUn grupo de amigos que usan un juego en común, un ser que quiere acabar con ellos. Sólo querían jugar pero ocurrieron muchas cosas más; conocieron gente, aprendieron más sobre sus amigos y pudieron darse el cariño que no habían podido darse en su mu...