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♡Capítulo 17♡

Habían pasado tres días en los que había evitado a toda costa ver a la cara a Justin.

Desde el momento en la azotea no habíamos hablado ni nada por el estilo.

Y creo que era lo mejor. No quería sufrir.

Ya era jueves y mi despertador sonó. Me levanté con toda la flojera del mundo para darme una ducha.

Al cambiarme de ropa, decidí algo un poco apropiado. Unos jeans ajustados, un top, una chaqueta y unos botines de tacón.

Tenía una cita con el médico ya que estos días no me había estado sintiendo muy bien, así que decidí tomar una cita para saber qué era lo que me estaba pasando.

Cuando estuve lista, salí de mi habitación y de la casa de los Bieber.

Al llegar, me dijeron que esperara sentada en una pequeña sala. No pasaron más de quince minutos hasta que me llamaron.

—_______ Stevenson—llamó el medico desde su sala. Me levanté del asiento y me dirigí hacia donde el médico me atendería.

—Adelante, ______, toma asiento—y así lo hice. El médico era un hombre mayor, me gustó la confianza que me transmitía— ¿qué te trae por aquí?

—No me he sentido muy bien estos días—le dije acomodándome en el asiento—he tenido varios dolores de cabeza y mareos. Me extraña porque nunca suelo enfermarme de esta manera—le dije mientras entrelazaba mis manos.

—Está bien—dijo asintiendo—por los exámenes que te has realizado previo a la consulta, puedo ver que estas sufriendo de un caso de estrés grave, esto se debe a mucho trabajo, demasiadas preocupaciones y cosas así. Seguro entiendes—me explicaba el doctor. Yo solo asentía—las jaquecas y los mareos son normales. El estrés produce esos síntomas, pero para eso te recetaré unas pastillas, para que los dolores de cabeza disminuyan—dijo— quiero que descanses y que hagas cero esfuerzos. Olvídate de un momento de tus preocupaciones—pidió el escribiendo en una hoja—aquí tienes, la receta para compres los medicamentos—extendió su mano con una hoja que recibí y guarde en mi bolso—es un estrés bastante grave. Tienes que tener cuidado, piensa mucho en tu salud, _____, si el estrés no es bien tratado puede traer consecuencias mucho más graves, ¿entendido?—pregunto.

—Si doctor muchas gracias por todo, nos vemos—le dije levantándome para salir del lugar.

Lo que me faltaba, estar estresada.
Era claro que no podía descansar, tenía bajo mi responsabilidad una casa entera.

Y como la suerte siempre me ha odiado, Amelie también cayó enferma, así que no podía ir al trabajo.

Lo que significaba más trabajo para mí, cero descanso.

Seguí caminando hasta una farmacia en donde compré los medicamentos que me había recetado el doctor. Hice que un taxi parara y me subí con rumbo a la casa Bieber.

Al llegar me di cuenta de que había un auto desconocido. Aceleré el paso para llegar hacia donde estaba el jardinero. Él debía saber de quién era ese auto.

—Hola Peter—saludé amablemente.

—Hola ______, ¿cómo estás?—preguntó amablemente secándose el sudor de la frente.

—Bien, gracias—dije. Yendo al grano le pregunté—¿de quién es ese auto?

—Es del primo de los chicos—me dijo él. No por favor, otro primo odioso y pesadilla no—no estará aquí por mucho tiempo, sin embargo.

—Está bien, gracias—le dije amablemente—nos vemos, Peter—me despedí.

—Nos vemos, ____, que tengas un buen día—respondió el.