—Estaba limpiando y la caja se volteó, las cosas se cayeron y las estaba poniendo en su lugar—le dije. No admitiría que era demasiado curiosa para el gusto de cualquiera— ¿Te molesta?—le pregunté mirándolo a los ojos.
—Son mis cosas privadas—dijo frío, mirando hacia otro lado.
—Lo siento—me disculpé. Sabía que era duro para él. Recogí la caja con las fotos y se la entregué—toma—él tomó la caja y la dejó en el mueble—era muy bonita tu novia—le dije sinceramente sin poder evitarlo.
Me sentía ¿resignada? Tal vez un poco.
Poco a poco iba aceptando que entre Justin y yo no iba a pasar nada nunca.
—Lo sé, es la mujer más hermosa que he conocido—respondió.
Auch.
—Debe haber sido muy difícil para ti—le dije suavemente.
Realmente no me había pasado nada parecido, pero el solo hecho de imaginarlo me aterrorizaba.
—Lo fue—dijo suspirando, recordando. Negó con la cabeza y me miró—y tú ¿has tenido novio, esposo, o hijos?—dijo bromeando.
—He tenido novios, pero nada serio. Siento que no he encontrado al correcto—le respondí mientras me mordía el labio—pero no estoy apurada por encontrarlo—finalicé.
—Eso es bueno, supongo—dirigió su mirada hacia el lugar—¿necesitas ayuda con todo esto?—preguntó.
¿En serio él había dicho eso?
—Si tuviera a alguien que me ayudara sería muy feliz—le dije tomando la escoba para seguir barriendo.
—Si quieres te puedo ayudar—dijo Justin encogiéndose de hombros.
Espera, ¿qué?
¿Qué le estaba pasando?
Saqué la conclusión de que Justin era bipolar. Minutos antes parecía que me quería matar por ver las cosas de la caja y ahora quería ayudarme. Realmente estaba sorprendida por su actitud tan cambiante.
—¿Hablas en serio?—le pregunté. Tal vez era un juego por parte de él.
— ¿Tengo cara de estar bromeando?—dijo levantando una de sus cejas.
—No, no es eso, simplemente me sorprende. Si no es mucho para ti—agarré un pequeño trapo y lo deposité en su mano— bienvenido al trabajo—le dije y cogí la escoba para seguir barriendo.
Estuvimos limpiando cada rincón de la azotea. Habían momentos en los que nuestras mirabas se encontraban o en las que nuestros hombros rozaban, pero siempre uno de los dos bajaba la mirada o se alejaba inmediatamente.
Me estaba dando cuenta de muchas cosas. Justin estaba tratando de ser amable pero no sabía cómo.
Hubo un momento en el que me quede mirándolo mientras él estaba muy concentrado cambiando la posición de un mueble. Cuando me pareció que se dio cuenta bajé enseguida la mirada y seguí limpiando el piano que se encontraba allí.
Encima del piano habían varios marcos con fotos de la Torre Eiffel, de el Puente de los Suspiros, y varios lugares más. Fotos preciosas.
Estaba tan emocionada observando que sin querer aplasté una tecla del piano haciendo que Justin se sobresaltara.
—Lo siento—me disculpé agachando la mirada.
—¿Te gustan?—preguntó acercándose, yo asentí—yo las tomé, hace mucho tiempo.
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Price Tag ➳ j.b
Fanfiction¿Humillación? Casi siempre. ¿Insultos? Nada que no pueda aguantar. ¿Su peor pesadilla? Justin Bieber.