♡Capítulo 8♡

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Justin por otro lado no podía ni cerrar ojo, estaba inquieto en su cama, si no se levantaba a darse una ducha, iba a la cocina por un vaso de leche. Le inquietaba demasiado que haya sido _____ la que lo vio llorar, no le sorprendería que se burlara de él, después de como la trató.

*
Al día siguiente me levanté a ducharme para después tomar algunas prendas y vestirme.

Salí de mi habitación directo a la cocina, y al entrar me sorprendí mucho al ver que Justin Bieber, quien normalmente se levantaba a la una de la tarde, ya en pie a las ocho de la mañana y desayunando.
Simplemente no lo podía creer, este no era el chico que yo conocía, o bueno, que creía conocer. No obstante, no pasé por alto los círculos de tonos morados debajo de sus ojos, seguramente no había dormido bien anoche.

— ¿No quieres comer nada más?—le pregunté. Fingiría que lo de ayer nunca pasó y así me evitaría más problemas.

—No—dijo seco.
No sé porque no me sorprendía que Justin fuera tan frío, la costumbre debe ser.

—Está bien—le dije simplemente.
Lo dejé de mirar y empecé a lavar algunos platos que habían, hoy sería un día duro. Amelie no estaba, tuvo que ir al médico y le habían dado el día libre, por lo tanto me ocuparía de todo en la casa.

—Sobre lo que viste anoche...—me dijo nervioso, pero lo interrumpí. Era una conversación que no valía la pena tener.

—Quédate tranquilo—le dije dejando la vajilla a un lado para mirarlo—no le voy a decir a nadie si es lo que te preocupa. Fingiré que nunca pasó, y así todos felices—le dije dejando de mirarlo y regresando mi vista a lo que estaba haciendo.

—Está bien—dijo simplemente. Se quedó pensando un rato y después habló—¿me darías más jugo, por favor?

Vaya, la sutil forma que tenía de cambiar de tema era impresionante.

—Sí, claro—le dije, agarrando la botella de jugo y poniendo más en su vaso.

Wait, ¿él dijo "por favor"?
Vaya, eso ya era mucho. De todas formas, evitaría cualquier tipo de contacto externo con él, si era posible hasta dejaría de hablarle. Los malos tratos terminarían por colmar mi paciencia.

Eso era algo que no quería, y que no debía pasar.

—Cuando termines con eso, ordena mi habitación—se levantó de la silla—Ah, y te aviso, hoy llegaré tarde, así que no hagas almuerzo para mí.

—Está bien—le dije.

Salió de la cocina y por la ventana pude ver que subió a su auto marchándose a toda velocidad.
En cierta parte era una ventaja ya que era menos cantidad para cocinar, solo estaban Jason, Jazz y Amanda.

Oh, Amanda. Había olvidado su existencia por un gratificante momento. La odiaba y quería que se fuera de una vez por todas, siempre se levantaba muy tarde y cuando lo hacía, era para pelear conmigo.

Negué y seguí haciendo mi trabajo.

Ya eran las cuatro de la tarde y me encontraba paseando por el jardín esperando a Jazz, que llegaría en un bus de la escuela en un rato más.

Me encantaba este jardín. Tocaba suavemente las flores que se encontraban ahí, habían de todos colores y el pasto estaba bien cuidado. Todavía me sorprendía lo hermosa que era la casa, era como esas de princesas que solo salen en los cuentos, películas o telenovelas. Me sentía afortunada de poder estar en una casa así.

De repente vino Justin a mis pensamientos. Últimamente pensaba mucho en él y no podía olvidar el hecho de que sufría por su novia.

Me dolía el saber que él no tenía ojos para nadie más.

Price Tag ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora