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♡Capítulo 11♡

Seguí caminando hasta llegar a la habitación de Jazz, toqué suavemente la puerta y enseguida la abrió mi pequeña.

—Hola ______, entra—saludó dándome paso a su habitación.

—Hola mi hermosa, ¿qué hacías?—le pregunté.

—Estaba jugando con mis muñecas, pero me aburrí y ahora estoy pintando—respondió Jazz. Esta niña amaba el dibujo más que a nada.

—Que hermoso, me encanta como dibujas mi pequeña—le dije sinceramente. Para ser tan pequeña dibujaba excelente, ni siquiera yo a mi edad dibujaba como ella.

—Gracias _____, nadie me lo había dicho nunca—dijo sonrojándose, el acto más tierno. No dije más y seguí observándola mientras pintaba.

De pronto, una duda apareció en mi mente, ¿Cómo se dieron cuenta de lo que pasó ayer? Según yo, todos estaba dormidos.

Decidí preguntarle a Jazz, porque preguntarle a Justin o a Jason me daba un poco de vergüenza.

—Mi pequeña—dije y ella me regresó a ver—¿cómo se dieron cuenta de lo que paso anoche?—le pregunté suavemente.

—Yo les dije a mis hermanos, _______, yo vi cómo te empujaban a la piscina—dijo acordándose.

—¿Pudiste ver quién era esa persona?—le dije, era obvio que no sabía pero prefería intentar.

—No _____, estaba con una máscara, pero me di cuenta de algo—dijo Jazz.

—¿De qué te diste cuenta?—le pregunté muy curiosa.

—De que era una chica—dijo Jazz—corría como niña, así—dijo imitando a una chica muy, muy delicada.

Me quedé pensando en eso, Jazz tenía razón. La persona que me había empujado la noche anterior tenía una contextura delgada, no podía ser un hombre. Seguí tratando de recordar más detalles, cuando Jazz habló.

—Oye ____, ¿me acompañas al centro comercial?—me dijo la pequeña con dulzura. No podía decirle que no.

—Claro, mi hermosa—Jazz sonrió satisfecha—solo déjame cambiarme de ropa—estaba con un tipo calentador por el frío que tenía en la mañana.

—Está bien, yo también quiero arreglarme—dijo Jazz como si fuera mayor. Simplemente la amaba—nos vemos abajo.

Salí de la habitación de Jazz y me fui a la mía. No sabía que ponerme, así que me decidí por una falda circular color vino, y un crop top negro que daban la impresión de ser un vestido simple para verano, me puse unos pequeños botines y unas medias largas.

Al finalizar me puse poco maquillaje, solo rímel, delineador y un poco de brillo, perfume y ya estaba lista. Me solté el cabello y salí.

Fui hacia la sala y vi a Jazz sentada en el sofá grande, llevaba un tutú rosa que hacía que se viera preciosa. Cuando se dio la vuelta puso una cara de sorpresa que no me gustó.

—¿Tengo algo mal?—le pregunté preocupada.

—No, no, es que eres muy bonita, eres una princesa como yo—dijo Jazz suavemente—estás hermosa—dijo y yo sonreí y le planté un beso en su mejilla.

— ¿Hermosa?—dijo una voz que conocía perfectamente—no me hagas reír Jazzy—sabía que se trata de la rubia cabeza hueca, que venía bajando el último escalón.

—No he dicho ningún chiste—dijo Jazz enojada—_______ es hermosa, es una princesa, no como tú, que eres la bruja mala y fea—solo pude abrir mi boca en señal de asombro, Jazz no había dicho eso, ¿o sí?