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♡Capítulo 25♡

Sentía una mano en mi cintura y una respiración pausada en mi cuello.

¿En dónde estaba?

Poco a poco abrí los ojos para darme cuenta de que estaba en la habitación de Justin. Sonreí al recordar lo que había pasado ayer. Estaba en su cama mientras él me abrazaba.

Me sentía bastante nerviosa.

¿Cómo salía de aquí sin despertarlo?

Me daría mucha vergüenza si el despertaba y me encontraba todavía aquí. Y peor aún, si me veía desnuda de nuevo.

Lo miré. Tenía su rostro completamente relajado y sus labios estaban entreabiertos. Tenía muchas ganas de besarlo ahora mismo, pero debía aguantar.

Lentamente saqué el brazo de Justin de mi cintura. Intentaba cada vez más fuerte, pero Justin me apretaba más a su su cuerpo. Cuando por fin pude hacerlo respire agotada.

Me hubiera gustado quedarme, la cama se sentía cómoda y los brazos de Justin aún más. Pero la vergüenza que sentía era mayor.

Me vestí silenciosamente y salí del cuarto dejándolo ahí solo. No me había gustado, pero tenía que hacerlo.

Me dirigí a mi propia habitación.

Al llegar entré y me miré al espejo. Parecía que estaba viendo a un zombie. Tenía muchas ojeras y mi cabello estaba extremadamente alborotado.

Hubiera sido extremadamente vergonzoso si Justin me hubiera visto así.

Sin pensarlo dos veces me despojé del vestido para poder darme una ducha relajante. No pude evitar pensar en lo que había pasado la noche anterior. Justin había sido tan lindo. Podría incluso decir que fue perfecto.

Tenía miedo de lo que pudiera pasar después.

Cuarenta minutos después salí del baño envuelta en una toalla, sequé mi cuerpo y después me puse algo cómodo.

No hacía tanto calor. El cielo estaba un poco nublado y parecía que comenzaría a llover.

Peinaba mi cabello mientras miraba mis ojeras. Tenía que hacer algo para cubrirlas. Tomé el pequeño frasco de base y me lo apliqué suavemente.

Cuando ya estuve lista, salí de mi habitación y fui rumbo a la cocina.

Al entrar, pude ver a Amelie hablando amistosamente con James.

—Hasta que despertó la Bella Durmiente—si supieras James. Se acercó y depositó un sonoro beso en mi frente— ¿cómo dormiste?

—Excelente, gracias—le dije sonriendo por el recuerdo.

¿Cómo había dormido? Excelente.

—_____, ¿puedes ir a despertar a Justin? Su mamá llamó y quiere que vaya al banco a retirar un dinero que les acaba de mandar—maldición. ¿Por qué tenía que despertarlo justamente yo?

—Está bien—dije sonriendo nerviosa— ¿cómo está la señora Pattie?

—Por lo que me dijo el trabajo está muy entretenido. No creo que planeen volver aún—dijo Amelie.

—Vaya—susurré pensativa.

—Si—dijo Amelie—pero ya, ve a despertar a Justin—dijo sonriendo.

Asentí y salí de la cocina.

Subía lentamente las escaleras recordando todo lo que vivimos anoche, los besos tan suaves, las caricias de Justin, sentir su respiración en mi cuello, su perfume.