La Boda. Parte III

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***

El resto de la tarde me la paso llamando algunas personas para confirmar la asistencia y terminando los detalles de la despedida de soltera de Luisa. Vamos a ir a un club. Y sí, habrá striptease para ella, mucho alcohol y diversión para la novia y las invitadas. Exceptuándome, por supuesto. Tengo que estar al pendiente que todo salga a la perfección, que la novia pueda despertarse mañana y lucir hermosa sin arrepentimientos para casarse con Harry.

Por su parte Zayn pasa la tarde concretando el lugar a donde van a air para la despedida del novio. Como es de esperarse ellos también van a un club de Strippers. No es que la idea me agrade mucho, pero según Zayn, la idea es hacer feliz al novio. Juró que me dan ganas de atarlo a la cama para que no pueda irse a ningún lado.

–No quiero que vayas Zayn…

–Soy el padrino de la boda –se acerca en la silla de ruedas del escritorio hasta mí, me toma de la cintura y me sienta en sus piernas–; además yo no te estoy impidiendo ir a ver a esos tipos sin ropa. Entiendo que eres la madrina.

Niego con la cabeza. Le comento que en serio no quiero que vaya. No desconfío de él, es sólo que tengo un mal presentimiento respecto a esa fiesta. Algo me dice que nada bueno pasará en unas horas si nos separamos para ir a diferentes lugares con los ebrios novios e invitados.

–Estás preocupándote demasiado. ¿Qué te parece si volvemos a las dos de los clubes y nos divertimos por nuestra cuenta? –muerde el lóbulo de mi oído y de inmediato pierdo toda fuerza de voluntad.

Beso sus labios y me pongo en pie. –Prometido –le guiño un ojo y termino con mis actividades extenuantes de madrina.

Voy a la cocina por algo de comer. Me siento como la esclava de Luisa, ni siquiera un poco de pastel nos ha brindado. Aunque imagino lo que debe estar haciendo con Harry en su habitación. Me estiro para tomar de la alacena una caja de cereales, lleno un tazón con leche y me siento en la mesa a “desayunar” a las cinco de la tarde.

Repaso mentalmente el programa de lo que queda del día de hoy. A las siete pasa la limosina por nosotras; llegaremos al club cerca de las ocho y nos sentaremos en los puestos VIP –que conseguí por tener una futura esposa entre las invitadas–. Estaremos allí hasta las dos de la mañana y luego volveré a casa para liberar el estrés del día en los brazos de Zayn.

Algunas imágenes de nuestras mejores noches hacen que mi sangre se caliente y una sonrisa de enamorada se dibuje en mi rostro. Mis cavilaciones romántico-sensuales son interrumpidas por el timbre. Grito al aire que yo iré a abrir. De todas maneras nadie más lo hará. Los novios están en su habitación –ocupados–, Niall y Jo deben estar durmiendo después del largo viaje y Ed igual.

Camino hasta la puerta y al abrir me encuentro a una linda chica. Alta, buena figura, ojos color ámbar, una sonrisa tierna y el cabello castaño con algunos rayitos rubios.

No trae equipaje alguno, lo que es extraño. Debe ser amiga de Luisa o algo así, una vecina tal vez. Me mira tal como yo la he examinado y sonríe.

–¿Marie? –okey, esto va más allá de lo extraño. ¿por qué sabe mi nombre?

–¿Nos conocemos?

Niega levemente con la cabeza y me dice que ha escuchado mucho de mí. La interrumpo diciendo que espero que no sean cosas malas las que ha escuchado.

–¿Está Ed? No sé si ya habrá llegado.

La dejo pasar. Al parecer conoce a más de una persona en esta casa. ¿De dónde conocerá a Ed? Pasamos a la sala y se sienta en el sillón más grande. Es evidente que ya ha estado aquí antes. Al parecer nota mi cara que le hace más de una pregunta al mismo tiempo.

I Knew You Were Trouble. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora