I Knew You Were Trouble. [Terminada]

Karma.

–Espera un minuto –dice mi prometida antes de que entremos a casa–, me olvidé mi bolsa dentro.

–Yo voy por ella…–me ofrezco como todo un caballero. Lo que hace el amor.

–No, no. Tranquilo ve adentro y ya llego –me interrumpe. Asiento.

–Ten cuidado, está oscuro –le advierto en cuanto baja las escaleras de nuevo.

Sí, sólo soy un poco sobreprotector con la razón de mi vida.

Entro a la casa, me dirijo a la cocina en busca de dos copas. Las lleno de champaña y las dejo en nuestra habitación. Enciendo un par de velas sonriendo como tarado. Hoy ha sido una velada magnifica que me ha dado varias ideas para mi boda con Marie. El simple hecho de estar con ella y tener la certeza de que es mía después de tanto, es gratificante. Hoy le regalaré una noche especial, una de esas que no se pueden olvidar.

Ya quiero que conozca a mis padres y poder presentarme ante los de ella para pedir su mano oficialmente. Amo a esa mujer de una forma tan adictiva que parece peligroso. Mi troublemaker.

Después de un rato me doy cuenta que está tardándose demasiado y tal vez pueda necesitar mi ayuda. Vuelvo al patio trasero y me encuentro con la peor imagen. Allí está ella besándose con Liam. Mil maneras de maldecir se pasan por mi mente. Las ganas de golpearlo me ganan. Demolerle la cara no es nada de lo que pueda arrepentirme.

Me acerco y sobrepaso a la persona que creía me amaba, y llego a cumplir mi cometido de destrozarle la cara al imbécil de Payne.

–¡Nunca me has amado, nunca lo amaste. Creo que nunca has amado a nadie ni nada! –grito a Marie, que aún tiene cara de sorpresa y algo de miedo. Por supuesto no le haría daño. No como ella me lo ha hecho a mí.

¿Cómo pude creer que ella podría llegar a amarme? ¿¡A preferirme sobre su doctorcito favorito!? Eres un estúpido, Malik.

Al salir y verla allí besándose con Liam ha sido la cereza que necesitaba el pastel. Yo confié en ella, le di mi amor y mi corazón. La he tratado como una reina; como si no existiera en mi mundo nada más importante que ella. No existe en mi vida algo tan importante como ella.

¡Demonios! Hasta le di un anillo, le propuse matrimonio. ¿Qué más quiere de mí? Tal vez un título en medicina.

Vuelvo a la casa azotando las puertas sin importarme nada. Voy de un lado al otro de la habitación tirando mis pertenencias en mi maleta. Tengo que salir de aquí. Alejarme de Marie, alejarme de su hechizo. Caí en sus redes desde que la vi y ahora es muy tarde.

¡Maldito Payne!

La puerta no ha dejado de sonar, y ella no ha dejado de llamarme. Simplemente no puedo verla. Estoy enojado, hasta vulnerable. Quiero distancia y espero que lo entienda. Después de toda la basura por la que hemos pasado para ella es sencillo ir y besar a su Ex.

Caigo en la cama cansado de este día, cansado de esta montaña rusa que ha sido estar con Marie. Esta locura que parece cobrar sólo sentido cuando estamos juntos. Puede que ella sólo haya sido un capricho. Puede que yo sólo sea un juego para ella.

Voy a volver a casa, buscar algo de paz y… darme un tiempo con ella. Nuestro compromiso ha quedado estancado, por ahora. ¿Quiero casarme con alguien tan problemática? Lo peor de todo es que la respuesta es sí.

Mi equipaje está listo. Me baño y me preparo para tomar un avión directo a NYC. Debo solucionar algunas cosas antes de irme de vuelta al Reino Unido. A casa. A la paz.

Cuando abro la puerta me encuentro a Ed levantando a Marie del suelo. Me mira con desprecio y resentimiento. Quisiera gritarle que el herido aquí soy yo, y que no debería considerarla un ángel, después de todo ella lo engañó conmigo.

Esto debe ser karma, ella lo engaña conmigo, luego me engaña a mí con Liam.

Mierda. Duele verla así pero… Todo su maquillaje está corrido y ese vestido a pesar de estar arrugado le queda perfecto. Ya has tomado tu decisión, Malik. Me repito una y otra vez para ser capaz de alejarme.

–Esto no es justo, Zayn –dice Ara acomodando a Marie en el sillón más grande, mientras me ve arrastrar mi equipaje por la salsa.

–La vida no es justa. Injusto es amar sin ser amado –digo saliendo del lugar sin dar explicaciones ni despedidas.

Una boda y una separación. ¡Já! Podría llegar a ser un buen chiste.

Me alejo de la casa en el taxi que he llamado. Los boletos de Marie estarán esperándola en cuanto despierte. Irónico, ella me dejó y ahora yo la dejo… tal vez nuestra relación no funciona sin problemas, pero por ahora quiero calma, no esta locura que ha sido enamorarme de ella.

De la porrista.

De mi tutora de química.

De mi alumna.

De una troublemaker.