Mi amado teléfono empieza a sonar, me paro y lo busco rápidamente en mi mochila. Es Niall.
–Hola Marie.
–Hola Niall.
–¿Estás bien? Suenas preocupada.
–No, estoy bien, no te preocupes –estoy al borde de un colapso esperando que Zayn no me escuche.
–Ok. Sólo llamaba para decirte que estamos bien, Jo te manda saludos. Esperamos que te podamos ver en las fiestas. ¿Eres la madrina, cierto?
–Sí, Luisa me pidió serlo –le dila espalda al ring y me acerqué a la ventana.
–Bien. ¿Ya sabes quién es el padrino?
–No, pero supongo que será Louis o Josh…
–¿Luisa no te dijo?
–¿Acaso ya lo escogieron? –levanto un poco la voz, pues Luisa no hace un movimiento sin contármelo.
–Sí, lo escogieron incluso antes de irse. Es Zayn…
Aquí mismo mis piernas empiezan a temblar, el corazón deja de bombear, pierdo el equilibrio y si no me sostengo en la venta probablemente hubiera terminado en el suelo.
–¿Marie?
–Sí, sí. Aquí estoy Nialler –dije recomponiéndome–,te parece si te llamo más tarde, tengo que correr a una clase.
–Claro, no hay problema. Cuídate un abrazo.
Zayn el padrino de la boda… ¡Gracias mundo! Pero eso sigue sin explicar por qué está en Nueva York.
Como sea, debo dejar de venir, lo siento mucho por Vivian, pero no puedo volver a este lugar sabiendo que él está aquí. Me separo de la ventana y camino hasta la puerta, alguien la abre por mí, salgo pero algo me detiene con una simple palabra.
–¿Marie? –esa voz no es capaz de ser confundida por mi cerebro. Suena más profunda, pero está grabada en cada uno de mis nervios.
No me giro, respiro profundamente, me rodea y me enfrenta. –¡Cielos! Pero si eres tú.
–¿Zayn? –pregunto pretendiendo ser un alíen de un planeta más allá de Plutón.
–Sí, soy yo. ¡Wow! Estas… -su sonrisa termina la frase por él.
–También tú… es decir… cambiaste.
–Ni qué decir de ti –me mira de arriba abajo. La verdad no sé qué encuentra diferente en mí. Toma mi mano y me hace dar una vuelta.
Me sonrojo. –Gracias.
–¿Chica neoyorquina entonces? –se cuelga una toalla sobre el cuello.
–Sí, he estado bastante bien, sí esa es la pregunta –le ruego a mi corazón que vuelva a su ritmo normal, pero parece que está demasiado ocupado para ponerme atención. –¿Y tú qué haces en USA?
–Trabajando. Lo que quería, NYC me lo ha dado.
–Me alegro por ti –digo recordando a su nueva novia. Al parecer alguien sentó cabeza.
–¿Y... vives cerca?
–Sí, Julliard está cruzando la calle… -señalo con mi pulgar sobre mí hombro.
–Claro. ¿Y qué tal va el baile? –okey, esto es un interrogatorio ¿o qué?
–Muy bien de hecho –sonrío–. De hecho tengo que ir a clase ahora –miento, pero es probable que el mareo que está atacando mi cuerpo termine en un desmayo si no me apresuro a salir de esos ojos que tanto amo. Porque sí, aunque lo quiera o no, Aun lo amo.
–Oh, claro. ¿Vienes seguido aquí? Podríamos hablar otro día –me da esa mirada a la que nunca me he podido negar.
–Es la primera vez que vengo, pero tal vez nos veamos por allí luego…
–Hecho. Nos vemos entonces –se acerca y me da un beso en la mejilla. Sonrío y corro fuera del gimnasio.
No esperaba que esto sucediera. Pensé que jamás tendría que verlo de nuevo, pensaba que mi vida sería normal des que salí del Reino Unido. Pero al parecer el destino me ha jugado una pasada de la cual no puedo escapar.
Tampoco esperaba que fuera tan medido conmigo; si algún día soñé con verlo de nuevo, estaba segura de que nos veríamos y nos besaríamos sin más. Aunque obviamente eso ha cambiado, él no me quiere, y no sé si alguna vez realmente lo hizo. Ahora tiene pareja, no tengo ni el más mínimo chance.
Suspiro mientras cruzo la calle, una bicicleta casi me deja estampada contra el pavimento, pero caigo de rodillas en la cera de Julliard. Las manos y las rodillas me duelen un poco, me raspé.
Hago mi camino hasta la enfermería, necesito unas banditas o algo. Lo mejor de todo es que tengo clases y no voy a poder dar todo de mí, y no precisamente por las heridas físicas, es más por las heridas que están asentándose de nuevo en todo mi espíritu.
Cruzo las puertas de vaivén de la enfermería. Llego a la recepcioista.
–Buenos Días señorita.
–Buenos días, ¿Qué puedo hacer por ti?
–Podría hablar con una enfermera o algo, necesito algunas curaciones. Acabo de caerme y tengo algunas lesiones -aunque también podría necesitar un calmante o algo...
–Claro sígueme –dice con una sonrisa, se pone en pie y pasamos a un pequeño saloncito blanco con un par de camillas.
Es la primera vez en todo este tiempo que vengo a la enfermería. No había tenido accidentes, no había tenido que venir a consulta, pues me suspendieron algunas medicinas y sólo me asignaron vitaminas y gotas de valeriana para el estrés. (Jamás remplazarán a Zayn)
Estaba saludable, no tenía razones para venir, pero por supuesto, hace quince minutos eso ha cambiado, pues el chico que me vuelve loca aparece de nuevo en mi vida y pone todo de cabeza.
–Siéntate en la camilla. Voy a llamar al doctor, creo que la enfermera no llegará hasta dentro de media hora –se inclina sobre mi rostro sonriendo– caso de vomito en clases de ballet –se ríe y me deja en la soledad blanca del lugar.
Me acuesto en la camilla. Atrapo mi jersey y me lo pongo, tomo mi celular y le envío un mensaje a Vivian.
¡Eres la peor mejor amiga del mundo! Estoy en enfermería, te veo en clases. :/
Guardo mi celular y miro al techo tratando de aclarar ideas. Que Zayn esté cerca no significa que vayamos a ser amigos ni nada, mantendré mi distancia; tendré que ir al gimnasio con Vivian, pero no dejaré que eso me afecte. Si él maduró, yo también lo haré.
Es triste que teniéndolo tan cerca no podamos estar juntos, pero ¿Quién dijo que la vida era justa? Creo que lo merezco, le hice daño a Ed –aunque él no lo sepa–, y fui una descarriada. Lo merezco.
Escucho un ruido. Es la puerta, me siento en la camilla mirando mis rodillas.
–Buenos días señorita –algo en mi mente se contrae…
Alzo la mirada. –¿¡Liam!?
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I Knew You Were Trouble. [Terminada]
FanficEnamorarse de quien no debía, ese fue el gran error de Marie. Su vida era perfecta hasta que él llegó a poner su mundo de cabeza, la enamorará, la enviciara con sus besos y caricias, pero lo que empieza mal...