I Knew You Were Trouble. [Terminada]

Concurso de canto

Una mano tibia sostiene la mía, dándome calor. La nieve ha superado varios centímetros. Las calles, los coches, las lámparas y los árboles son la más magnifica a representación del invierno. Estoy caminando en medio de la fría noche con mi novio; el hermoso chico malo de ojos miel, sonrisa blanca, tatuado y con cabello despeinado que tanto amo.

Por sugerencia suya hemos salido a caminar. Vamos de la mano bajo la luz de las estrellas. Suelta mi mano y me abraza, susurrando en mi oído: –Te amo, Marie…

Es sábado, me despierto bajo el recuerdo de mi linda noche de ayer. Un manojo de nudos en el cuello y otro aún mayor en mi estómago se instalan al recordar cual día es hoy. Salgo de la cama y me dirijo a la ducha, me deslizo de la habitación con cuidado de no hacer ruido para no despertar a Vivian.

Camino hasta el gimnasio. Necesito algo de ejercicio y dar uno cuantos golpes para des estresarme. La canción se reproduce una y otra vez en mi mente. Los consejos de tono, timbre, vocalización y demás que Zayn nos ha dado durante sus clases, son parte elemental de mi sufrimiento auto-impuesto para ser la mejor del concurso.

Aún si yo no gano, él me dirá que fui la mejor, pero quiero ganar. Se supone que mi especialidad es el baile, sin embargo el cantar –que es más su especialidad– frente a todas esas personas y ganar sería un triunfo personal.

Sigo sin saber que va a cantar aunque seguramente lo hará perfecto y allí estaré yo observándolo y apoyándolo. Para cuando termine su presentación, ya no trabajará más para la Academia de Artes Julliard. No sé qué hará o en qué trabajará –lo cual me preocupa un poco–. Zayn es  muy talentoso y seguramente todo se dará por sí solo.

Entro en el gimnasio, cruzo las puertas de cristal y busco con mis ojos el ring. Jack está con Zayn, pero no están practicando, están hablando calmadamente. Después de unos segundo se dan la mano, mi novio baja del ring y va hasta los lockers.

–Hola Marie –saluda Jack, empezando a dar saltos para calentar.

–Ya vuelvo –digo sonriéndole y haciendo el mismo camino que Zayn.

Al entrar en el espacio reducido, escucho el agua caer desde las duchas del fondo. Pícaramente me acerco y toco la pequeña puerta de cristal con figuras de balones, pesas y equipo para gimnasia, que cubre desde los hombros hasta las rodillas.

–Buenos días –me enseña su blanca dentadura, cierra la llave y se acerca para darme un beso en la mejilla.

–Holap.

–¿Sucede algo? –pregunta apoyándose en sus fuertes brazos sobre la puerta, que me deja ver su borroso cuerpo.

–No, solo estoy un poco estresada por esta noche… –susurro más para mí que para él, tratando de no pensar en su perfecto cuerpo.

Sostiene mi rostro por mi mentón y dice: ––Vas a estar fenomenal. No tengo idea de por qué no me has dicho la canción, pero seguro lo harás bien, amor.

Sus ojos inspiran seguridad y confianza, todo lo que este chico malo es y significa para mí. –Gracias. Y no, no sabrás mi canción hasta que me presente –le saco la lengua, me acerco y me beso su mejilla húmeda.

Me giro para volver a mi clase de Kick boxing. –¿No te duchas conmigo? –su voz resuena en el lugar, llega a mis oídos y hace que mis rodillas cedan un poco.

–Tengo clase, nos vemos esta noche cuando gane ese concurso.

–Jajaja, claro. Y luego a celebrar…

–¿Algo que tengas planeado? –volteo a verlo con una sonrisa.

Se gira hacía la ducha, abre y el agua corre por su cuerpo. –Tal vez esta noche si quieras bañarte conmigo.