La cabaña estaba llena de colores y de marcas de juegos. Le sonreí, me ayudó a subir las escaleras y me instalé en la casita. A mi alrededor tenía varios afiches de bandas, rayas y tachones, señales de tráfico, gráficos psicodélicos y más.
Me senté en un sillón mediano, Zayn me siguió. –¿Qué piensas?
–¿Qué hacemos en una casa del árbol? –le pregunté lo más claro que mi voz me permitió.
–Quería traerte desde hace mucho, pero no se había dado la oportunidad.
–¿De quién es? Se supone que tú no vivías en la ciudad –estaba analizando la situación antes de encontrarme sorprendida por si algún policía llegaba a sacarnos de la propiedad privada.
–Es mía. La casa de mi abuelo está a trecientos metros al fondo del bosque. Cuando él murió mi familia decidió mudarse, aparte de la situación en mi escuela por supuesto. Quería sentirme más cerca de él –me pasó el brazo por los hombros y me recosté en su pecho, escuchando el suave latido de su corazón, que se tornó en uno más rápido en cuanto me acomodé más cerca.
–¿Él te ayudó a construirla?
–Sí, cuando tenía ocho años –lo miré y sonrió recordando aquellos días.
–Es muy bonita. Siempre quise una, pero mis padres nunca me dejaron. Pensaron que si la construían nunca saldría de allí. Y es probable que tuvieran razón.
–Bueno, ahora es tuya también, si quieres. ¿Infancia complicada, Marie? –la pregunta me sorprendió pues nunca habíamos hablado de detalles de nuestra vida, o no de la mía por lo menos.
–Mi padre trabajaba mucho, mi madre igual. Pasaba mucho tiempo sola.
–Yo siempre he estado rodeado de mis hermanas –se ríe–. Pero yo las adoro.
–Se nota.
Un silencio incomodo se posó sobre nosotros. Solo nos mirábamos a los ojos. De la nada tomó mis manos y las besó. ¡Qué extraño! –pensé.
–Vamos a la cabaña…
–Sí… –entre más rápido terminara todo eso, más rápido podría volver a casa. Pero en ese momento olvidé que estaba bastaaaante lejos de mi casa.
La cabaña de su abuelo era sencillamente hermosa. Cálida, romántica, con el tamaño exacto. Daban ganas de quedarte allí por siempre, y lo hubiera hecho de tener la posibilidad. Zayn encendió la chimenea y nos sentamos en una enorme alfombra frente a ella. En ese momento ya no quería presionar nada, dejaría que las cosas pasarán si debían pasar, dejar que mi corazón decidiera, ya nada más me importaba.
Me acomodé en los brazos de Zayn, respiraba en su cuello absorbiendo su rico perfume. Él empezó a sonreír por la sensación, y me abrazó con fuerza. Bajó el rostro y me besó. No me opuse… no podía, realmente lo quería. Realmente estaba enamorada de él y eso no iba a cambiar. Él parecía quererme, ¿Tanto como yo? no lo sabía, pero estaba siendo tierno, y dulce conmigo. Con eso me bastaba.
Los besos fueron llevando a caricias, caricias a quitarnos las prendas… pronto ya estaba en sus brazos entregándome a él. Debo decir que las chimeneas nos llevaban a ser más cariñosos. No sé si eran impresiones mías, pero las dos últimas veces que había estado con Zayn no eran simplemente sexo, había algo más. Algo que de mi parte era obvio, amor y entrega; pero que por parte de él no sabría descifrar.
Zayn me hizo suya, dos veces esa noche. Cada beso y cada roce quedaron grabados en mi mente. Las palabras dulces que susurraba en mi oído le dieron vuelcos a mi estómago. No me dijo que me amaba, solo decía que era hermosa, que era lo mejor de su vida y que era única. Todas esas palabras podrían no ser ciertas, pero en ese momento quise creerlas. ¿Mariposas? No, águilas. No, un zoológico completo.
Me quedé profundamente dormida en sus brazos. Tibios y fuertes brazos. En mi mente se gestó una nueva opción. Quedarme con Zayn, dejar a Ed, dejar la estabilidad. En otras palabras, mandarlo todo al olvido y dedicarme a conquistar a Zayn, a alejarlo de las demás chicas, y que fuera solo mío. ¿Sería posible?
En la mañana mi celular me sorprendió. Tenía un mensaje de Ed. Eran cerca de las nueve de la mañana.
–Marie, tenemos que hablar. Te veo a la salida de la escuela.
¡Escuela! Me puse en pie lo más rápido que pude, me puse mi ropa de nuevo y luego desperté a Zayn. Ya había perdido dos horas de mis clases, y peor aún Ed dijo “Tenemos que hablar” definitivamente algo malo había pasado. Y siendo sincera yo también “tenía que hablar” con él.
–¡Zayn! ¡Zayn! –lo moví varias veces hasta que despertó.
–¿Qué pasa? Ven, quédate aquí conmigo –estiró sus brazos y me acercó de nuevo a su tibio cuerpo.
–Zayn tenemos clases. Hemos perdido las dos primeras horas –le lancé su ropa–. De pie, vamos.
De mala gana se vistió y nos encaminó a mi casa. Podía llegar a casa, darme un baño, comer algo y salir hacía la escuela. Me habría perdido la mayoría de horas, pero estaría a la salida para "hablar" con Ed.
Lo dejé pasar al living y corrí a mi habitación. Me duché lo más rápido que pude, comí un par de rebanadas de pan y unas cuantas uvas, igual que Zayn. Subimos a su moto para ir a estudiar, bueno, por lo menos yo.
Al llegar al estacionamiento de la escuela me bajé lo más rápido que mis piernas pudieron. Antes de irme a la entrada Zayn me tiró del brazo y quedé pegada a su cuerpo.
–Aún me debes una respuesta.
–Dame hasta el lunes –rogué. Era perfecto, así sabría exactamente con que contar, aunque dudaba que mi amor hacía él cambiara en tres días.
–Ok, hasta el lunes –me dio un beso corto en los labios y me marché a la última hora de clases.Nunca se había despedido de mí así... estaba actuando diferente, pero me gustaba diferente.
El timbre sonó y me liberó de la escuela para lanzarme a los brazos de la “situación” con Ed. Al salir él ya estaba de pie junto a su coche. Me despedí de mis amigos y corrí hasta él.
–Hola Marie –¿Marie? Nunca me decía Marie.
–Hola. ¿Qué está pasando? –quise ir directo al grano.
–Tengo malas noticias –su rostro apoyaba la afirmación.
–¿Qué sucede?
–Quiero… quiero –miraba al suelo y se frotaba las manos–, quiero que terminemos –las palabras me cayeron de la nada.
¿Qué había pasado? ¿Me descubrió? ¿Quién se lo dijo? ¿Por qué estaba haciéndome eso en público? Sus palabras realmente no esperaba oírlas nunca, a pesar de lo que yo sentía por Zayn, y por lo cual yo estaba planeando dejar a Ed; yo no quería ser rechazada. Sé que suena egoísta, pero no entendía nada.
–¿Por qué? –pregunté esperando que no fuera por lo de Zayn. Oré mentalmente para que no fuera así, porque si era así, yo quedaría como la chica infiel. Y lo eres. Oficialmente odiaba a mi Pepe Grillo personal.
–Me voy a vivir a Australia –en ese momento todo quedó en pausa. Frente a mi tenía a Ed despidiéndose de mí para irse al otro lado del mundo y detrás de él, del otro lado de la acera, Zayn recostado en su moto fumando un cigarrillo observando la escena.
Marie, te has quedado sin el pan y sin el queso. Mi voz interna tenía razón. Por un lado Ed se iba, y por el otro si salía mi beca Zayn no iría conmigo. Sola, de nuevo sola.
***
¿Qué creen que pasará ahora?
Gracias por leerme, comentar y votar :) Lots of Love!
Pau.
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I Knew You Were Trouble. [Terminada]
FanfictionEnamorarse de quien no debía, ese fue el gran error de Marie. Su vida era perfecta hasta que él llegó a poner su mundo de cabeza, la enamorará, la enviciara con sus besos y caricias, pero lo que empieza mal...