El fin de semana pasó en un abrir y cerrar de ojos. Ekko tenía planeado ir con su familia el domingo, contarles cómo iba la escuela a sus padres y cosas por el estilo, pero tuvieron que salir de viaje por su trabajo. Ellos eran los dueños de unas fábricas productoras de metales por lo que los viajes de negocios eran constantes buscando nuevas empresas a las cuales vender y distribuir la materia prima.
El domingo perdió todo la emoción que había traído con él.
El día se perdió entre tareas y lecturas en compañía de su cama.
Tomó un baño exactamente a las 10 de la noche. Jinx no había apareció en todo el día, ni siquiera se dio cuenta de cuándo se había ido.
Cerró el libro que tenía en sus manos, suspiró, estaba cansado, mañana tendría que levantarse temprano para ir a clases por lo que lo mejor sería dormir de una vez.
Dejó el libro en el escritorio, hacía un poco de frío, era apenas agosto y ya se notaba que la temperatura estaba descendiendo, el frío había llegado demasiado temprano ese año.
Apenas apagar la luz se fue a la cama con toda la calma del mundo. Cerró los ojos pero la tranquilidad no duró ni un segundo. La puerta se abrió de golpe. Jinx entró tambaleándose y dificultosamente prendió la luz. Un olor desagradable llenó la habitación, olía a... Alcohol.
Ekko se incorporó en la cama con gran incomodidad, miró a Jinx la cual estaba recargada contra la pared de la habitación.
- ¿Jinx...? -le llamó Ekko pero no respondió.
Se puso de pie y caminó cuidadosamente hacia ella, el olor era horrible. Ekko se agachó junto a ella.
- ¿Estás bien? -volvió a preguntar pero de nueva manera no hubo respuesta.
Jinx tenía la mano en su boca cubriéndola. Ekko se percató de lo que pasaba, ella iba a vomitar. La tomó de la mano, abrió la puerta y corrió en dirección al baño de chicas, las luces nocturnas de los pasillos no iluminaban del todo pero le bastaban para poder ubicarse. Apenas llegar Ekko dudó un poco, pero tras asegurarse de que nadie los veía, entró junto a Jinx al baño y cerró la puerta con seguro. Llevo a Jinx hasta uno de los escusados y apenas hacerlo Jinx dejó salir todo de su boca, Ekko hizo un gesto de incomodidad pero espero junto a ella.
Pasaron los minutos y parecía que Jinx ya había dejado salir todo, con cuidado la ayudó a levantarse, ¿en qué demonios estaba pensando? Podían expulsarla de la escuela por llegar en tales condiciones.
Jinx se tambaleó hasta uno de los lavados y tomó agua del grifo, tenía las mejillas ruborizadas y la mirada perdida, escupió el agua y entonces le dedicó a Ekko una sonrisa bastante fuera de lugar.
Volvió a cerciorarse del pasillo y entonces volvió a tomar de la mano a Jinx para llevarla al cuarto, caminaron en silencio, Jinx de vez en cuando oponía algo de resistencia pero Ekko aún así logró llevarla hasta la habitación.
Abrieron la puerta, Ekko llevó a Jinx hasta la silla del escritorio y la sentó, ¡¿era apenas la primera semana y ya había tenido una borrachera?!
- ¡¿En qué demonios estás pensando?! -no lo soportó, le gritó, Jinx aún le sonreía de manera algo burlona.
- Yo... -hizo una pausa y sujeta su barbilla simulando pensar.- Vi un gatito.
La mirada de Ekko lo decía todo...
- ¿Qué? -dijo sin entender.
- Era blanco... Tenía una manchas, ¡como una jirafa! -gritó.
Ekko no sabía qué decir, estaba demasiado ebria y mañana tenían clases. ¿Qué debía hacer?
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Mi nueva vida escolar. (Jinx X Ekko - League of legends)
FanficEkko es un chico que por su apariencia física siempre ha sido considerado como el nerd de la clase. Es un chico tímido y muy penoso, bajito y con unos grandes lentes redondos que lo caracterizan demasiado. Al entrar a su nueva escuela, Ekko conoce...