Mi nueva vida escolar. (Jinx X Ekko - League of legends)

Mañana se arreglará... ¿No?

- Te quiero...

Jinx pasó su mano suavemente sobre sus labios rosados y pequeños sin dejar de mirar a Ekko, quien miraba hacia el suelo.

Se sintió tan confundida, quería responder mas no sabía qué . "Te quiero" resonó en su cabeza, "dile que lo quieres" se volvió a escuchar, pero las palabras no salieron más allá de su cabeza.

Ella sabía que Ekko haría eso, pero esa extraña "confesión", si es que se le podía llamar así, la había desconcertado totalmente.

- Yo...

Ekko la interrumpió, tomó la mano de Jinx con cuidado y la posó sobre su mejilla.

- Dijiste que yo era tuyo... -dijo mirándola fija a los ojos.- ¿Recuerdas?

Claro que lo recordaba, fue el primer día, pero a decir verdad sólo lo había dicho para intentar verse cool, no creía que se lo tomaría en serio.

- Lo recuerdo, claro -sujetó un mechón de su largo cabello azulado y comenzó a enredarlo en su dedo-, pero fue algo que dije sin pensar, la verdad yo...

- ¿Qué?

- Quería verme "genial", sólo eso. -sintió tanta vergüenza, no sabía en qué momento le había pasado por la cabeza que eso había sido genial.- Fue un estúpido intento de verme cool...

Ekko la notó muy  apenada luego de esa confesión, miró sus mejillas ruborizadas y sonrió.

- A decir verdad te viste muy genial, te veías tan rebelde y cool.

- Es porque lo soy. -respondió ella con auras de superioridad.

Ekko rió levemente y le dedicó una linda sonrisa.

Jinx observó la linda sonrisa de Ekko, le causaba un sentimiento de completa tranquilidad, le recordaba a Vi, era exactamente la misma sensación.

Observó a Jinx acercarse a él, sintió como sus manos pasaron alrededor de su cintura y tiraba de ellas haciéndolo acercarse.

- Ahora tú cierra los ojos...

Ekko asintió cabizbajo y con un notorio rubor. Cerró los ojos y tragó pesadamente, sintió los labios de Jinx posarse sobre los suyos, tierna y suavemente, tal y como él había hecho unos instantes atrás.

Las largas hileras de alumnos estaban apiladas una junto a otra, dividiendo a todos los grupos. Dado que estaban organizados por grado Ekko y Jinx no se pudieron ver de nuevo luego de la mañana, en la que, cabe mencionar, no se habían despedido muy debidamente.

- ¡Qué emoción! -dijo Nidalee.

- Lo sé, estoy algo nervioso. -respondió Ekko.

- ¡Vamos, será muy divertido!

Se veía tan enérgica como siempre, con su adorable sonrisa y su mirada segura.

Los camiones llegaban a recoger un grupo a la vez cada cierto tiempo, esto ayudaba a los maestros a mantener un orden simple y efectivo a la hora de la organización.

Al cabo de un rato llegó el turno del grupo de Ekko, entregaban su credencial escolar y subían al camión, Ekko y Nidalee se sentaron juntos casi hasta el fondo.

- ¡Por fin! -dijo ella mientras el camión se ponía en movimiento.

- El trayecto será muy largo, según tenía entendido, así que tendremos que esperar un rato más hasta llegar. -le respondió.

- ¡Me da igual! -dijo con una sonrisa.

Se acomodó en su lugar y al cabo de unos minutos se volvió a incorporó, miró a Ekko de manera extraña y con notable duda se acercó y olfateó su cuello.