Mi nueva vida escolar. (Jinx X Ekko - League of legends)

¿Por qué lo haces...?

Ekko se sentía nervioso, estaba sentado en la silla de su escritorio, con las manos entre sus piernas y una terrible duda atormentándola a cada segundo.

Delante de él estaba Taliyah, sentada en la cama de Jinx en una aparente situación de nervios, desviaba la mirada de él, tenía sus manos a los costados y los labios apretados. Ninguno de los dos decía nada, Ekko había hecho la pregunta nuevamente apenas habían entrado a la habitación, y seguía esperando la contestación.

- Entonces... -dijo Ekko, dándole un incentivo a Taliyah para contestar.

- Entonceeeeeessss... -repitió ella, buscando desviar la atención de la pregunta.

- ¿Quién es Vi? -volvió a preguntar.

Notó al instante que Taliyah no quería responder la pregunta, pero, ¿por qué había aceptado responder entonces?, seguramente se había acobardado al final de cuentas, seguirla cuestionando sólo haría que se sintiera más presionada y él se vería aún más fisgón.

- Lo siento, fue una tontería preguntar. -rió Ekko relajando los hombros y mirando hacia abajo.- Sé que no quieres responder, pero, no te preocupes, a mí tampoco me gustaría contar la vida de mis amigos... -dirigió una media sonrisa hacia ella, desviando levemente la mirada.- Es sólo que... de verdad me preocupa Jinx, ha mencionado a tanta gente, y siempre con la misma "tristeza" acompañándole en la voz que, siento que verdaderamente no la conozco en lo más mínimo... q-quiero ser alguien para ella, poder ayudarle... -finalizó, quedándose sin aire para seguir hablando.

- Era su novia. -respondió sin más la chica de oscuros cabellos, ignorando lo que había dicho él, como si sólo lo hubiera escuchado hasta la parte donde había hecho la pregunta.- Jinx la quería muchísimo, siempre hablaba de ella, de lo mucho que la quería y lo que mucho que le hacía sentir, ella era tan... feliz; reía, siempre sonriendo, a veces un poco alocada, pero aún así me encantaba verla así, pero... -hizo una pequeña pausa, como si buscara tomar aire- un día cualquiera, dejó de tener ese brillo en su sonrisa... fue un cambio tan drástico, ya no hablaba con nadie, ni siquiera conmigo, se había creado una burbuja para mantenerse aislada... -Taliyah esbozó una media sonrisa, su voz sonaba frágil, como si estuviera a punto de perder el aliento.

- ¿Ella... realmente era así? -fue lo único que pudo preguntar, no lo pensó, la pregunta simplemente salió.

- Lo era, pero jamás quiso contarme qué fue lo que pasó, pero sé que tuvo que ver algo con Vi, ella jamás la ha vuelto a mencionar, me llevó casi dos años volver a ganarme su amistad, no tengo el valor para preguntarle sobre eso... no quiero volver a alejarme de ella...

Ekko se quedó en silencio, ambos lo hicieron, no hubo más preguntas, a pesar de que aún sentía curiosidad, sabía que los sentimientos de Taliyah estaban de por medio, sabía que cada pregunta era un tajo cada vez más pesado en una herida.

Suspiró, sintiéndose abrumado, no podía evitar sentir angustia. Taliyah se sintió tonta al darse cuenta de lo deprimida que se había comenzado a sentir, agitó la cabeza, como si estuviera alejando los malos sentimientos, y sonrió. Miró a Ekko, se veía igual de angustiado, quizás le había pasado su negatividad...

- Jinx ha cambiado mucho, ¿sabes?, hacía mucho tiempo que lo la veía sonreír de una forma tan "real". -miró por encima de su hombro hacia su mano, con una sonrisa dibujada en sus labios, notablemente más serena.

Entones, un fugaz recuerdo hizo que Ekko se exaltara, el recuerdo una chica de cabellos rosados y peinado estrambótico llegó a él de forma espontánea.