No se lo deseo a nadie en el mundo. Realmente los días se pasan lentísimos y acá, todo sigue igual. La historia se vuelve a repetir tres mil veces al día. Como uno de esos sueños que tuve al principio. La gente, los pasos, los gritos, la desesperación. Y la Tierra que no quiere dejar de bailar. Baila, baila y baila. Réplicas y más réplicas.
Los médicos me visitan todos los días. Ya son parte de esta pequeña familia compuesta por Rajiv, Harry y yo. Y cada una de los centenares de personas que están acá.
Exactamente hace tres semanas de lo ocurrido. El sismo lo destrozó todo. Todavía no pude contactar a mi familia en Argentina. Deben estar desesperados ¡Si los conoceré!
Las comunicaciones y las redes están fuera de servicio; es imposible cruzar una palabra con el nuevo continente.
Y yo, sigo postrada en esta maldita cama después de salir de un coma.
¡¿De un coma?! Ni siquiera puedo creerlo todavía.
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¿Estamos lejos de casa?
ContoCuando algo se altera en ella todo se apaga y sueña que vuela. Sueña que esta en un avión. Sueña que está en un cielo inmenso y tan claro que parece lo que describen cuando hablan de lo que hay mas allá de la muerte. Se olvida donde está, la gente q...