El monstruo del armario.

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La sensación que tenia Thomas en ese momento era indescriptible. Su palpitante corazón parecía haberse vuelto loco y su rostro, ahora desfigurado por el horror, había perdido todo el color, dejándolo pálido.

El monstruo del armario salió lentamente de su escondite, dándole a Thomas una vista que nunca deseo.

Él era terrible, completamente terrible.

El joven humano no podía moverse, estaba completamente paralizado por el terror. Sus ojos estaban estancados en los del monstruo; aquellas oscuras cuencas lo observaban con tan solo una pequeña pero luminosa pupila que destacaba en aquella oscuridad.

Thomas no podía ni siquiera atreverse a temblar frente al monstruo. Su cuerpo estaba repentinamente frío y en su cabeza se instaló un dolor agudo que lo obligó a cerrar los ojos un momento y hacer una mueca.

El monstruo del armario le sonrió, mostrando una boca llena de afilados colmillos.
Se inclino hasta quedar a la altura del humano -él era espantosamente alto- y se acerco hasta quedar a tan sólo unos pocos centímetros del rostro de Thomas.

-¿Te parezco lo suficientemente real ahora? -. Cuestionó en un susurro.

La mente de Thomas no lo soporto más y colapso, dejándolo completamente indefenso frente al terrible monstruo del armario.

Querido Monstruo En El Armario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora