Ayuda.

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Día 18.

Los rayos del amanecer se asomaban por la ventana, alejando a la oscuridad y devolviendo los colores al mundo, dentro de los cuales, por desgracia, destacaba el rojo opaco de la sangre coagulada.

Aquella terrible sustancia manchaba las paredes, el piso, la cama, debajo de ella... Y escondido en la cocina, sosteniendo un cuchillo entre sus temblorosas manos, estaba Thomas, también cubierto de sangre.

Había sido una noche terrible.

Las lagrimas no dejaron de caer, su cuerpo no dejo de temblar, y su cuerpo se desangraba lentamente a causa de las múltiples heridas en su cuerpo.

Si seguía ahí, lo más seguro era que moriría en algún momento, fue una suerte que las puertas del armario se abrieran, saliendo de ahí su posible salvación.

Cuando el monstruo del armario vio el desastre, solo necesito seguir el rastro de sangre hasta la cocina.

El humano estaba en un estado de pánico tan puro que cuando lo encontró, tuvo que retroceder un poco para evitar ser apuñalado por éste, pero cuando logró quitarle el cuchillo, Thomas se desmoronó frente a él.

Despues de curar sus heridas, el monstruo necesito de todo el día para que Thomas se calmará, siendo necesario que el monstruo alejara todos los objetos peligroso de su alcance para evitar que cometiera suicidio justo ahí.

- No quiero estar aquí cuando él vuelva. - Había dicho el humano. - Tengo que irme antes de que anochezca. Tengo que irme ya. - Repetía una y otra vez.

Fue tanta su insistencia que el monstruo al fin lo dejo irse, al parecer iría a visitar a un amigo y se quedaría ahí esa noche.

Si Thomas se marchó,  el monstruo no. Se dispuso a esperar a la medianoche, y tomo el lugar del humano.

Tenia asuntos pendientes con un monstruo bajo la cama.

Querido Monstruo En El Armario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora