Todo fue espantoso desde aquel punto.
Thomas no se atrevió a mirar, así que sólo recordaba los sonidos.
Los terribles sonidos.
Él podía hacerse una imagen mental de lo que habia ocurrido.
Podía imaginar a su madre abriendo la puerta, seguramente con un plato lleno de galletas y un vaso de leche caliente, ella siempre le traía eso como recompensa por ser un buen niño en el día.
Recordaba el silencio que se hizo, ese momento en el que la puerta se cerró y el plato con galletas y el vaso de leche cayeron, rompiéndose al instante.
Y los gritos de su madre... Oh, esos gritos, él los reconocería y recordaría siempre.
Su padre debio estar demasiado borracho esa noche como para no escucharlos gritar.
Se sentía todo un cobarde. Cobarde por no enfrentar a su padre. Cobarde por no mirar lo que le hacía el monstruo a su dulce madre. Cobarde por no intentar detenerlo. Y más que nada: Cobarde por no atreverse a mirarla a los ojos el día siguiente.
Lo poco que recordaba de aquel día era su mirada perdida y las lineas que le atravesaban el rostro. Rasguños. Él lo sabía, tenia algo igual o peor en sus pies.Después de eso no la volvió a ver.
Ella se fue para no volver, ni siquiera por su pequeño.
Lo había dejado con ese monstruo, con el monstruo humano y con el que habitaba debajo de la cama.Thomas no volvió a sonreír como antes desde entonces.
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Querido Monstruo En El Armario.
Fantasia¿Realmente sabes que hay detrás de las puertas del armario? ***** ♡#734 en fantasía. -Junio/Julio 2017 ♡#439 en fantasía. - Agosto 2017 ♡#278 en Concurso. - Junio 2018 ♡#1 en Monstruo - Febrero 2020